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isn't this just how we are...distracted, hurried, uninterested. i do this. i tell Jesus by my actions that i'm too busy for Him. it's so shameful.
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"Foi assim que de repente
Me apaixonei por ti,
Suficientemente,
Desde a primeira vez que te vi.
Quero te ter em meus braços,
Falar-te ao pé do ouvido
Sobre a beleza dos teus traços,
Tocar o teu corpo, provocar a libido.
Não quero tentar entender esse desejo
Que me consome por completo.
Morro se não sentir o gosto do teu beijo.
Te amo e mais nada.
É esse amor que me deixa inquieto,
Fugaz, diante de ti, minha amada."
Autor: Luiz Donizete, o melhor poeta que eu conheço, aquele de uma das últimas frases do meu profile.
=)
AMO!
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Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. "Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó".
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
"Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia".
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: "Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.
LA CURACIÓN DE JUAN BERNARDINO
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir "aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.
LA TILMA DE JUAN DIEGO
La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.
LA CORONACIÓN
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito "tierra" anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo -"luz verdadera que ilumina a todo hombre"- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la "aurora consurgens" que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive", derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: "onmes vos fratres estis" (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso. .
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.
SAN JUAN DIEGO
San Juan Diego nació en 1474 en el "calpulli" de Tlayacac en Cuauhtitlán, México, establecido en 1168 por la tribu nahua y conquistado por el jefe Azteca Axayacatl en 1467. Cuando nació recibió el nombre de Cuauhtlatoatzin, que quiere decir "el que habla como águila" o "águila que habla".Juan Diego perteneció a la más numerosa y baja clase del Imperio Azteca, sin llegar a ser esclavo. Se dedicó a trabajar la tierra y fabricar matas las que luego vendía. Poseía un terreno en el que construyó una pequeña vivienda. Contrajo matrimonio con una nativa pero no tuvo hijos.
Entre 1524 y 1525 se convierte al cristianismo y fue bautizado junto a su esposa, él recibió el nombre de Juan Diego y ella el de María Lucía. Fueron bautizados por el misionero franciscano Fray Toribio de Benavente, llamado por los indios "Motolinia" o " el pobre".
Antes de su conversión Juan Diego ya era un hombre piadoso y religioso. Era muy reservado y de carácter místico, le gustaba el silencio y solía caminar desde su poblado hasta Tenochtitlán, a 20 kilómetros de distancia, para recibir instrucción religiosa. Su esposa María Lucía falleció en 1529. En ese momento Juan Diego se fue a vivir con su tío Juan Bernardino en Tolpetlac, a sólo 14 kilómetros de la iglesia de Tlatilolco, Tenochtitlán. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, que solían durar tres horas a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como "Capilla del Cerrito", donde la Virgen María le habló en su idioma, el náhuatl.
Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años.Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, tras dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino. Pasó el resto de su vida dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo.
Murió el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego fue beatificado en abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II y proclamado santo el 31 de Julio de 2002 . (Biografía extraída de la agencia católica de noticias ACIPRENSA).
En el primer paso piensas, “vamos allá” y de repente recuerdas que no vas a llegar en el 40% de los proyectos, que se te esta multiplicando el mantenimiento evolutivo que no tenias previsto y que el equipo de desarrollo y tu mismo no estamos muy finos.
300 metros recorridos y piensas en el coche, que tiene casi mas años que tu y mas Km que la Charito y que como se te joda ya no sabes si arreglarlo o que…. porque comprar uno ni de coña, que el 18 ya lo marcaste como final de mes…
Bajas la pequeña cuesta, apenas llevas 5 minutos y aun te queda una hora, te pesan las piernas y sabes que vas a sufrir un huevo y la yema del otro y recuerdas que tienes que ir el viernes a la manifestación de tus compañeros de Galmed-Thyssen que están jodidos porque les cierran la fabrica, y nosotros nos vamos a quedar con un 15% menos de producción (que es lo que nos compran), con lo que la situación se va poner complicada.
Y de repente recuerdas que ese mismo viernes iras a un cumpleaños sorpresa de un amigo, y la suerte que tienes de sentir que los tuyos, familia y amigos, te quieren, y sacas la primera sonrisa.
Te das cuenta que justo delante de ti tienes un bonito culito que corre como el viento, y te saca la segunda sonrisa,…. En ese momento sientes la música que estas escuchando y tus piernas pesan menos, y tu zancada es cada vez más aérea, y disfrutas del aire que sientes en la cara.
De repente, poco a poco, casi imperceptiblemente, la música se escucha al fondo, y el ritmo del corazón inunda tu cabeza, todo se convierte en un todo-blanco, las preocupaciones se han ido cayendo por el camino, estas en tu espacio, tu lugar, un sitio donde relajarte, un universo blanco….
Lo siguiente que sientes es que has regresado al punto de partida, que ha pasado una hora o más y que regresas nuevo, sin tantas preocupaciones, seria difícil vivir sin correr.
Aquesta imatge ha jugat a Pels camins dels Països Catalans.
El vitral, gótico (por su configuración, tracería y la época del diseño (XIV-XV) y renacentista (por el estilo tecnológico y decorativo (XVI), de la nave de la Catedral de Santa Maria de Girona (Catedral de Santa María de Gerona - cast.), capital de la Comarca de Gironès y de la provincia de Girona (Gerona), Cataluña, España.
Los vitrales de la Catedral de Girona:
La Catedral de Girona (XI-XVIII) conserva uno de los conjuntos de vidrieras históricas más importantes de España, las cuales datan desde el siglo XIV a la primera mitad del siglo XX.
La gran parte de los vitrales medievales no se conservan. Pero por estudios realizados con los fragmentos, se ha podido establecer que los más antiguos eran los del presbiterio, por así llamado Maestro del Presbiterio (XIV) y representan La Dormició de la Virgen María.
Guillemos de Letumgard, de la diócesis de Constanza, se considera el autor de los vitrales de las primeras capillas del lado meridional de la nave. Al maestro mallorquín Ramon Gilabert en el año 1375 fueron encargadas las vidrieras los de las capillas de Santo Iu y de Santa Magdalena (actualmente desaparecidas).
Las vidrieras más documentadas son:
- el Vitral de los Apóstoles (1437), obra gótica de Antoni Tomàs;
- el Vitral de las Sibilas (el Vitrall de les Sibil·les -cat.), los Evangelistas y los Cuatro Doctores de la Iglesia occidental (1520) - obra renacentista de Jaume Fontanet.
*** Los ventanales de estilo renacentista en la Catedral de Girona están compuestos por tres hileras de figuras. Las imágenes están enmarcadas por elementos arquitectónicos totalmente
renacentistas: torres hexagonales o de planta redonda, cúpulas, frisos y columnas en perspectiva.
En la obra de Fontanet se manifiesta la influencia o posible colaboración de Joan de Borgonya.
Los dos grandes rosetones situados en el Presbiterio y fachada oeste fueron diseñados y realizados en 1704 y 1732 respectivamente por el famoso maestro vidriero de Barcelona Francesc Saladriga y son, probablemente, las vidrieras más monumentales y de mayores dimensiones del periodo Barroco conservadas en España.
En algún momento todavía no documentado, probablemente durante la segunda mitad del siglo XVIII, muchas vidrieras de la catedral, incluidos los dos rosetones, fueron objeto de una selectiva y brutal destrucción, cuyos motivos siguen siendo desconocidos en la actualidad. Como consecuencia, se perdieron muchos vidrios originales, especialmente los de
las carnaciones de las figuras humanas. Durante la consiguiente restauración de las vidrieras afectadas, no muy distante en el tiempo, estas importantes partes perdidas fueron reintegradas con vidrios blancos pintados en frío y por la cara interior, al óleo y en varios colores. Con el paso de los años, estas pinturas en frío han desaparecido casi por completo en la mayor parte de los vidrios, dejando visible tan sólo un difuso rastro de los motivos representados. Esto ha originado una grave pérdida de la legibilidad general de muchas de las vidrieras de la catedral, especialmente en los rosetones, donde la cantidad de vidrios blancos fue notablemente superior.
En 2000 y 2009 los vitrales de la Catedral de Girona fueron restaurados.
ca.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Girona
www.racab.es/publicacions/pdf/1022.pdf
www.fcpcrv.com/images/pdf/articulo_8_reunio_tec_2001.pdf
books.google.ru/books?id=lFCLDQS8z0IC&pg=PA22&lpg...
LA LEYENDA SOBRE EL HALCÓN DEL CONDE EL CAP D´ESTOPA:
En la Catedral de Girona está sepultado el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer II, llamado la Cabeza de Estopa (en catalán el Cap d'Estopes o el Cap d´Estopa) en alusión a su espesa cabellera de color rubio pajizo.
La leyenda sobre las circunstancias de su muerte es bastante famosa, aunque existe en diferentes versiones que básicamente coinciden en lo siguiente:
El Conde de Barcelona tenía dos hijos gemelos, Berenguer Ramón II y Ramón Berenguer II, a los que legó los condados de Barcelona, Vic y Girona con la obligación de gobernarlos de manera conjunta. Un día los hermanos decidieron hacer una gran cacería para celebrar un año de su gobierno.
Durante toda la marcha hacia el lugar de caza, el halcón que el Cap d´Estopa llevaba atado a la silla del caballo no paraba de saltar al suelo, como queriendo señalarle un peligro. Al poco de haber empezado la caza, Berenguer Ramón quiso volver a Girona. Pero buscando el camino el conde se encontró solo entre unos cañizales, cerca de un estanque, teniendo siempre cerca su halcón, que no paraba de revolotear y hacer cosas extrañas, que aumentaban el mal humor de su señor y le hacían temer algo desagradable. De repente, le pareció ver pasar una figura cerca de él, medio oculta entre las cañas. Su halcón se le abalanzó con sus patas sobre el corazón y lo tapó con sus alas.
Sin embargo, cuando menos lo esperaba, el conde se sintió herido por una mano misteriosa armada de un puñal. La capa del conde se manchó de sangre y también el ala de su fiel halcón, que enseguida empezó a chillar y, revoloteando, huyó hacia donde se encontraban los otros caballeros cazando. El halcón no paró de llamar su atención hasta que consiguió que le siguiesen y los llevó hacia la ribera del estanque, donde encontraron muerto a su amo.
Seguidamente se organizó una comitiva hacia Girona. Al presentarse el hermano de la víctima, el conde Berenguer Ramón, el halcón del Cap d'Estopa, que no se había separado del cuerpo de su amo, se puso a chillar, como queriendo señalar al asesino. Y todo el mundo vio aún en su capa el rastro de una mancha de sangre.
El halcón siguió el cuerpo de su amo hasta la Catedral de Girona y mientras se celebraba el funeral, se paró en la cabeza de su hermano, arrebatándole la corona que llevaba y tirándola al suelo, para que todos los presentes supieran quien era el malhechor. Entonces el coro, de manera involuntaria, empezó a repetir el estribillo "Caín mató a Abel". A continuación el halcón cayó muerto a los pies del féretro del Cap d´Estopa...
Después del funeral en Barcelona se llevó a cabo el juicio. El vizconde Folch de Cardona retó y desafió al conde Berenguer delante de la corte del rey de Castilla para pedirle cuentas de la muerte de su hermano. Según las costumbres de aquella época, cuando un caballero pedía a un rey un juicio contra otro, éste no podía negarse a aceptarlo, dado que, si lo hacía, se convertía él mismo en culpable del delito atribuído. El Conde de Barcelona, forzado, tuvo que aceptar el reto. Después del primer ataque Berenguer Ramón cayó al suelo vencido. Entonces el vizconde le apuntó al corazón con la espada de su hermano y le hizo confesar que él era el autor de su muerte. Después de tal afrenta y tal deshonra, el conde renunció a la corona en favor de su sobrino, hijo del Cap d'Estopa, y se fue a guerrear como un sencillo caballero contra los infieles. Berenguer Ramon II murió durante la Primera Cruzada en Jerusalén el 20 de Junio de 1097, donde se encontraba en penitencia quedando en la historia como El Fratricida...
El halcón del Cap d´Estopa fue inmortalizado en piedra y colocado para siempre en la misma catedral donde descansan los restos de su amo...
* El texto de la leyenda en la magnífica y más completa versión de Joan Amades se puede ver en la página siguiente, donde se representan también las notas sobre la historia del conde Ramón Berenguer II, las fotos de su sepulcro en la Catedral de Girona y la imagen escultórica de su fiel halcón en el templo:
www.pedresdegirona.com/Castella/cap_estopa_1_es.htm
Burning Man Festival 2003 in Nevada. The theme was "Beyond Belief"
"Repent" in action, Department of Mutant Vehicles (DMV)
You can see more images from 2003 festival on www.dusttoashes.net
De repente mi mirada se centra en este monumento, hice pausa, mi cerebro no procesaba bien lo que veía, para mí fue una completa novedad, primera vez que tenia la posibilidad de registrar con mi lente una de este estilo.
No es como las de Antioquia, pero en su región desempeña las mismas funciones, conserva su idiosincrasia y estilo.
Maravillado de ver en Medellín este prototipo del pacifico, afiliado a TRANSTIMBIO
Central Mayorista de Antioquia
Nicolas Régnier
La Madeleine repentante
vers 1625
huile sur toile
Detroit, The Detroit Institute of Arts
"La Madeleine de Detroit est le premier tableau conservé de Régnier sur ce thème, qu'il a ensuite traité de nombreuses fois au cours de sa carrière vénitienne. De la leçon caravagesque, le peintre retient le clair-obscur tranché et le cadrage à mi-corps qui exaltent la présence du modèle.
La palette est d'un grand raffinement, jouant sur seulement trois déclinaisons : les pâles carnations, mises en valeur par les ors et ocres bruns et par le drapé rouge sang qui souligne la composition diagonale. L'audace de Régnier réside dans le traitement réaliste de la nudité de Madeleine, au rendu particulièrement sensuel, voire sulfureux, qui rappelle les figures ambiguës, encore adolescentes, de Caravage. Rarement la "belle pêcheresse" a été représentée si jeune et si charnelle."
Source : cartel de l'exposition.
Chinatown
Cornr of 7th and H Streets, NW
Washington DC
Camera: Canon 5D
Photographer: Don Harris
Don Harris Photographics, LLC
© 2011 All Rights Reserved
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Artemisia Gentileschi, née le 8 juillet 1593 à Rome et morte à Naples vers 1656
Madeleine pénitente (ou Madeleine repentante)
vers 1625–1630 (période baroque)
Huile sur Toile
La toile a circulé sur le marché de l’art et a été exposée ou vendue par la galerie Robilant + Voena (Londres, Milan, Paris, New York).
Exposition :
Artemisia, Héroïne de l’art
Cette exposition réunit environ 40 œuvres majeures d’Artemisia Gentileschi, accompagnées de tableaux de son père Orazio Gentileschi et du Caravage. Elle offre une immersion dans l’univers baroque de l’artiste, mettant en lumière son talent exceptionnel et sa détermination à s’imposer dans un milieu artistique dominé par les hommes.
Dates : du 19 mars au 3 août 2025
Lieu : Musée Jacquemart-André, 158 boulevard Haussmann, 75008 Paris
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Website : GALERIE JUGUET
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Website : MÉMOIRE DES PIERRES
© All rights reserved ®
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Voici quelques précisions pour situer cette peinture :
Sujet : Marie-Madeleine en pénitence. On la voit souvent assise ou agenouillée, la tête inclinée vers le bas, parfois la main posée sur un crâne (symbole de vanité et de méditation sur la mort), un livre ou une croix à proximité.
Style : Baroque, influencé par le caravagisme. Artemisia joue sur le clair-obscur et la sensualité retenue du personnage.
Datation : Vers 1625-1630, donc à une époque où Gentileschi est à Rome puis Naples.
Localisation / provenance : Ce tableau est passé par plusieurs collections privées et a été exposé ou proposé par la galerie Robilant + Voena (Londres, Milan, Paris, New York).
commentaire d’œuvre structuré, en trois temps :
1. Analyse iconographique
La figure de Marie-Madeleine est l’un des grands thèmes du baroque. Elle est représentée comme une pécheresse repentie qui se retire dans la prière et la méditation.
Dans ce tableau :
Position : Madeleine est assise ou agenouillée, la tête inclinée vers le bas. Ce geste traduit la contrition et l’introspection.
Main sur un crâne : symbole du memento mori (souvenir de la mort). Dans l’iconographie chrétienne, le crâne rappelle la vanité des biens terrestres et l’importance du salut.
Regard baissé : signe d’humilité, de repentance et de méditation intérieure.
Vêtements : souvent un mélange de tissus somptueux (velours, satin) et d’éléments plus austères ; Artemisia joue sur cette ambiguïté pour montrer la sensualité et la spiritualité de Madeleine.
Éclairage : clair-obscur très marqué, hérité du caravagisme, qui dramatise la scène et concentre l’attention sur le visage et les mains.
2. Analyse formelle (composition, style)
Composition resserrée : un seul personnage en plan rapproché, sans grand décor narratif. Cela isole la figure et la rend plus psychologique.
Lumière latérale : Artemisia éclaire les chairs et laisse l’arrière-plan dans l’ombre. Cela renforce la dimension spirituelle.
Naturaliste et théâtral à la fois : détails précis du corps et des tissus, mais gestuelle contrôlée, typique du baroque italien.
Émotion intériorisée : contrairement aux Madeleines très extatiques d’autres artistes (Titien, Caravage), ici on a une introspection silencieuse, presque mélancolique.
3. Place dans la carrière d’Artemisia Gentileschi
Période de maturité : vers 1625-1630, Artemisia est déjà reconnue (elle a peint Judith décapitant Holopherne auparavant). Elle a quitté Florence et Rome et travaille à Naples, parfois à Venise.
Virage vers les sujets dévots : dans ces années, elle produit plusieurs toiles de Sainte Catherine, Madeleine, Vierge… Cela correspond à une demande de la clientèle aristocratique et dévote.
Style assagi : par rapport à ses premières œuvres plus violentes et narratives, ces toiles de mi-carrière montrent un clair-obscur plus doux et une recherche de grâce féminine, tout en gardant la force psychologique de ses personnages.
Importance : cette Madeleine pénitente illustre bien la capacité d’Artemisia à traiter un thème religieux sous un angle féminin, intime et psychologique, ce qui la distingue de ses contemporains masculins.
Conclusion
Cette Madeleine pénitente est donc :
un exemple typique de l’iconographie baroque de Marie-Madeleine (repentir, memento mori)
un chef-d’œuvre de la maturité d’Artemisia, mêlant sensualité, spiritualité et profondeur psychologique
une œuvre qui répond aux goûts de la clientèle dévote des années 1620-1630 tout en portant la marque personnelle de l’artiste.
CES PHOTOS NE SONT PAS À VENDRE ET NE PEUVENT PAS ÊTRE REPRODUITES, MODIFIÉES, REDIFFUSÉES, EXPLOITÉES COMMERCIALEMENT OU RÉUTILISÉES DE QUELQUE MANIÈRE QUE CE SOIT.
UNIQUEMENT POUR LE PLAISIR DES YEUX.
De repente ha salido el sol y mi pueblo parece que ha sido pintado al óleo.
Y claro, a esa cita no podíamos faltar.
Esto es lo que verá mi hijo desde la ventana de su clase en el Instituto al curso que viene. ¡Cómo me hubiera gustado a mí tener estas vistas!
Nos gustó tanto que hicimos trampa y aprovechamos para hacer alguna foto más ... así nos vamos poniendo al día !!
Os dejamos una canción ... porque a mi "niño" le encanta ... play
(... ...)
Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. "Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó".
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
"Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia".
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: "Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.
LA CURACIÓN DE JUAN BERNARDINO
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir "aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.
LA TILMA DE JUAN DIEGO
La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.
LA CORONACIÓN
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito "tierra" anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo -"luz verdadera que ilumina a todo hombre"- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la "aurora consurgens" que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive", derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: "onmes vos fratres estis" (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso. .
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.
SAN JUAN DIEGO
San Juan Diego nació en 1474 en el "calpulli" de Tlayacac en Cuauhtitlán, México, establecido en 1168 por la tribu nahua y conquistado por el jefe Azteca Axayacatl en 1467. Cuando nació recibió el nombre de Cuauhtlatoatzin, que quiere decir "el que habla como águila" o "águila que habla".Juan Diego perteneció a la más numerosa y baja clase del Imperio Azteca, sin llegar a ser esclavo. Se dedicó a trabajar la tierra y fabricar matas las que luego vendía. Poseía un terreno en el que construyó una pequeña vivienda. Contrajo matrimonio con una nativa pero no tuvo hijos.
Entre 1524 y 1525 se convierte al cristianismo y fue bautizado junto a su esposa, él recibió el nombre de Juan Diego y ella el de María Lucía. Fueron bautizados por el misionero franciscano Fray Toribio de Benavente, llamado por los indios "Motolinia" o " el pobre".
Antes de su conversión Juan Diego ya era un hombre piadoso y religioso. Era muy reservado y de carácter místico, le gustaba el silencio y solía caminar desde su poblado hasta Tenochtitlán, a 20 kilómetros de distancia, para recibir instrucción religiosa. Su esposa María Lucía falleció en 1529. En ese momento Juan Diego se fue a vivir con su tío Juan Bernardino en Tolpetlac, a sólo 14 kilómetros de la iglesia de Tlatilolco, Tenochtitlán. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, que solían durar tres horas a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como "Capilla del Cerrito", donde la Virgen María le habló en su idioma, el náhuatl.
Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años.Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, tras dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino. Pasó el resto de su vida dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo.
Murió el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego fue beatificado en abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II y proclamado santo el 31 de Julio de 2002 . (Biografía extraída de la agencia católica de noticias ACIPRENSA).
A vida caminha numa boa e, de repente, a gente tropeça em alguém. Ah, desculpa, foi sem querer. E aquela pessoa, de alguma forma, desperta algo em nós. Aquele algo aumenta. Modifica. Se transforma. Dá vontade de dizer “segura a minha mão e não solta mais”. E a vida nos prega uma peça. Das histórias mais malucas surge aquele sentimento que não te dá trégua. E a gente pensa que é impossível, que é maluco, doido, louco. Mas real. E a gente faz uma série de historinhas mentais. Imaginamos diálogos, cenas, dias, noites, momentos. E o que sentimos vai crescendo, a pessoa não sai mais do nosso pensamento, dá vontade de abraçar e não soltar nunca mais. Dá vontade de olhar pra cara dele, sacudir e dizer que sim, te quero. Te gosto. Te adoro. Te tudo. E fica comigo pra sempre. E vamos ser felizes. Porque as coisas são assim mesmo, é fácil, simples, descomplicado e romântico. Não precisa drama, nem pensar em problemas. ~ Clarissa Corrêa
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JUST ANOTHER DAY IN PARADISE
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She takes a hit of caffeine to revitalize the brain
Another day in paradise to anaesthetise the pain
As he sits across the table with his hands so tightly clenched
The wreak of wall mart after shave, she coughs to fight the stench
And his eyes they burn into her soul as not a word is spoken
You cannot put together what for so long has been broken
A marriage bed of blood and guts, vitriolic spewed
A love that died so long ago can never be renewed
As the eggs cook over easy and the bacon crispy, fries
The sadness in her broken heart is reflected in her eyes
For the colour left her hair a while back when she gave a damn
Now she tolerates the violence and still dreams her master plan
For the bruises of her saddened soul are patched by hopes and dreams
But the bruises to her flesh won't heal and within her soul she screams
Testosterone and alcohol within those bones that age
Repression of the underclass now fuel his drunken rage
Coffee cups and breakfast plates, cutlery and glass
Fading love and poverty, in life all things must pass
Wedding vows and happiness just memories of a life
An atmosphere so deep and dark, to break you'd cut with knife
She longs for how it used to be, before the punches came
When life and love were kind to her before the anguished shame
Now the monster living in her house and sleeping in her bed
Controls her life and rules her actions, fucking with her head
The waitress brings the breakfast plates and notices the bruises
Inwardly dismissive of the woman's life she chooses
But chains they bind us from the very cradle to the grave
And rules and common sense can so dictate how we behave
They eat in silence at the same old diner every day
A life less ordinary once the world is stripped away
Sometimes in life the pathways that we follow bring us down
Just another sordid story in this God foresaken town
Today is just another in a world that's turned to shit
If Hell on Earth existed then she's sure that she's in it
As she sips another mouthful to forget life's bitter taste
How she married at her leisure and now so repents in haste
.
Rewritten on July 17th 2012
Photograph taken of my sister in Law Jean at 08:50am on August 31st 2011 in a restaurant in Newport on the Oregon Coast Highway 101, Oregon State, USA.
Nikon D700 28mm 1/15s f/2.8 iso200
Nikkor AF-S 24-70G ED IF. UV filter.
Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. "Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó".
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
"Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia".
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: "Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.
LA CURACIÓN DE JUAN BERNARDINO
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir "aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.
LA TILMA DE JUAN DIEGO
La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.
LA CORONACIÓN
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito "tierra" anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo -"luz verdadera que ilumina a todo hombre"- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la "aurora consurgens" que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive", derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: "onmes vos fratres estis" (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso. .
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.
SAN JUAN DIEGO
San Juan Diego nació en 1474 en el "calpulli" de Tlayacac en Cuauhtitlán, México, establecido en 1168 por la tribu nahua y conquistado por el jefe Azteca Axayacatl en 1467. Cuando nació recibió el nombre de Cuauhtlatoatzin, que quiere decir "el que habla como águila" o "águila que habla".Juan Diego perteneció a la más numerosa y baja clase del Imperio Azteca, sin llegar a ser esclavo. Se dedicó a trabajar la tierra y fabricar matas las que luego vendía. Poseía un terreno en el que construyó una pequeña vivienda. Contrajo matrimonio con una nativa pero no tuvo hijos.
Entre 1524 y 1525 se convierte al cristianismo y fue bautizado junto a su esposa, él recibió el nombre de Juan Diego y ella el de María Lucía. Fueron bautizados por el misionero franciscano Fray Toribio de Benavente, llamado por los indios "Motolinia" o " el pobre".
Antes de su conversión Juan Diego ya era un hombre piadoso y religioso. Era muy reservado y de carácter místico, le gustaba el silencio y solía caminar desde su poblado hasta Tenochtitlán, a 20 kilómetros de distancia, para recibir instrucción religiosa. Su esposa María Lucía falleció en 1529. En ese momento Juan Diego se fue a vivir con su tío Juan Bernardino en Tolpetlac, a sólo 14 kilómetros de la iglesia de Tlatilolco, Tenochtitlán. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, que solían durar tres horas a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como "Capilla del Cerrito", donde la Virgen María le habló en su idioma, el náhuatl.
Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años.Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, tras dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino. Pasó el resto de su vida dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo.
Murió el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego fue beatificado en abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II y proclamado santo el 31 de Julio de 2002 . (Biografía extraída de la agencia católica de noticias ACIPRENSA).
Nada melhor para piorar uma segunda feira do que ser acordado ao som da Banda Calypso.
Gên’ducéu, coisdilôco sô. É muita sacanagem, uai.
Sonhava um sonho tão bom, mas tão bom... quando de repente: “Acelerou, acelerou, acelerou, acelerou meu coração... “
Sonhava que estava em Recife. Praia da Boa Viagem. Tomava uma aguinha de coco enquanto conversava animadamente com a Bruna Lombardi e a Luiza Brunet (lembro vagamente que estávamos combinando e marcando alguma coisa...) quando alguém me cutuca nas costas; viro e dou de cara com o Chimbinha. No rosto, aquele sorriso ma-ra-vi-lho-so.... e para que o susto fosse completo, surge no meio de um fumacê dos diabo, Joelma! TÔ BÃO NÃO.
E a celebridade equilibrava-se sobre umas botas de uns 30cm de altura (uma na cor laranja e outra azul) e, naquela gestual “virada de cabeça” que só ela sabe fazer, dá-me uma “chicotada” com aquele cabelão e começa a cantar:
“Acelerou, acelerou, acelerou, acelerou meu coração... não dá pra’ segurar! Acelerou, acelerou, acelerou, acelerou meu coração... quero te amar!”.
Mininaducéu... acordei com o coração acelerado! Na minha cabeça ainda a imagem do Chimbinha com aquele sorriso ma-ra-vi-lho-so. Côisdilôco... TÔ BÃO NÃO.
Olha, xôfaláprocê... nada contra, mas também nada a favor... perdoe-me quem gosta do Calypso.
Pelo visto meu vizinho “ADORA” (era da casa dele que vinha a música, em plena madruga de s%$~#*< feira, umas 11:30h...) e o pior de tudo é que eu não consigo lembrar o que é que ficou acertado entre eu e minhas duas amigas, a Bruna e a Luiza...
Quando eu falo procês que S%$~#*< feira é dia de pesadelo, cês acham que é implicância minha. Mas é verdadeiramente um dia chato, amargurado, avinagrado, desaforado, empoeirado, engordurado... um dia mais engordurado do que telefone de açougueiro. TÔ BÃO NÃO...
E foi Calypso a manhã inteira...
Já que fui acordado dessa forma agressiva, arresorví levantar de vez (prá variar, metí a canela na beirada do criado mudo, soltei um berro enquanto saía “acelerado” pulando num só pé... e de maneira alguma consegui lembrar do vasinho de cactos da Sra. Abranches...). Preciso dizer mais alguma coisa? TÔ BÃO NÃO.
Mas consegui lembrar que hoje teria a minha primeira aula de Yoga e (não sei porque) pensei em desistir.
Sabe aquela sensação súbita... aquele trem esquisito que sentimos quando estamos entrando no “looping” de uma montanha russa? Poizé, igualzím.
Havia me informado o suficiente sobre o Yoga e estava muitíssimo empolgado para desistir por causa de... de... de uma bobagem de um arrepio.
Não se sabe como surgiu o Yoga (muito menos quem foi seu criador). Dizem que sua origem remonta ao período pré-histórico, sendo que a maioria dos livros afirmam que surgiu na Índia cerca de 3.000 anos a.C., sendo Shiva o seu criador.
Em 1952 houve uma grande descoberta arqueológica e passaram a ter a comprovação que a origem do Yoga é europeia (aproximadamente de 10.000 a 15.000 anos a.C.). Foram encontrados desenhos com posturas de Yoga gravados numa gruta de Addaura, na Sícilia, Itália. Vários milênios depois o Yoga teria sido levado à Índia pelos povos mediterrâneos (drávidas) e foi conservado até hoje como o conhecemos (ainda bem, pois se dependesse da cultura ocidental o Yoga já teria desaparecido há muito tempo).
Eu diria, numa forma comparativa, que o Brasil é considerado a Terra do Futebol (sendo que o futebol nasceu na Inglaterra), assim como a Índia é considerada a “Terra do Yoga”.
É uma coisa impressionante, mas todo indiano pratica Yoga... e é um povo educadíssimo! São tão educados que lá quem dirige é o carona. Côisdilôco.
E os exercícios?
E as posições que eles conseguem fazer? Jesuzamado...!!!
Olha, eu tenho o péssimo hábito de roer as unhas, mas lá eles conseguem roer as unhas dos pés... é cada posição maluca que ocê acaba por não entender onde é o pé, o que é braço e onde fica a cabeça do yogue. E conseguem meditar por longos períodos.
Sei de um caso verídico de três Yogues que estavam a meditar numa caverna.
Um deles disse:
_ Ví um tigre.
Dois anos depois o segundo Yogue respondeu:
_ Não era tigre... era leão!.
Mais um ano se passou quando de repente o terceiro disse:
_ Olha... se ficarem discutindo, vou embora!.
É... eles levam a sério esse negócio de meditação, transe, concentração, nénão? Agora já sei porque que todo Yogue só bebe suco “concentrado”... e não comem carne. Nunca! (exceto quando mordem a língua... hehehehe)
HoooOOOOOMMMMMooooooo ... foi com esse barulho que eu e a Sra. Abranches fomos recebidos quando entramos no salão do Centro de Convivência. Achei que fosse ouvir o dddddDDDDOOOOooooissss... mas ficou só no “UM” mêssss.
_ Namastê. Me saudou a atendente que, depois de confirmada a minha inscrição, cedeu-me uma camiseta lilás com o nome do grupo e me indicou o vestuário.
Sra. Abranches ficaria me aguardando na recepção e lá fui eu fazer a troca da camiseta e vestir o meu “colant” preto, presente da minha digníssima esposa.
Mininaducéu... a impressão que tive foi que o colant reduziu uns 3 números, ou então eu tinha engordado uns 6kg de quinta feira para cá (será que foram os empadões e a bacalhoada? impossível... comi tão pouco!).
Estava quase certo de que fizeram uma troca quando foram embrulhar a peça comprada, afinal de contas, experimentei tanto colant naquele dia... só podia ser isso.
Com um enorme esforço e bastante jeitinho, consegui finalmente me enfiar na peça.
Quando me olhei no espelho, levei um susto! Parecia uma berinjela gigante... TÔ BÃO NÃO.
Saí do vestuário num passinho miúdo e me dirigi ao salão principal (tinha medo de esticar muito as pernas e o colant se abrir ao meio).
Lá fui eu... fantasiado de berinjela para o salão.
A professora, muito linda, de cabelos escuros, com uma tez de um verde claro (?), uns olhos penetrantes e brilhantes, portadora de um bumbum torneado, terminava a sessão com a primeira turma.
No ambiente reinava uma paz deliciosa... uma música suave emanava das caixas de som estrategicamente colocadas em vários pontos do salão, quando então a voz doce da professora convoca a entrada da 2ª turma.
Fui me aproximando, naquele passinho miúdo, me instalando perto de um dos inúmeros colchonetes que estavam estendidos no chão. Na minha frente, a parede recoberta de espelhos, mostrava o bumbum da professora e só então é que eu consegui visualizar todos os outros alunos... todas MULHERES!
Fiquei estarrecido e envergonhado ao perceber que eu era o único homem da turma. Era o Homem Berinjela no meio de umas 20 senhoras com idade entre 60 e 80 anos...
E a professora, microfone na mão, anuncia com uma alegria incontida(que deixou-me ainda mais envergonhado), minha presença unica. Todos os olhos se voltaram para o Berinjelão. TÔ BÃO NÃO.
Explicou o que era Yoga... sua suposta origem... os inúmeros benefícios para o corpo e a para a mente, inclusive afirmando que era muito bom para a memória e para uma outra coisa que ela não lembrava no momento.
E o colant começava a me incomodar... o trem cismava em querer sair fora dos trilhos, com a parte de trás invadindo uma área territorial pouco habitada, entrando entre as minhas nádegas. Pela primeira vez na vida pude sentir e entender a sensação que uma mulher tem em usar um fio dental. TÔ BÃO NÃO.
Começou com exercício de relaxamento mental... aquela voz doce comandava e direcionava o pensamento de todos para lugares paradisíacos... menos o meu, que não conseguia ir para lugar algum com aquele trem entrando cada vez mais na minha bunda (fiquei imaginando a cena com que as Senhorinhas deparavam tendo-me à sua frente...) Coisdilôco.
Passamos a executar exercícios leves... levanta um braço... o outro... os dois... Levanta uma perna... a outra... (achei fosse pedir para levantar as duas, mas ela foi muito consciente...).
Ficamos em várias posturas leves (afinal de contas a idade média do grupo era de 70 anos...). Fizemos a posição do Galo (Kukkutasana), ficamos na posição da Cara de Vaca (Gomukhasana), a da Rã (Mandukasana), a do Leão Rugindo (Shimhasana) e outros bichos mais. E eu lá... apavorado com a possível posição da “Faca na Berinjela”.
De repente ela avisa que executaríamos o TRICONASANA. Uma coisa simples e ela nos mostra como deveria ser executado.
Estando em pé, afaste as pernas. Deixe o pé esquerdo virado para frente e o direito para o lado. Abra os braços formando um ângulo de 180º e tente tocar o pé direito com a mão direita, sem curvar as costas ou dobrar os joelhos. Tudo respeitando o limite de cada um, claro... Se não for possível apoie a mão direita na perna. Depois era para repetir para o outro lado.
Simples assim...
Bom, a primeira e a segunda parte eu consegui fazer, mas quando fui tentar tocar com a mão esquerda o pé direito, mininaducéu... eu só escutei o barulho “raaaaaaaasssgggg” e tive a certeza de que a retaguarda estava desguarnecida. E havia ainda algo mais agravante: não conseguia voltar à posição normal: TRAVEI!
Foi um alvoroço daqueles... com a Professora "Fiona" tentando acudir... com todas as meninas atrás de mim dando palpites absurdos para que eu pudesse voltar à posição normal, do tipo: “puxa a cabeça dele...”, “não... não... cada uma pega de um lado e põe ele sentado...”, uma outra disse “sopra a orelha dele”... e eu não entendi de que serviria "soprar" a minha orelha numa situação dessas...
Teve uma outra que sugeriu colocar uma cadeira para apoiar a minha cabeça, enquanto massageavam a minha coluna... e uma outra sugeriu fazer um chazinho de berinjela para eu tomar.TÔ BÃO NÃO.
Chamaram a Sra. Abranches e só escutei quando ela gritou: “Jesus Amado, você não está usando cueca?”.
Bem, resumindo a tragédia: umas quatro senhoras (cujo resultado do somatório das suas idades deveria ultrapassar os 340 anos), auxiliaram minha digníssima esposa a me conduzir até o carro... eu, Homem Berinjela... saindo num passinho miúdo... com a bunda de fora. TÔ BÃO NÃO.
Já estou bem melhor. Agora já dá para escrever e virar os olhos para os dois lados.
A dor maior... é a moral.
Decidi comprar o “Tudo sobre Yoga em 48 lições. 2 DVD´s + CD Brinde” e praticarei em casa mêsss... sem colant.
Beijos e uma semaninha de muita luz e trabalho profícuo procê.
Namastê.
õ[õ Jota-A
Henri Michaux
Ideogramas en China
a Kim Chi
Trazos en todas las direcciones. En todos los sentidos comas, rizos,
corchetes, acentos, se diría, a cualquier altura, a cualquier nivel;
desconcertantes zarzal de acentos.
Arañazos, roturas, verticales que parecen haber sido detenidas de repente.
Sin cuerpo, sin formas, sin contornos, sin simetría sin un centro, sin
recordar nada conocido.
Sin regla aparente de simplificación, de unificación, de generalización.
Ni sobrios ni depurados ni despojados.
Cada uno como dispersado,
tal es el primer momento*1
Ideogramas sin evocación.
Caracteres variados para nunca acabar.
La página que los contiene: un vacío lacerado.
Lacerado por múltiples vidas indefinidas.
Hubo, sin embargo, una época en que los signos eran aún parlantes, o casi,
ya alusivos, mostrando más que cosas, cuerpos o materias, mostrando grupos,
conjuntos, exponiendo situaciones.
Hubo una época. Hubo otras. Sin querer simplificar ni abreviar, cada una con
la tarea de desviar por su propia cuenta, se puso, enredando las pistas, a
manipular los caracteres de manera que los alejara aún más de un nuevo modo
de legibilidad primitiva.
Pasaje
El gusto por ocultar ha triunfado. La reserva, la prudencia ha triunfado, la
retención natural, la instintiva tendencia china a borrar sus huellas, a
evitar encontrarse al descubierto.
El placer de estar oculto ha triunfado. Así lo escrito en lo sucesivo
resguardado, secreto; secreto entre iniciados.
Secreto difícil, amplio, costoso al compartir, secreto para formar parte de
una sociedad dentro de una sociedad. Círculo que, durante siglos y siglos,
va a permanecer en el poder. Oligarquías sutiles.
El placer de abstraer ha triunfado.
El pincel permitió el paso, el papel facilitó el pasaje.
Lo real original, lo concreto y los signos que estaban cerca, y desde ese
momento se podía cómodamente abstraerse de ellos, abstraer, ir rápido,
rápido con bruscos trazos que se deslizan sin resistencia sobre el papel y
permiten de otro modo ser chino.
Abstraerse había ganado.
Ser mandarín*2 había ganado.
Primeramente modificados con prudencia, en el naciente irrespeto y la
alegría que «así iba bien», que siempre se seguía...
Llevados por la irresistible imprudencia de la búsqueda, los inventores -los
de un segundo tiempo- aprendieron a separar el signo de su modelo (a tientas
deformándolo, sin osar aún categóricamente cortar lo que une la forma al
ser, el cordón umbilical de la semejanza) y así se separaron, habiendo
rechazado lo sagrado de la primera relación «escrito-objeto».
La religión en la escritura retrocedía. La irreligión de la escritura
comenzaba.
Desparecidos, los caracteres «sentidos», inclinados sobre la realidad;
desaparecidos del uso, de la lengua; no desaparecidos de la piedra de las
antiguas tumbas y de los vasos de bronce de las antiguas dinastías, no
desaparecidos de los huesos adivinatorios.
Más tarde, buscados en todos los puntos del Imperio Medio, los caracteres de
antaño, cuidadosamente reunidos, vueltos a copiar, fueron interpretados por
los letrados. Un inventario, un diccionario de los signos de origen
aparecía.
¡Reencontrados!
y se reencontraba al mismo tiempo la emoción de las tranquilas
y serenas y tiernas grafías.
Los caracteres resucitados en su intención primera revivían.
A la luz de esto cualquier página escrita, cualquier superficie cubierta de
caracteres, se vuelve hormigueante y abundante...
llena de cosas, de vidas, de todo lo que existe en el mundo...
en el mundo de China.
llena de lunas, llena de corazones, llena de puertas.
llena de hombres que se inclinan.
que se retiran, que se disputan, que hacen las paces
llena de obstáculos
llena de manos derechas, de manos izquierdas
de manos que se estrechan, que se responden, que se unen
para siempre
llena de manos frente a frente,
de manos de guardia, de manos ocupadas.
llena de mañana
llena de puertas
llena de agua que cae gota a gota de las nubes
llena de barcas que cruzan de una orilla a otra
llena de levantamientos de tierra
llena de crisoles
y de arcos y de fugitivos
y llena de calamidades
y llena de ladrones que llevan bajo el brazo objetos robados
y llena de codicias
y llena de discusiones
y llena también de palabras sinceras
y llena de reuniones
y llena de niños nacidos con fortunas
y llena de huecos en la tierra
y de ombligos en el cuerpo
y llena de cráneos
y llena de fosas
y llena de pájaros de paso
y llena de recién nacidos -¡cuántos recién nacidos!-
y llena de metales en las profundidades del suelo.
y llena de vírgenes
y llena de vapores que suben de los pastizales y de los pantanos
y llena de dragones
llena de demonios que erran en el campo
y llena de todo lo que existe en el universo
así o reunido de otro modo
elegido a propósito por el inventor de signos
para estar juntos
escenas para reflexionar
escenas de toda clase
escenas para ofrecer un sentido, para ofrecer muchos,
para proponerlos al espíritu
para dejarlos emanar
grupos que derivan en ideas
o que se convierten en poesía.
Una parte del primer tesoro permanecía perdida. Etimologías seguras
permanecen sin embargo lo suficiente para que un letrado consumado en
numerosos casos reconozca de paso los orígenes y reciba, en el momento de
trazar los caracteres en su forma actual, una inspiración que viene de
lejos.
Por alejado que esté del antiguo, el carácter nuevo, puede reanimar el
objeto por la palabra.
Sin otro saber, bastaría -gracias a sus sutiles trazos matizados.
El chino, lengua hecha para la caligrafía *3 . la que induce, que provoca
el trazado inspirado.
El signo presenta, sin forzar, una ocasión de volver a la cosa, al ser que
sólo tiene que deslizarse dentro, al paso, expresión realmente expresiva.
Por largo tiempo el chino había experimentado, como en otros terrenos, el
encanto de la semejanza; primeramente la cercana, luego la semejanza lejana,
luego, la composición de los elementos semejantes.
Barrera también. Había sido preciso saltarla.
Incluso la de la más lejana semejanza. Carrera sin retorno.
Semejanza definitivamente hacia atrás.
Los chinos estaban llamados a otro destino.
Abstraer es liberarse, desatascarse.
El destino del chino en la escritura era la absoluta ligereza.
Los caracteres evolucionados convenía más que los caracteres arcaicos a la
velocidad, a la agilidad, a la viva gestualidad. Cierta pintura china de
paisaje requiere velocidad, sólo se puede hacer con la misma distensión que
la pata del tigre que salta (Sin embargo para eso hay que estar recogido,
concentrado, sin tensión.*4 )
De manera semejante el calígrafo debe primeramente recogerse, cargarse de
energía para liberarse de ella y seguidamente, descargarse de ella. De un
golpe. *5
El saber, los «cuatro tesoros» del cuarto de la literatura (el pincel, el
papel, la tinta, el tintero) es considerable y complejo.
Pero después...
La mano debe estar vacía con el fin de no obstaculizar el influjo que le es
comunicado. Debe estar lista para el menor impulso como para la mayor
violencia. Soporte de efluvios, de influjos.
...De una cierta manera semejante al agua, a lo que ella tiene de más fuerte
y liviano, de menos perceptible, como son sus pliegues*6 , que siempre
fueron tema de estudio en China.
Imagen del alejamiento: el agua que no se ata, siempre lista a
instantáneamente partir de nuevo, agua que incluso antes de la llegada del
budismo, hablaba al corazón del Chino. Agua, vacía de forma.
Yi Tin, Yi Yang, tche wei Tao
Un tiempo Yin, un tiempo Yang
He ahí la vía, he ahí el Tao.
Vía por la escritura.
Ser calígrafo, como se es paisajista. Mejor. El calígrafo es en China la sal
de la tierra.
En esta caligrafía -arte del tiempo, expresión del trayecto, de la carrera-
lo que suscita la admiración (fuera de la armonía, de la vivacidad, y
dominándolas) es la espontaneidad, que puede llegar hasta el estallido.
No imitar más a la naturaleza. Significarla. Por trazos, impulsos.
Asceta de lo inmediato, del rayo.
Tal como ellos son actualmente, alejados de su mimetismo de otros tiempos,
los signos chinos tienen la gracia de la impaciencia, el vuelo de la
naturaleza, su diversidad, su manera inigualable de saber plegarse, volver a
saltar, erguirse.
Como hace la naturaleza, la lengua en China propone a la vista, y no decide.
Su poco de sintaxis que deja adivinar, recrear, que deja lugar a la poesía.
De lo múltiple sale la idea.
Caracteres abiertos en varias direcciones.
Equilibrio.
Toda lengua es un universo paralelo. Ninguna con más belleza que la china.
La caligrafía la exalta. Ella perfecciona la poesía; es la expresión que
hace el poema válido, que avala al poeta.
Justa balanza de los contradictorios, el arte del calígrafo, marca y paso,
es mostrarse al mundo -semejante a un actor chino que entra en escena, dice
su nombre, su lugar de origen, lo que le ha pasado y lo que acaba de hacer-,
es rodearse de razones de ser, procurar su justificación. La caligrafía: se
hace patente por la manera en que se trata a los signos, en que se es digno
de su saber y se es de verdad un letrado. Por ahí, se estará... o no
justificado.
La caligrafía, su papel mediador, y de comunión, y de suspenso.
¿Qué le hubiera sucedido, en Occidente, a una lengua tuviese sólo una
parcela de las posibilidades caligráficas de la lengua china? Las épocas
barrocas que le seguirían y los descubrimientos de los individualistas, las
rarezas y extravagancias, excentricidades de toda clase...
La lengua china era capaz de ello. Ofrece en cualquier parte ocasiones para
la originalidad. Cada carácter proporciona una tentación.
Sin en autores diversos, se toma, separándolo del texto y de su contexto, un
carácter fácilmente reconocible, naturalmente bello y lleno de sentido, la
palabra corazón por ejemplo, tan alejados como estén sus trazos
constitutivos, por más que sea para recordarlo, éste sin embargo va a
revivir, por su trazado, en cualquier escriba una vida particular. Se lo
puede observar, en uno, en otro, en cada uno y por todas partes diferente.
Corazón generoso o valiente, o corazón que quiere hacer creer, o corazón
alrededor del cual sería bueno vivir, corazón pleno de paz profunda, corazón
condescendiente y cálido, o corazón que no se turba por nada, que siempre
sale adelante, o corazón liviano que no se fijará, o temeroso, o corazón
sumiso, o bien corazón que con nada parte, o corazón entrometido, o corazón
en espera, corazón que busca la aventura, o corazón seco, o plácido, o al
contrario que nada detiene, o corazón decididamente alerta, perfecto que,
incluso sobre una fibrosa hoja de papel de arroz, podrá vivir aún siglos y
dejarse admirar.
A cualquier calígrafo la propiedad del corazón, la vida del corazón le es
ofrecida. Pero no por la originalidad, sino filtrada, y a quien no se le
permite más que transparentarse.
Es mal visto, bajo y vulgar exhibirse.
La «justa proporción», el «justo lugar», es lo único que importa.
Y la página perfecta es la que «parece trazada de un solo trazo».
La China virtuosa, ocupada por la armonía, no habría apreciado lo ridículo.
La escritura debe tener una virtud tonificante. Ella es una conducta.
Mostrar un bello equilibrio, uno que sea ejemplar. Aun los apasionados que
fueron llamados «locos de caligrafía», y que perdían en ella el beber y el
comer y el sueño y el equilibrio de una vida, cuando retomaban el pincel,
trazaban caracteres exentos de desequilibrio, henchidos al contrario de un
soberbio y nuevo equilibrio.
El orden superior es dinámico.
Así la escritura china, salvada a la vez del barroco*7 , y de la rigidez,
trampas de las caligrafías.
China, país donde se meditaba sobre los trazado de un calígrafo, como en
otro país se meditará sobre un mantra, sobre la sustancia, el principio, o
sobre la Esencia.
Caligrafía junto a la cual, simplemente, permanecemos como junto a un árbol,
a una roca, a una fuente.
1 * Lo que, pareciendo letras ilegibles, fue comparado con pasos de
insectos, con inconsistentes huellas de patas de pájaros en la arena,
continúa llevando, sin cambiar, siempre legible, comprensible, eficaz, la
lengua china , la lengua viva más vieja del mundo.
2 * Reducidos, deformados como están, esos caracteres ilegibles para
centenares de millones de Chinos, sólo eran letras muertas. Mantenidos fuera
del círculo de los letrados, los campesinos, ciertamente los miraban sin
comprenderlos, pero no sin sentir que eran para ellos, esos signos ligeros,
parientes de los techos curvos, de los dragones y personajes de teatro;
también de los dibujos de las nubes, y generalmente de los paisajes de ramas
floridas y hojas de bambú que habían visto y apreciaban en imágenes.
3 Antes que caligrafía, arte de la escritura. En las otras lenguas,
excepto el árabe, la caligrafía cuando existe no es más que la expresión de
un tipo psicológica o, en las grandes épocas, de un modo ideal a menudo
religiosa. Existe rigidez, compostura recta, uniformemente recta, que hace
de las líneas son palabras, corsé de nobleza, de liturgia, de gravedad
puritana.
4 * La meditación, el recogimiento ante el paisaje puede durar veinte
horas y la pintura sólo algunas decenas de minutos. Pintura que deja lugar
al espacio.
5 * La distensión del tigre -Incluso en la religión. En el Tch`an, en el
Zen- es la intantaneidad de la iluminación que allá golpea.
6 * Pliegues profundos, pliegues finos, arrugas del agua que fluye, o
que ha caído en cascada, y que vuelve gorgoteando a la superficie. Los
pintores son célebres por sus pliegues de agua, y el admirable Wang Wei
mismo lo es por haber encontrado el pliegue "de la lluvia y de la nieve".
7 * Caligrafía salvaje.
En Japón últimamente se han tomado grandes libertades y encontrado nuevas
alegrías de desmesura con la caligrafía.
Estas libertades podrían -¿quién sabe?- dispersarse un día en el Asia china.
Traducción y prólogo de Jorge Miralles para Torre de Letras, La Habana, 2008
Pictografías, ideogramas, y otros movimientos: una breve antología
Trazos para una contra-escritura
abstraer, ir rápido, rápido con bruscos trazos...
En 1937 la galería Paul Magné, antigua galería de la Pléiade, del boulevard
San Michel anunciaba del 3 al 23 de junio las Gouaches d`Henri Michaux, pese
a las reticencias de su amigo Jean Paulhan, quien en aquel entonces ocupaba
el puesto de redactor en jefe de La N.R.F que, por aquellos años, era uno de
los centros más influyentes de la literatura y del pensamiento en Europa.
Michaux tuvo su debut como pintor después de diez años de incertidumbres y
tensiones entre escritura y pintura. La primera debido significar, desde sus
primeros libros Les rêves et la jambe (1923) y Qui je fus (1927) hasta
Voyage en Grande Garabagne (1936), la búsqueda de una aventura y de un
espacio de representación donde las palabras le llevaran a remontar el
límite de lo real, en consonancia, el imaginario del escritor no podía
lidiar con aquel otro mundo o experiencia (viajes por América y por el
Extremo Oriente, de ahí sus otros dos libros: Ecuador (1929) y Un barbare en
Asie (1933), este último traducido por Jorge Luis Borges) sin antes
agotarlos y proporcionar, a través de su escritura, un espacio interior que
luego se transformaría en signos.
De modo que al hablar de la pintura de Michaux, paradójicamente, uno se ve
enfrentado a la lectura de su escritura donde una segunda ventana se abre Au
pays de la Magie (1941), Ici, Poddema (1946), Plume (1938) para mostrarnos
los trazos de un mundo enigmático y, al mismo tiempo, fascinante. En el que
muchas veces esos animales fantásticos, insectos, plantas y monstruos
-propios del zoo michauxiano- apenas adquieren una forma definida, acabada,
sino que más bien son fragmentos de rostros, manchas diluidas, aguafuertes
que traslucen, desde una lejanía interior, la apariencia de lo real. El
espejismo de la caligrafía china y de las rupturas del lenguaje no son más
que provocaciones que se anexan a ese espacio y a su incesante voluntad
creadora por superar las barreras de contención de la crítica literaria y de
los movimientos de vanguardia.
Tanto es así, que la obra de Michaux permanece inclasificable a pesar de sus
conexiones (Paul Klee, Max Ernst y Giorgio de Chirico) con los surrealistas
y de su radicalismo a favor de un lenguaje abstracto (Wolfgang Schulze). En
más de una ocasión se declaró un solitario, al punto que hoy pudiera leerse
dentro de la tradición de los moralistas franceses:
Es un combate sin cuerpo para el cual es preciso prepararte, de tal
forma que puedas enfrentarlo en cualquier caso, combate abstracto que, al
contrario de otros, se aprende mediante el ensueño. (Poteaux d`angle
[Postes angulares], 1971)
Henri Michaux marcó rápidamente su disensión del grupo surrealista -así como
renegó, tempranamente, de su origen belga y su familia- al cual se refiere
en una carta dirigida a Francis J. Carmody el 7 de abril de 1951 donde,
apropósito de una pregunta que le hiciera un profesor norteamericano de paso
por París, declaró:
El surrealismo es un grupo y un movimiento del cual nunca he formado parte.
Jamás he colaborado, por poco que sea, en sus actividades, en sus
manifiestos, en sus revistas. Ellos nunca me han considerado como uno de
los suyos, ni citado. Hemos, ellos como yo, cuidadosamente evitado estar
reunidos, sin hostilidad, por otra parte... (Henri Michaux, J.P.Martín)
A pesar de ello, Michaux sentía una gran admiración y respeto por algunos de
los escritores y artistas surrealistas, tal es el caso de
Antione-Marie-Joseph Artaud, a quien había apoyado como integrante del
comité des amiés d´Artaud (dirigido por el pintor Jean Dubuffet) y con
quien, coincidentemente, compartía experiencias como el uso de las drogas
(LSD, peyote y hongos alucinógenos) y los viajes -experiencias del espíritu
y finalmente literarias. Por otra parte Artaud había publicado, el mismo año
de la primera exposición de Michaux, en La Nouvelle Revue Française, Un
vogaye au pays des Tarahumaras; además, el autor de Lontain intérieur (1938)
había prolongado la primera edición de Poisson Soluble de André Breton y
codirigido la revista de la literatura belga Le Disque vert en la que sus
amigos Franz Hellens y Camille Goemans eran fervientes seguidores de las
corrientes francesas de vanguardia.
Según nos cuenta, en su biografía sobre Henri Michaux, Jean-Pierre Martin
(ed.N.R.F. Gallimard, 2000) la aversión por el origen belga y sus conexiones
con el surrealismo se pusieron a prueba una vez que tuvo las primeras
referencias de la obra de Magritte quien, en noviembre de 1964, había
expuesto sus cuadros en la galería Iola y los había hecho acompañar con un
texto de A. Breton: Envergure de René Magritte. Sin embargo para Michaux,
que poco o casi nada había reparado en aquellas pinturas, "que las había
visto sobre todo en fotografías, en blanco y negro", constituyó "una
revelación" y "un llamado a la escritura".
De ahí que En rêvent à partir de peintures énigmatiques al proponer una
escritura, a través de la pintura, de inicio -desde una perspectiva, en
total complicidad con el autor de Affrontements (1972), fuera del cuadro
donde se desfigura al pasar por la grafía y se transforma una vez más en
signos- a una contra-escritura donde "lo que alguna vez fue visto" es
nuevamente evocado por su condición residual. De manera tal que los objetos,
el paisaje o "lo representado" es, antes de ser leído, un trazo.
Y dice Michaux citando a Magritte:
Cualquiera que sean los trazos, las palabras, los colores dispuestos en una
página, escribía R. M. (con Retórica), la figura que se obtiene está siempre
llena de sentido.
La primera versión de En rêvent... fue publicada en diciembre de 1964 en el
Mercure de France, pero ya desde los años cincuenta, Michaux aparece, dentro
de la crítica de arte, como uno de los iniciadores de Tachisme de la escuela
de París (Wols, Jean-Paul Riopelle, George Mathieu, Jean Fautrier y Camille
Byren) que, bajo la tutela del crítico Michel Tapié, daba renombre a un arte
no figurativo: "abstracción lírica" o "expresionismo abstracto", en el que
la mancha tiene un rol importante y donde el pintor no controla la forma
sobre el cuadro, sino, más bien, la energía empleada en los gestos al
manipular la pintura sobre el lienzo; por otra parte, conoce a los pintores
graphistes -de origen belga- Cristian Dotremont y Pierre Alechinsky que
incursionan en los orígenes de la escritura ("mi finalidad es la unidad de
inspiración verbal gráfica") y que, motivados por equivalentes gráficos como
la glosolia y los logogramas, exponene a finales de los años setenta en
París. De hecho fue P. Alechinsky quien, un día de 1978, convidó a Henri
Michaux a visitar una exposición de Dotremont y, para sorpresa de su amigo,
"se creyó plagiado" y luego, al "distinguir, a través de las pinceladas y
las bandas de tinta, las transcripciones de Dotremont, que les fueron
presentadas como una suerte de caligrafía ("Yo exagero lo escrito", decía
Dotremont), HM se calmó. Terminó por sonreír: ¿logogramas? Entonces es otra
cosa."
Sí, en opinión de Jean Gérad Lapacherie, puesto que lo que Michaux
propone es finalmente un acercamiento a la caligrafía china a través de su
propia práctica de pintura abstracta. Interpretaciones "poéticas" o
"literarias" de ideogramas que habían sido analizados por sinólogos como
Víctor Segalen y René Etiemble, abren un nuevo diálogo sobre el Oriente y,
en particular, la literatura occidental encuentra otras formas de
acercamiento a una escritura radicalmente diferente, cuyos símbolos -al
contrario del alfabeto latino- no señalan, necesariamente, a la lengua.
Unas veces, la escritura china -observa Lapacherie- está
interpretada como si sus signos fuesen imágenes de objetos. Es la
interpretación "figurista", que defienden los Jesuitas de Cantón, Etiemble
o, de vez en cuando, Segalen. Otras veces, está compuesta por símbolos
abstractos, que remiten, como las cifras y los símbolos matemáticos, a las
ideas, los conceptos o las operaciones. Es la interpretación algebrista, la
de Wilkins y la de Leibniz o, en menor grado, la de Claudel. (Henri Michaux
et les Idéogrammes, J.G. Lapacherie)
Tanto Paul Claudel (Idéogrammes occidentaux , ed. Gallimard, 1965), Henri
Michaux (Idéogrammes en China, ed. Fata Morgana, 1975) como Roland Barthes
(L´Empire des signes, ed. Skira-Flammarion, 1970) recuperan -Es necesario
señalar, dentro de la poesía francesa -aunque con una marcada diferencia de
fuentes e influencias-, los Caligramas e ideogramas de Guillaume Apollinaire
(1880-1918). Ver, Modenidad de Apollinaire, Saul Yurkievich, ed. Losada,
Buenos Aires. (pp.170'182)- al mismo tiempo que extienden sus límites- la
tradición interpretativa de la escritura china que había comenzado en
occidente con los jesuitas en el siglo XVIII y, sobre todo, con Athanasius
Kircher: China monumentis (1967), obra de la que se sirvió Gottfried Wilhelm
Leibniz para su teoría del lenguaje y de la que el autor de Mouvements
(1952) se separa, alejándose de ambas tesis: la figurista y la algebrista,
para regresar a la caligrafía china y, por mediación de ella, a la pintura
abstracta o contra-escritura. Sin embargo, a Michaux le tomó más de
cuarenta años, entre un libro y otro (de Un barbare en Asie, 1933 a
Idéogrammes en China, 1975), salir de la abstracción algebrista -como apunta
J-G. Lapacherie- y pasar a otra abstracción: "lírica, informal, caligráfica,
gestual, pictural". Es por ello que tras su primer viaje a China en 1932, se
dedicó al estudio de la literatura china y a la práctica de diferentes
estilos de escrituras: "escrituras sigilosas; inscripciones arcaicas en
fragmentos de hueso o carapachos de tortugas; escrituras antiguas
(ta-tchuan); escrituras oficiales, llamadas de funcionarios; y, sobre todo,
la famosa cursiva "cao shu" o, en la antigua transcripción ts`ao-tseu,
llamada también escritura de hierba."
Michauz debió experimentar, a través de estas escrituras arcaicas, una
búsqueda que lo aproximaba -como infatigable viajero del mundo interior:
"anti Pierre Loti, anti Paul Morand"- a las profundidades de otros mundos,
al abismo de su propio imaginario, sin duda; pero , mientras cada arañazo o
contoneo de la mano fue trazando, delineando un movimiento nuevo,
sorpresivamente nos acercaba, a medida que borraba las palabras y los
caracteres chinos sobre el papel, a aquellas insondables profundidades donde
alguna vez -¡sabe Dios cómo!- tiró el ancla un experto marinero (al igual
que Joseph Conrad y Herman Merville, Michaux se hizo marino) y nos abrió las
puertas de un arca perdida por donde emergieron ¿a lo real? Personajes y
criaturas extrañas, se nos hicieron, por fin, visibles: Émangolones, Zygelas
notatas, Orbuses, el Ouglab, Nijidus y Rocodis...; o, tal vez él, como otros
tantos viajeros a fuerza de querer habitar mundos desconocidos (...el país
de la Magia, por ejemplo), de querer vivir permanentemente límites
imposibles (los sueños, las drogas), de querer cruzar fronteras prohibidas
-aun cuando fuese dado pensarlo como real- (el imaginario), no nos trajo de
vuelta más que los restos de una escritura indescifrable, manchas, signos
encriptados en la naturaleza como aquellos que, según Bruno Roy citado por
J-P Martin, un día le llevaron -con ochenta años- a un zoológico de
Barcelona a ver a un gorila albino, bautizado con el nombre de Flocon de
neige y allí estuvieron, durante más de una hora, los dos, observándose.
Nunca sabremos con certeza qué interés pudo motivarle, qué reacciones
provocó en el visitante ensimismado que contemplaba frente a una jaula, ¿era
él o Flocon de neige quien registraba los movimientos, las piruetas, los
signos? ¿Cuál de ellos se anticipaba en un aprendizaje? ¿Buscaba el escritor
alejado de lo humano, en un tiempo mítico, descifrar sus primeros
movimientos? El restaurador -como buen humano- cierra la brecha moral,
antepone sobre el papel, un impulso que se vuelve naturaleza y escritura:
En tus primeros dibujos de niño cuando comenzabas a
garabatear, ponías en la forma humana los brazos a tu manera. Salían de la
cabeza, del pecho, de todas partes. Brazos hacia lo alto, hacia lo ancho,
brazos para estirarte, para extenderse, para extenderte más, llevarte a la
aventura, brazos de la fortuna sin saber dónde van a llegar, brazos al azar.
Y más adelante agrega, refiriéndose a los primates, en la misma página:
El chimpancé, como tú, desde que le ponen una tiza entre
los dedos, se consagra por completo a lo que los hombres adultos llaman
garabatos. Aproximativos torbellinos que no cesan. Eso es lo que él tiene
que hacer, que decir, sin fin, sin detenerse una vez que ya lo ha
encontrado. (Poteaux d`angle, 1971 [Postes angulares])
Pero no por ello, el pintor de Gouaches... o el escritor -cómo clasificar a
Michaux?- nos libera del misterio ni de la complicidad de su obra. Lecture
par H. Michaux de huit lithographie de Zao Wou-Ki, 1950 trazó, en
colaboración con el pintor y amigo Zhao Wuji, un puente -aparentemente
separado por extremos opuestos- entre dos mundos, a través del cual se fue
abriendo paso, al tiempo que, escritura y pintura, se convertían en un solo
gesto (movimiento bautizado por la crítica de arte con el nombre: "action
painting" y en el que se asocia a Jackson Pollock, Robert Rauschenberg, Mark
Rothko), en un solo texto -o contra-escritura- que más tarde le llevaría
hasta límites insospechados. Algo que después sería retomado por otros
escritores y pintores, como es el caso, en 1976, del poeta René Char y del
pintor Wilfredo Lam a propósito de una serie de poemas "ilustrados" para una
exposición en Le point cardinal, la misma galería donde Henri Michaux -al
igual que los pintores cubanos Jorge Camacho y Joaquim Ferrer- había
expuesto sus litografías. Aquellas manchas, gestos, signos o palabras
incomprensibles para algunos lectores y sobre todo para el amigo Jean
Paulhan tuvieron, como contrapartida, la insaciable curiosidad de un viajero
infatigable de "mundos interiores", en primer lugar; y luego, la complicidad
-que por aquel entonces se trataba sólo de pequeños sellos editoriales- de
dos editores apasionados y de su perspicaz visión de un libro, Bruno Roy
(ed. Fata Morgana) y René Bertelé (col. Calígrafo, ed. Gallimard),
conquistaron -a pesar del temerario pronóstico comercial-, junto con el
escritor belga, una tierra desconocida y aún indescifrable. Henri Michaux
nos legó para siempre, a través de sus trazos, las sombras chinescas de un
país mágico: el libro, éste con el que ahora -erróneamente, una vez más-
intentamos cruzar el límite tangible de lo real, es decir, tender un puente
para aproximarnos, aunque fuese brevemente, al imaginario de uno de los
poetas más radicales e inclasificables del siglo XX. O, como diría André
Gide (Découvrons Henri Michaux, 1941) sobre el autor de esta inconclusa
antología:
Sensación o pensamiento, él la sigue, sin
preocuparse de que parezca extraña, rara o incluso descabellada. La prolonga
y, como la araña, se cuelga a un hilo de seda,
dejando que el aliento poético lo arrastre, él
mismo no sabe a dónde, con todo su ser abandonado, nos hace recordar lo que
dijo Nietzche: "somos perfectamente
sinceros sólo en nuestros sueños".
Jorge Miralles
La Habana, 2008
Es necesario un obstáculo nuevo para un nuevo saber. Vela periódicamente
para provocarte los obstáculos, obstáculos para los cuales debes encontrar
una defensa... y una nueva inteligencia.
Sé capaz en cualquier sitio que te encuentres de reconocer tu eje.
Después percibirás.
El pensamiento antes de ser obra es trayecto.
El hombre transforma su cólera de tal manera que nadie la reconoce. Pero él,
siendo sensato, la reconoce... a veces.
....Tontos por haber sido inteligentes demasiado temprano, tú, no te
precipites hacia la adaptación.
Siempre guarda un poco de inadaptación.
Lo real original, lo concreto y los signos que estaban cerca, y desde ese
momento se podía cómodamente abstraerse de ellos, abstraer, ir rápido,
rápido con bruscos trazos que se deslizan sin resistencia sobre el papel y
permiten de otro modo ser chino.
Abstraer es liberarse, desatascarse.
Sin otro saber, bastaría, -gracias a sus sutiles trazos matizados.
Desaparecidos, los caracteres arcaicos que emocionaban el corazón.
Desaparecidos, los signos sensibles que colmaban a sus primeros lectores.
Desparecida la veneración, la ingenuidad, la primera poesía, la ternura en
la sorpresa del original, "encuentro", desaparecido el trazado aún
"piadoso", la tranquila cursiva.
(Intelectuales ausentes y sus vivos trazados, aún por llegar, sus trazados
de intelectuales... describa).
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The Dying of Will
Tafseer e Tustari: "Hazrat Sahl (ra) was [then] asked about a man who repents and renounces a certain sin, but then it occurs to his heart, or he sees it or hears of it and finds sweetness in that vile sin. What is to be done in such a case?
He replied: The feeling of sweetness pertains to [his] nature (ṭabʿ) and is not susceptible of change, such that a thing which is loved could become something detestable.
However, the heart’s determination can be coerced so that he can return to God, Mighty and Majestic is He, and place his dilemma before Him. Then he should force on himself and on his heart a state of rejection [of that sin] which should never leave him, for if he becomes inattentive to that state of rejection for just the blinking of the eye, it is to be feared that he will not remain safe from it."
Ramzan! The month Allah calls His Own. When Satan is shackled and the nafs is bound, at least superficially, through fasting. My routine per instruction from Qari Sahib was set; Reading the Quran as much as possible. My intention was to write one piece for the month.
The choice of topic was spectacular; the Quran. I had collected a gazillion gems for it from different lectures by Uzair. I wanted to post it on the 27th night, Laila tul Qadr. The night that the first verse was revealed upon the heart of the Beloved (peace be upon him) in the Cave of Hira where he went to meditate for years and where his beloved wife, Bibi Khadija (ratu) brought him his food.
عَنْ أَبِي هُرَيْرَةَ رضي الله عنه قَالَ: أَتَي جِبْرِيْلُ النَّبِيَّ صلي الله عليه وآله وسلم
فَقَالَ : يَا رَسُوْلَ اﷲِ، هَذِهِ خَدِيْجَةُ قَد أَتَتْ مَعَهَا إِنَاءٌ فِيْهِ إِدَامٌ أَوْ طَعَامٌ أَوْ شَرَابٌ،
فَإِذَا هِيَ أَتَتْکَ فَاقْرَأْ عَلَيْهَا السَّلْامَ مِنْ رَّبِّهَا وَمِنِّي،
وَ بَشِّرْهَا بِبَيْتٍ فِي الْجَنَّةِ مِنْ قَصَبٍ، لَا صَخَبَ فِيْهِ وَلَا نَصَبَ
As narrated by Hazrat Abu Huraira (ratu):
Hazrat Gibrael (as) came to the Prophet Muhammad (peace be upon him) and said, “Ya Rasool Allah (peace be upon you)!
This is Khadija (ratu) who is bringing with her a bowl with soup or food or drink.
When she comes to you, say to her that her Lord God sends upon her Salam and so do I and give her glad tidings of a palace in Paradise wherein there will be no noise or any fatigue.”
I honed in on the words “noise and fatigue” and how they were the harbingers of difficulty in the world.
The incident of the revelation in recorded in the following manner in Fatih ul Bari ;
Begin excerpt “The Softest Heart”
أَنَّ النَّبِيَّ صَلَّى اللَّهُ عَلَيْهِ وَسَلَّمَ قَالَ:
أَتَانِي جِبْرِيلُ بِنَمَطٍ مِنْ دِيبَاجٍ فِيهِ كِتَابٌ قَالَ اقْرَأْ
قُلْتُ: مَا أَنَا بِقَارِئ
Said the Prophet Muhammad (peace be upon him), “Gibrael came to me with a book placed on a sheet of silk, and said, ‘Read!’
I said, “I do not have a reader.”
It is true that as soon as the Quran was recited by the Prophet of God (peace be upon him) in front of the Kuffar who felt spellbound by its beauty, the first accusation they leveled against him was that he was a poet, then that he was a magician, then that he was Majnun.
ن ۚ وَالْقَلَمِ وَمَا يَسْطُرُونَ
مَا أَنتَ بِنِعْمَةِ رَبِّكَ بِمَجْنُونٍ
وَإِنَّ لَكَ لَأَجْرًا غَيْرَ مَمْنُونٍ
وَإِنَّكَ لَعَلَىٰ خُلُقٍ عَظِيمٍ
بِأَييِّكُمُ الْمَفْتُونُ فَسَتُبْصِرُ وَيُبْصِرُونَ
Nun. (I swear) by the pen, and all that which they write (therewith)! You are not, by your Sustainer's grace, a madman! And, verily, yours shall be a reward never ending.
And you (stand) on an exalted standard of character. And (one day) you will see, and they (who now deride you) shall see which of you is afflicted with madness.
Surah Al Qalam, Verses 1-4
The most common understanding of the incident of the first revelation to the Prophet Muhammad (peace be upon him) is different from what I have written above.
It is that when Hazrat Gibrael (as) came to him and said, “Iqra,”
“Read,” he replied, “I cannot read” as opposed to “I do not have a reader.”
After the dialogue repeating thrice, Hazrat Gibrael (as) said:
اقْرَأ باسم رَبك
“Read in the Name of your Lord God.”
People have never understood why the Prophet Muhammad (peace be upon him) was an Ummi,’ the one who does not read or write. They don’t understand that the God who can do anything, if He chooses to make His Beloved (peace be upon him), the manifestation of perfection, then there has to be a significant reason behind it. The trite explanation for this that I have seen is that he didn’t read or write so that when he would reveal the Quran to the Meccans, he would not be accused of writing it himself. But he was accused of thinking it up himself regardless so what’s the difference?
Pir Naseeruddin Naseer (ra) offers another explanation for why the Prophet (peace be upon him) is created as Ummi’ by God:
God makes His Last Messenger (peace be upon him) share His own Sunnah (habit/actions): God also does not read, He has others do it for Him. He does not write, others do it for Him. He wanted the Prophet Muhammad (peace be upon him), the one who he created in His Image more than anyone else, to share that attribute with Him.
It’s a very subtle point that only a certain kind of mind can appreciate. Personally I love it! It reminds me of a line of a couplet of Jigar Muradabadi.
میری کیا مجال جو دخل دوں ، میں کسی کے راز ونیاز میں
Who am I to interfere in His Secrets and His Bestowing, how much to whom?
Another Sufi thought that I heard behind why the one who possesses all the knowledge and wisdom of the Universe since its Creation does not write is that it is simply a matter of love. If The Beloved (peace be upon him) did write, what he would write most is the word “Allah.” Since the pen would be above and the word written below it, it was not acceptable again in the realm of adab, regard.
Later in the year, I would read in the Tafseer e Jilani the explanation for the verse in which Allah Ar-Rafi’, The Elevating One, says to His Prophet (peace be upon him):
سَنُقْرِئُكَ فَلَا تَنسَىٰ
We shall teach you, O Muhammad (peace be upon you) and you will not forget (of what you have been taught).
Surah Al-A’la, Verse 6
Tafseer e Jilani: We will make you from Ourself a reader who watches and reads Our Revelations and Inspirations even though you are an Ummi’ for I created you to be above the norms of reading and writing. So you will memorize and safeguard all of it and you will express your gratitude continuously for it so that there will never be any lessening or addition or alteration to it.
End excerpt “The Softest Heart”
In any case, those who think of the angel Gibrael (as) as the Prophet’s (peace be upon him) teacher have not read the following hadith again invoking the same verse.
سَنُقْرِئُكَ فَلَا تَنسَىٰ
We shall teach you, O Muhammad (peace be upon you)
and you will not forget (of what you have been taught).
Surah Al-A’la, Verse 6
The exegesis of the verse in the Tafseer Ruh Al Bayan is as follows: When Gibrael (as) came to the Holy Prophet (peace be upon him) with the verse of Surah Maryam and recited it, (the first verse being four letters of the Arabic language);
كهيعص
Kaf, Ha, Ya, 'Ayn, Sad.
Surah Maryam, Verse 1
the Holy Prophet (peace be upon him) said, “I know its meaning and intent.”
Gibrael (as) said, “Kaaf.”
The Holy Prophet (peace be upon him) said, “I know its meaning and intent.”
Gibrael (as) said, “Haa.”
The Holy Prophet (peace be upon him) said, “I know its meaning and intent.”
Gibrael (as) said, “Yaa.”
The Holy Prophet (peace be upon him) said, “I know its meaning and intent.”
Gibrael (as) said, “‘Ain.”
The Holy Prophet (peace be upon him) said, “I know its meaning and intent.”
Gibrael (as) said, “Suaad.”
The Holy Prophet (peace be upon him) said, “I know its meaning and intent.”
Gibrael (as) said, “O Prophet of Allah (peace be upon you)! What majesty is this? I myself don't know the meaning of this and you know it.”
But nothing I had planned for the month came to pass. For starters Qari Sahib got Corona. That alone sent me into a tailspin. My ablutions became more intense. I couldn’t write anything. He is the one who helps me with my references. I need the original text which is in Arabic or Urdu books in his online archive. Then I always need to study and translate the tafaseer with him.
The second happening that threw a wrench into the desire of worship was my building outdoor table tennis tables in a local park in Lahore. It wasn’t just any park either. It was the Kohinoor of all 800 parks in the city; Bagh e Jinnah. I had pitched the idea to the PHA (Parks and Horticultural Authority) on April 10th. They had been extremely enthusiastic about it. Two weeks later on the 27th I presented them with my plan and another two weeks later, a day after Ramzan started, we broke ground.
I went to the site every day at 7:30 am and stayed there for hours. I didn’t know the first thing about construction so my input was zero. I sat there like a dummy. The contractor and other workers would say, “Baji, go home” but I stayed. I don’t know why. I felt like I should be there. It felt hotter because of the fast but the heat wasn’t unbearable. I don’t mind heat. If I was an animal I would be a camel. Still, by the time I got home in the afternoon I was exhausted. I would collapse on my bed with alarms ringing an hour later for other stuff I had to do. For the first time in years I barely had time to even check email once a day.
For the next three weeks, I was deeply immersed in all things worldly. I joked with a friend of mine that I didn’t have a single experience at the site that motivated me to write even a sentence. Otherwise if I traveled anywhere for just a weekend, a story emerged from within me. The whole experience was physically arduous. But the real test of the month was spiritual and it came totally out of the blue.
The best I can explain what happened is this; a ghost from my past appeared. That’s all it was; an apparition. I was supposed to stay still. That was the test, my reaction was being watched. Instead of remaining where I was and letting destiny play itself out, caving to impulse, I ran towards it and all hell broke loose. Maulana (ra) writes about it perfectly;
What you seek is seeking you.
When I run after what I believe I want,
my days are a furnace of stress and tension.
But if I sit in my own place of patience,
what I need flows to me itself, without any pain.
From this I understand that
what I am seeking is also seeking me
is looking for me and attracting me.
There is a great (Divine) Secret here
for those who can comprehend it.
The weird thing is I had successfully applied the principle in the past. Usually I waited and watched. Precisely because of the poem and obeying the instruction given in it in no uncertain terms. But for some reason my zahir and batin, overt and inner beings, were in acute separation.
In all my writing for years I have been using the words zahir and batin without knowing exactly what they meant. My understanding of the two words was limited to the zahir being my superficial intention and the batin my deeper, real intention. The first could sometimes be falsehood but the latter was always the truth. The first was rooted in the nafs, the latter in the qalb, the seat of recognition of God in the heart.
Since they were never aligned, I felt the dichotomy between them when nothing went according to expectation. I thought I would be doing things for one reason but they would be for entirely another! This time they were moving in polar opposite directions, ripping me apart in the process.
I had recently come across the definitions of both words from Hazrat Najmuddin Qubra (ra), an honored disciple of Ghaus Pak (ra) in the Tafseer e Jilani;
“Know that for each thing that exists in the Universe there is a zahir and a batin.
The different forms of zahir: Sometimes it is the jism, a mass, because it has a length and a width and a height so it takes space and can be split into parts. Sometimes zahir is the duniya, the world, because it comes from the root donow, which means becoming near. Therefore the world is called duniya because it is near ehsaas, our feelings.
Sometimes zahir is the surat, the face, because it has a form and it can be felt through the five senses. Sometimes zahir is the shahadat, witnessing, because through it something can be testified to. Sometimes zahir can be mulk, a kingdom, because it comes in an ownership and it can be controlled and made subordinate.
The different forms of batin: The batin of each and every thing is sometimes called roohaniyat, spirituality, because it has no length, width and depth that takes space and splits into parts. Sometimes batin is called akhirat, because akhirat means that which comes after. In terms of sensing something, the inner (batin) becomes known after the overt (zahir), hence batin is called that which comes in the end.
Sometimes batin is called ma’ana, essence or reality, because it does not have an apparent form and it cannot be felt physically. Sometimes it is called ghaib, unseen, because it is absent for the overt senses. Sometimes it is called malakut, the kingdom where there is no possession or control, but it is connected with the outer world.”
As soon as I ran after what I believed I wanted, my days became “a furnace of stress and tension.” And I knew exactly why. Prior to taking the misstep, I had done an istakahara to know how to behave in the situation and the verse that had come for me was this;
وَإِذَا قَرَأْتَ الْقُرْآنَ جَعَلْنَا بَيْنَكَ وَبَيْنَ الَّذِينَ لَا يُؤْمِنُونَ بِالْآخِرَةِ حِجَابًا مَّسْتُورً
And when you recite the Quran, We place between you and between those who (do) not believe in the Hereafter a veil hidden.
Surah Al-Isra’, Verse 45
In the tafseer of the verse I read that Allah is saying that sometimes Nabi Kareem (peace be upon him) would be so deeply engrossed in reading the Quran, delving in its depths, searching for the pearls of benefits in Divine Commands, that he would forget about safeguarding himself from harm. Then Allah would, in order to protect him, from those who do not believe in the Afterlife, place a thick barrier between them and him as a veil. They would not be able to see him through that veil and therefore became unable to do him harm.
The only part of the verse that I felt was for me was the "veil." Allah had veiled me but in following my desire, I had ripped what was protecting me and exposed myself to a nightmare. For what, one might wonder? Nothing! Because when I did finally reach what I was chasing, it was literally nothing. The apparition disappeared like it was never even there but by then the veil was gone and for the first time in my life after decades, I felt alone. It was devastating because I live my life alone and have for a long time. But this was something else.
After that feeling came the real fruit of my disobedience; bitterness. I have been wayward most of my life yet never felt bitter. Or even felt punished. I realized then the difference was because in those days I was in the category of those who didn’t mean to be defiant.
ٱلَّذِينَ يَجْتَنِبُونَ كَبَـٰٓئِرَ ٱلْإِثْمِ وَٱلْفَوَٰحِشَ إِلَّا ٱللَّمَمَ ۚ
إِنَّ رَبَّكَ وَٰسِعُ ٱلْمَغْفِرَةِ ۚ
هُوَ أَعْلَمُ بِكُمْ إِذْ أَنشَأَكُم مِّنَ ٱلْأَرْضِ وَإِذْ أَنتُمْ أَجِنَّةٌ فِى بُطُونِ أُمَّهَـٰتِكُمْ ۖ
فَلَا تُزَكُّوٓا۟ أَنفُسَكُمْ ۖ
هُوَ أَعْلَمُ بِمَنِ ٱتَّقَىٰٓ
Those who avoid major sins and indecencies, except for minor lapses excepted.
Indeed, your Lord’s Forgiveness is vast.
He knows you well, ever since He created you from the earth and ever since you were embryos in your mothers’ wombs. So do not attest to your own virtues. He knows best as to who is conscious of Him.
Surah An-Najm, Verse 32
But knowing something, following it and then being disobedient, striving towards closeness with God and then turning away from Him, that had consequences unforeseen.
One might then ask, “So what is bitterness like?”
For me it was two things. First I became unable to be happy for someone else. Even when what happened to them was something I myself had wished for them for ages. Like this one friend of mine who called me and said there was shift in her marriage. For the better. After a decade of misery and anger flung around the house, trapping the spouses and the children in its ugly vortex. My reaction to the news was totally muted.
It was so unlike me I noticed it immediately. I didn’t say one positive thing to her. All that left my mouth was “You know you could have done this sooner.” And perhaps more strictly, “Obedience is the prerequisite for guidance” which is a fact but there was no need to say it. It was such a happy occasion. Instead of laughing with her about it and congratulating her, I was numb. Caught up in my feelings of misery. I was too busy gouging my soul.
روی نفس مطمئنه در جسد
زخم ناخنهای فکرت میکشد
Like nails, evil thoughts scratch the face of the Nafs e Mutmainna, your soul.
فکرت بد ناخن پر زهر دان
میخراشد در تعمق روی جان
Know that your wicked thoughts are as if dipped in poison.
Delving into them deeper only damages the face of the soul more.
I wonder if the reverse applied. Does bitterness prevent one from being able to feel another person’s sadness as well?
The other manifestation of the feeling for me was the appearance of badgumani, a word I had been unfamiliar with personally here to forth. It loosely translates as misunderstanding. For me it was the insertion of paranoia into my own heart by my own self, sowing seeds of mistrust and doubt about the sincerity of another person. Except when bitterness prevails, then the badgumani starts applying to everyone.
I have been on the receiving end of the emotion but not felt the emotion myself. Or if I had I couldn’t remember when it last happened. Without question, distrust is one of the heaviest, most negative feelings in the world. Being suspicious about others, second guessing their motive and intention, the whole thing was exhausting, both physically and mentally.
Taking that one step on my own made me feel more alone than when members of my family died in succession within months of each other. Because then I was under that veil. Difficulty ceased to exist or was always bearable. Then it would always pass.
In these days, I was reading Surah Al-An’am when I got the chance. When I reached the end, I came across a line that explained what was happening.
قُلْ أَغَيْرَ اللَّهِ أَبْغِي رَبًّا
وَهُوَ رَبُّ كُلِّ شَيْءٍ
وَهُوَ رَبُّ كُلِّ شَيْءٍ وَلَا تَكْسِبُ كُلُّ نَفْسٍ إِلَّا عَلَيْهَا
Say, “Why would I look for a lord other than God when He is the Lord of all things?”
Each soul is responsible for its own actions and no one bearer of burdens will bear the burdens of another.
Surah Al-An’am, Verse 164
Hazrat Najumiddin Kubra (ra) in the Tafseer e Jilani; “O you who is unaware! Why would I want anyone other than Allah when He is my Beloved and the lover never wants anyone else except their beloved. If the lover happens then to desire anything other, then Allah is still the Lord of each thing. When the Lord is mine, then the thing is also mine. Whereas if I embrace anyone or anything other than Him, I will never attain it. Even if I gain some goodness from it, it will eventually become a difficulty upon me.”
Subhan Allah!
Even when I wasn’t religious I had a relationship with Allah in which He protected me. Now when I look back at the hardest times, I see how I brought them all upon myself. But then I didn’t know how to behave. My E.Q. was zero. I was all bravado caught up in a repetition of patterns that continually deepened the grooves of my dysfunction.
I can’t say that through this experience I didn’t gain wisdom. Confucius’ promise finally came true; Wisdom can be gained through experience, as opposed to emulation which is easy or reflection, hard, but only with bitterness. I had never chosen “experience” before. I focus all my attention on the stress-free route; emulation.
Tafseer e Tustari: "Sahl (ra) was asked about the words of the Prophet , ‘Seeking knowledge is an obligation (farīḍa) for every Muslim’.
He said, ‘This refers to the knowledge of [one’s] state (ḥāl).’
He was asked, ‘What is the knowledge of [one’s] state?’
He replied: 'Inwardly it is sincerity (ikhlāṣ) and outwardly it is emulation (iqtidāʾ). Moreover, unless a person’s outward [self] (ẓāhir) is leading his inner [self] (bāṭin), and his inner self is the perfection (kamāl) of his outward self, he will merely be fatiguing his body.'"
I related to a friend of mine my experience of the week. She looked at me amazed.
“It sounds like magic.”
I didn’t understand what she meant.
“Magic?”
“Yes. For all that to happen in days. For you to realize what was happening so quickly. People live in that state for so long.”
I pondered upon her words. Then I realized at least one reason why I had been so quick to understand what was going on. At the end of the day what saved me was that I’m a wuss, an emotional weakling. I cannot bear or sustain emotional pressure for very long. I think it runs in my family.
My mother had weak nerves. She was prone to nervous breakdowns from a young age. She couldn’t sustain emotional pressure at all. Maybe that’s why she was married thrice during a time when a single divorce carried heavy stigma in society. Even her family, her father and brother, despite being from an extremely conservative feudal background, never forced her to stay in a situation that was unhappy for her. That made a huge impact on my life in terms of moulding my personal outlook. In my relationships, if I felt lovelessness making roots, I had no choice but to exit. Long-term facades were not happening for me.
In this case, my bitterness and badgumaani, my silent reproach, didn’t last more than four days. It was by far the worst four days of my life. Worse than the times I felt intense depression and couldn’t get out of bed for weeks. Because that was more self-pity than anything else. There was little recognition, much less admission, of any personal transgression.
This trial ended because I couldn’t stop crying about what I had done wrong. There it was again appearing as the savior; repentance. Who would have thought just feeling truly badly about doing something brought with it the heavenly ease of salvation.
I was reminded that one of Iblis’ favourite tactics of misguiding is not letting people admit their error and instead just buckling down obstinately on their position. I had heard a story in one of Uzair’s lectures that once Iblis came to Pharoah and said to him, “What is it that you think you have come to possess that you have claimed to be god? I have immeasurable knowledge and much more power than you but never have I even thought to make such a claim.”
His words alarmed Pharoah. He thought about it in the night and made a decision. The next day when Iblis came he said to him, “I have decided that I will continue everything as is. Do whatever I wish to whoever I want. But I will no longer call myself god.”
Iblis looked at him sorrowfully and said, “I think it’s too late for such a reversal. If you now say that, you will lose much more than your credibility. If I were you, I would now just continue as you have been.”
Strangely enough, a lot of clerics have the same attitude as well. I know of people who went to many in Lahore, one after another, looking for redemption, seeking forgiveness, wanting to express repentance, explore change and instead were told that it was too late. They were older in years so they heard the same thing Iblis said to Pharoah. “You're too far gone. You may as well just stay as you are.”
I recalled a hadith which I have otherwise only focused on again and again in my writing because of the first part; controlling the tongue. But there it was; redemption and deliverance lay in crying in recognition of a mistake.
عَنْ عُقْبَةَ بْنِ عَامِرٍ، قَالَ: قُلْتُ: يَا رَسُولَ اللَّهِ، مَا النَّجَاةُ؟
قَالَ: أَمْسِكْ عَلَيْكَ لِسَانَكَ وَلْيَسَعْكَ بَيْتُكَ وَابْكِ عَلَى خَطِيئَتِكَ
As narrated by Hazrat Uqba Bin Amir (ratu):
I asked, ”Ya Rasool Allah (peace be upon you)! Where lies salvation?”
He replied, “Keep your tongue in control, have your home capable of holding you and shed tears upon your mistakes.”
Then I remembered the line I had used in the video I had made for Maulana (ra) from the Masnavi;
تا نگرید ابر کے خندد چمن
تا نگرید طفل کے جوشد لبن
Till rain doesn’t fall from the clouds, the deadness of the earth remains.
Till the child doesn’t cry, the mother doesn’t nurse it.
گفت "ولیبکوا کثیرا " گوش دار
تا بریزد شیر فضل کردگار
And remember that Allah said, “they should weep a lot,”
so that the Mercy of God is showered upon them.
My test really ended when I wrote a letter to God. I told Him that I felt like I had been in a boat by myself, sailing blissfully through an ocean calm, then rowed myself into a vortex voluntarily. Now I needed help to get out of it because I was drowning with no end in sight. I wasn’t alive and I wasn’t dead. I wept and wept and invoked Nabi Kareem (peace be upon him) asking for forgiveness for the sake of His Beloved. That is when feeling of being distraught dissipated and I felt calm.
And thus I returned under the veil. I started feeling like myself again. The hardness of my heart cracked. I wrote to my friend whose marriage was changing and told her how elated I was for her. I felt happy. I sang out loud and twirled around in my room.
In the days after when someone I loved disappointed me, I noticed my reaction became different. Before I would be irritated for sure, even if I was able to exercise silence and not react. My heart thought badly of them because what they did was unprovoked and clearly unfair.
Now, though, having taken a ride on the train that they were spending most of their time on in their present, I didn’t think of them negatively. I would just stare at them and think how it was exactly like how I had been feeling and behaving. Perhaps there was no other way for me to soften my stance towards them without being exactly the same as them.
Later I thought about what happened deeply. I wondered why I had regressed so badly after so long. After all that blissful while that I had sat in my place of not wanting anything and seeing what I needed flow to me. A thought occurred to me. I had been brandishing my latest video as my “masterpiece.” There was a line in it that went a little something like this; whatever you pursue and make your destiny, the striving for it will not let you have any peace in your life.
No wonder Nabi Pak (peace be upon him) and all the Auliya Karam in his emulation, prayed fervently for their free will to be taken from them forever.
اللَّهُمَّ رَحْمَتَكَ أَرْجُو فَلَا تَكِلْنِي إِلَى نَفْسِي طَرْفَةَ عَيْنٍ
وَأَصْلِحْ لِي شَأْنِي كُلَّهُ لَا إِلَهَ إِلَا أَنْتَ
The most honored Prophet of Allah (peace be upon him) said, “O Allah, it is Your mercy that I hope for so do not leave me in charge of my affairs even for a blink of an eye and rectify for me all of my affairs.
None has the right to be worshiped except You.
Even for a blink of an eye!
I wondered with sadness what would happen to the ensuing generations who can’t seem do anything except what they want, when they want, impatient for full charge of their affairs as early as possible.
The “veil” I keep referring to is in fact the prize of surrendering one’s free will. Submerging one’s wishes into the irada, Will, of Allah and following that lead.
Ghaus Pak (ra) in Al-Fath Ar-Rabbani; “When the possibility of rejecting destiny, changing it, erasing it, going against it doesn’t exist, then why do you make a will contradicting Allah’s Will? When only that reaches you which He wills, then you should not want anything at all yourself. And when that cannot happen which He does not wish for you, then don’t put your nafs and your qalb, your self and your heart within the heart, in baseless difficulty by desiring it.
Surrender everything to your Lord. Turn your focus towards Him and with the hand of repentance hold on to His Mercy. Then you will always be in the state when bearing all the hardships of the world will become easy. Leaving desires and lusts will become easy and you will not complain about it and you will not be stung by it.”
I guess in that state then it doesn’t matter what comes one’s way. If it is happiness one is grateful. If it’s sadness, one is patient while not thinking of the ordeal as difficult and not wanting it to end. And if it happens to be humiliation, then even that has its upside most supreme.
Hazrat Bayazid Bastami (ra) sought His Lord for 40 years.
“I tried everything I knew to find My Lord but I did not find Him. Finally one night, during Tahajjud, I went into sajda (prostration) and continuously wept. And I said to Him;
ما وجدت شياء يتقرب به اليه تعالى إذ رأيت كل نعمت يتقرب به للا لوهية فيه مدخل
“I did not find anything that drew me closer to my Lord when I saw that all blessings that create closeness to Allah have, in them, some distortion."
فقلت يا رب بماذا أتقرب إليك؟
So I said, “O Lord! By what do I come closer to You?”
That night was the first time I heard The Voice and He said to me;
تقرب الي بما ليس لي
“Come towards Me with that which is not Mine and not for Me.”
I was astonished by the words and I asked;
ما الذي ليس لك يا رب
“What is there in this Universe that is not You and not for You?”
He said;
الذلة و الافتقار
“Humiliation and humility."
When I first heard the story I couldn’t get over the first word; humiliation. But there is a difference between humiliation borne for the self and the zillat borne for Allah’s Sake. In the first, which is part of everyone’s life in one relationship or another, there is martyrdom, then self-righteousness and almost always a limit of tolerance.
When crossed one explodes and retreats, sometimes forever. Or stays and repeats the cycle becoming even harder than before. In the second, there is surrender to Divine Will and therefore infinite patience even when the pain is intense. That is gifted for the chosen few who know that the source of all things is only God.
I learnt from Ghaus Pak (ra) the reason to lend understanding to anyone who is overtly doing something wrong.
“For example, when you see someone who doesn’t pray, then you tell them to do so because it is the command of the Sharia’ but understand that in the Knowledge of Allah, if the person had been written as a Namazi, the one who says their prayers, then for sure they would have done so. But they are ma’zoor i.e. they are excused because no one has the ability to go against their taqdeer, their ordained destiny.
So in this way, when they were not able to listen and obey to advice and orders and instruction, whether it was given gently or firmly, then in the rank of your own knowledge, know that they are ma’zoor, not accepting guidance, so don’t become prideful on your own deeds (for having been granted ability) and stay firm in your belief of having been chosen.”
The read, which was actually a footnote, was a remarkable find for me who has trouble not interfering in other people’s spiritual journeys. Again it was about surrender! Except this time it’s not for one’s own self but in the acceptance of the journey of another. That if it is incongruent to one’s own, it’s ok.
Qari Sahib explained it wonderfully. “Think of it like the Azaan,” he said. “Some come to pray, others don’t and the call of the Azaan continues.”
And of course there was a reference from the Quran. The verse was different because in it Allah has Nabi Kareem (peace be upon him) address not the Muslims but every single human being.
قُلْ يَا أَيُّهَا النَّاسُ قَدْ جَاءَكُمُ الْحَقُّ مِن رَّبِّكُمْ
فَمَنِ اهْتَدَىٰ فَإِنَّمَا يَهْتَدِي لِنَفْسِهِ
وَمَن ضَلَّ فَإِنَّمَا يَضِلُّ عَلَيْهَا
وَمَا أَنَا عَلَيْكُم بِوَكِيل
Say, “O Mankind! The Truth has come to you from your Lord.
Whoever chooses to follow the path of guidance, it is for his own good. And whoever chooses to go astray, does so to his own loss. I am not responsible for your conduct."
Surah Yunus, Verse 108
Funnily enough is the hard thing was supposed to be the tables in the park. Everything about the execution of the project was unknown to me. We were doing something for the first time. There was nothing but X factors from start to finish. But for that Qari Sahib had me read two nafal on Day One surrendering everything to Allah and Nabi Pak (peace be upon him). After that even when things seemingly didn’t go right, I didn’t feel bad or angry or worried. Everything about it was fine with me.
In the end everything is in a balance whether we see that or not. Everything is placed in the place it deserves to be placed in; that is the classical definition of adl, justice. Each single thing is held accountable for its own actions. Even inside the same person different parts, like the nafs and the qalb, cannot be blamed for one another.
Hazrat Najmuddin Kubra (ra) in the Tafseer e Jilani; “By its nature, the ease and satisfaction of the nafs lies in the world and its artificial and false adornments. The nafs desires the opposite of that which is commanded by God and this is what becomes its burden. In this state, it travels towards the most base of ranks and none other than the nafs can carry the weight of its weakness.
The qalb will not be held accountable or answerable for the encumbrances of the nafs as long as it is safeguarded from the regretful negativity of the nafs and possesses the light of imaan, faith. For in the intrinsic nature of the qalb is placed the love and desire of Allah.
Only when the qalb follows the nafs does Allah, in His Wrath, make the two equal. In this case, the mirror of the qalb becomes rusted by the habits and attributes of the nafs. When the qalb follows in the footsteps of the desires of the nafs and becomes trapped by its lusts, it loses its original intended purpose.
By Allah’s Command it was supposed to be the seat of taharat (purity), safa (cleansing), salamati (peace), zikr (remembrance), fikar (reflection), tauheed (One-ness), imaan (faith), tawakul (reliance), sidq (truth), ikhlas (sincerity) and bandagi (obedience). When it rejected this Command and fell into waywardness, it became liable for the burden of its sins.
Just as Allah has said;
كَلَّا بَلْ رَانَ عَلَىٰ قُلُوبِهِم مَّا كَانُوا يَكْسِبُون
Nay! But, their hearts have been corroded by what they do (earn).”
Surah Al-Mutaffifin, Verse 14
In my 30s I used to say to people if there was something that wiped the slate clean, no matter what someone did before, it was marriage. In my 50s, I learn repentance does the same. Within that it’s one thing when someone apologizes for something and entirely another when they do so with tears. It’s unlikely I will ever know the feeling of being the vice-regent of Allah on Earth, having been “created in the best mould” but this Ramzan I certainly experienced the asfala safileen, the depths of despair;
ثُمَّ رَدَدْنَاهُ أَسْفَلَ سَافِلِين
Then We returned him to the lowest of the low.
Surah At-Teen, Verse 5
Tafseer e Jilani; “Because of their own misdeeds, when Our Will decided it, we deprived Man from his highly exalted status and relegated him to the lowest of states where his fulfillment, desires and hopes are tied to the world.”
Still in the last ashara’, last 10 days of the month, which is exclusively for escape from the fires of Hell, I experienced Allah as Al-Ghafoor and Al-Wadood.
وَهُوَ الْغَفُورُ الْوَدُود
And He is Oft-Forgiving, the Most Loving.
Surah Al-Burooj, Verse 14
Tafseer e Jilani; “He is bound by His Mercy to be the Forgiver and The One who hides sins. He erases the sins of those who repent with sincerity and become obedient, no matter what the sins are, in number or type. He loves the repentance of the sinner who asks for forgiveness with sincerity. When they plead before Him, when they are bent in fear and shame, when they are regretful of their sins, that ask for forgiveness is beloved to Him.
In the end, I felt sad that on the 27th of Ramzan I was not able to post the piece on the Quran that I had intended. Qari Sahib was still not well. Still we managed a phone call and I discussed some of my translations for this writing. Instead, I read the Quran. It so happened that I reached the last verse of Surah Al-An’am.
وَهُوَ الَّذِي جَعَلَكُمْ خَلَائِفَ الْأَرْضِ
وَرَفَعَ بَعْضَكُمْ فَوْقَ بَعْضٍ دَرَجَاتٍ لِّيَبْلُوَكُمْ فِي مَا آتَاكُمْ
إِنَّ رَبَّكَ سَرِيعُ الْعِقَابِ
وَإِنَّهُ لَغَفُورٌ رَّحِيم
It is He who has made you His Vice-regent on this Earth and has raised some of you in rank above others so that He might test you by means of what He has given you.
Your Lord is swift in punishment but He is also forgiving and Merciful to all.
My eyes read the tafseer of the verse and wept as I translated it, the words piercing my heart.
وَهُوَ الَّذِي جَعَلَكُمْ خَلَائِفَ الْأَرْضِ
“It is God who has sent you as His Appointee on this Earth as the one who is able to become the reflection of His Attributes.
وَرَفَعَ بَعْضَكُمْ فَوْقَ بَعْضٍ دَرَجَاتٍ
In gaining those Attributes He has made given some of you preference over others.
لِّيَبْلُوَكُمْ فِي مَا آتَاكُمْ
So you will be tested on the capabilities and strengths that were bestowed upon you to see if you are using them to consummate the purpose of your creation or for other means.
إِنَّ رَبَّكَ سَرِيعُ الْعِقَابِ
The one who destroys their natural ability without purpose will be punished swiftly.
وَإِنَّهُ لَغَفُورٌ رَّحِيم
Similarly, the one who heeds advice and seeks forgiveness and makes the intent to come towards the right path through repentance will find that Allah is Benevolent towards them.”
The road towards Tauheed, the One-ness of Allah, is paved with the dying of the will. Over and over, again and again. This Ramzan I learnt that quite literally. I experienced Hell but for an instant and it was unbearable. Prayers I uttered entirely in obedience to Nabi Kareem (peace be upon him), copying his words exactly, saved me from myself. The one that became my favourite was this;
قُلْ إِنَّ صَلَاتِي وَنُسُكِي وَمَحْيَايَ وَمَمَاتِي لِلَّهِ رَبِّ الْعَالَمِين
Say, O Beloved (peace be upon you), "Indeed, my prayer and worship, and my living and my dying are for Allah, Lord of the worlds.”
The words were so intense I had to look up Ghaus Pak’s (ra) tafseer of it.
Tafseer e Jilani: “Oh Messenger who completes prophet-hood, who is the reflection of the essence of Allah’s Tauheed, One-ness, say, while entrusting your entire affairs and all that which is happening with you and by you to your Lord, “Indeed, the inclination of all my organs and parts, my entire being (zahir and batin) and all my worship, which is the means of my gaining closeness and connection with my Lord in my life in this world and the Hereafter, are only and only for Allah, The One who is The Controller of all His Kingdoms by His Will in every aspect, for everything belongs to Him and He is the Lord of all the Worlds.”
It was a comforting relief for me to discover that which I love cannot become detestable to me. A feeling my nature considers sweet is not susceptible to change. The apparition was not my enemy. I did not have to dislike it if I loved it. My "sin" was my lunging towards it for the umpteenth time instead of patiently standing where I was and letting the ghost play its test out, whatever it was. After all, it appeared for a reason.
At each point in the journey when one stumbles, hope appears. If one is attached to those who stand at the destination as a result of being guided by Allah's Beloved (peace be upon him), there is always a beckoning from them to get up and move forward. There is no prolonged self-pity. There is no extended distress.
Ghaus Pak (ra) says that the batin is the bird, the qalb its cage. The qalb a bird, the body its cage. The body a bird, the grave its cage. The grave is the cage for all creation that everyone has to enter. Before that dying come a thousand deaths for the seeker. And as I learnt, a thousand lives. Only through each does one edge towards fulfillment of purpose.
Sahel Tustari (ra): "The heart has a thousand deaths, of which the ultimate is being cut off (qaṭīʿa) from God, Mighty and Majestic is He; and the heart has a thousand lives, of which the ultimate is the encounter (liqāʾ) with God, Mighty and Majestic is He. Furthermore, with each sinful act the heart undergoes a death, and with each act of obedience it receives [new] life."
That Allah is His Infinite Generosity offers vice-regency to all human beings astonishes me. Even acquiring a single attribute of The Divine seems invisibly far. The hand of repentance, however, that reaches His Mercy via Nabi Kareem (peace be upon him) brings everything in one's reach. Fresh starts, clean slates, new choices, different endings. In every moment, in every day. In the end, inspired by the hadith Qudsi I have learnt recently, I will find myself to be only that which I think I am.
Tafseer e Tustari: "Hazrat Sahel (ra) said: Struggle against your lower self with the sword of opposition! Place upon its [back] the burdens of remorse (nadam), and guide it through the desert plains of fear (khawf), so that you may turn it back to the path of repentance (tawba) and contrition (ināba). Repentance is not acceptable except from one who feels perplexed at his plight, grief-stricken at this situation, and confounded in his heart at what has happened to him."
"The Kingdom of God is at hand: repent and believe in the Gospel." Mark 1:15
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Eis que de repente deu vontade de um rosinha queimado (o fato de ter visto várias fotos de esmaltes desse tom contribuiu para isso). Aproveitei então para estrear o lindo do Energia, comprado há pouco tempo.
Tá um friozinho delicioso em São Paulo e achei que esse tom casou muito bem com o tempo. Foram duas camadinhas do esmalte e uma do top coat da Ideal. O brilho ficou maravilhoso, bem espelhado, mas em algumas unhas ficaram uns sulcos e eu DETESTO quando isso acontece. Também não gosto de passar um mundo de top coat, acho terrível de limpar. Bom, pelo menos isso serviu para eu lembrar por que o Ideal tava encostado, ainda mais depois de ter usado o Seche Vite na última esmaltação. Seche, nunca mais te abandono!
Nada melhor do que satisfazer uma vontade com um esmalte lindo. Estou mega apaixonada!
Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. "Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó".
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
"Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia".
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: "Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.
LA CURACIÓN DE JUAN BERNARDINO
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir "aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.
LA TILMA DE JUAN DIEGO
La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.
LA CORONACIÓN
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito "tierra" anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo -"luz verdadera que ilumina a todo hombre"- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la "aurora consurgens" que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive", derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: "onmes vos fratres estis" (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso. .
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.
SAN JUAN DIEGO
San Juan Diego nació en 1474 en el "calpulli" de Tlayacac en Cuauhtitlán, México, establecido en 1168 por la tribu nahua y conquistado por el jefe Azteca Axayacatl en 1467. Cuando nació recibió el nombre de Cuauhtlatoatzin, que quiere decir "el que habla como águila" o "águila que habla".Juan Diego perteneció a la más numerosa y baja clase del Imperio Azteca, sin llegar a ser esclavo. Se dedicó a trabajar la tierra y fabricar matas las que luego vendía. Poseía un terreno en el que construyó una pequeña vivienda. Contrajo matrimonio con una nativa pero no tuvo hijos.
Entre 1524 y 1525 se convierte al cristianismo y fue bautizado junto a su esposa, él recibió el nombre de Juan Diego y ella el de María Lucía. Fueron bautizados por el misionero franciscano Fray Toribio de Benavente, llamado por los indios "Motolinia" o " el pobre".
Antes de su conversión Juan Diego ya era un hombre piadoso y religioso. Era muy reservado y de carácter místico, le gustaba el silencio y solía caminar desde su poblado hasta Tenochtitlán, a 20 kilómetros de distancia, para recibir instrucción religiosa. Su esposa María Lucía falleció en 1529. En ese momento Juan Diego se fue a vivir con su tío Juan Bernardino en Tolpetlac, a sólo 14 kilómetros de la iglesia de Tlatilolco, Tenochtitlán. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, que solían durar tres horas a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como "Capilla del Cerrito", donde la Virgen María le habló en su idioma, el náhuatl.
Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años.Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, tras dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino. Pasó el resto de su vida dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo.
Murió el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego fue beatificado en abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II y proclamado santo el 31 de Julio de 2002 . (Biografía extraída de la agencia católica de noticias ACIPRENSA).
Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. "Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó".
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
"Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia".
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: "Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.
LA CURACIÓN DE JUAN BERNARDINO
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir "aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.
LA TILMA DE JUAN DIEGO
La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.
LA CORONACIÓN
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito "tierra" anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo -"luz verdadera que ilumina a todo hombre"- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la "aurora consurgens" que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive", derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: "onmes vos fratres estis" (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso. .
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.
SAN JUAN DIEGO
San Juan Diego nació en 1474 en el "calpulli" de Tlayacac en Cuauhtitlán, México, establecido en 1168 por la tribu nahua y conquistado por el jefe Azteca Axayacatl en 1467. Cuando nació recibió el nombre de Cuauhtlatoatzin, que quiere decir "el que habla como águila" o "águila que habla".Juan Diego perteneció a la más numerosa y baja clase del Imperio Azteca, sin llegar a ser esclavo. Se dedicó a trabajar la tierra y fabricar matas las que luego vendía. Poseía un terreno en el que construyó una pequeña vivienda. Contrajo matrimonio con una nativa pero no tuvo hijos.
Entre 1524 y 1525 se convierte al cristianismo y fue bautizado junto a su esposa, él recibió el nombre de Juan Diego y ella el de María Lucía. Fueron bautizados por el misionero franciscano Fray Toribio de Benavente, llamado por los indios "Motolinia" o " el pobre".
Antes de su conversión Juan Diego ya era un hombre piadoso y religioso. Era muy reservado y de carácter místico, le gustaba el silencio y solía caminar desde su poblado hasta Tenochtitlán, a 20 kilómetros de distancia, para recibir instrucción religiosa. Su esposa María Lucía falleció en 1529. En ese momento Juan Diego se fue a vivir con su tío Juan Bernardino en Tolpetlac, a sólo 14 kilómetros de la iglesia de Tlatilolco, Tenochtitlán. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, que solían durar tres horas a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como "Capilla del Cerrito", donde la Virgen María le habló en su idioma, el náhuatl.
Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años.Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, tras dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino. Pasó el resto de su vida dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo.
Murió el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego fue beatificado en abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II y proclamado santo el 31 de Julio de 2002 . (Biografía extraída de la agencia católica de noticias ACIPRENSA).
Friday night I'm going nowhere
All the lights are changing green to red.
The first 2 lines of David Gray's song "Babylon" were strangly correct at the moment. Except it was Friday at noon...
Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. "Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó".
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
"Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia".
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: "Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.
LA CURACIÓN DE JUAN BERNARDINO
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir "aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.
LA TILMA DE JUAN DIEGO
La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.
LA CORONACIÓN
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito "tierra" anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo -"luz verdadera que ilumina a todo hombre"- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la "aurora consurgens" que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive", derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: "onmes vos fratres estis" (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso. .
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.
SAN JUAN DIEGO
San Juan Diego nació en 1474 en el "calpulli" de Tlayacac en Cuauhtitlán, México, establecido en 1168 por la tribu nahua y conquistado por el jefe Azteca Axayacatl en 1467. Cuando nació recibió el nombre de Cuauhtlatoatzin, que quiere decir "el que habla como águila" o "águila que habla".Juan Diego perteneció a la más numerosa y baja clase del Imperio Azteca, sin llegar a ser esclavo. Se dedicó a trabajar la tierra y fabricar matas las que luego vendía. Poseía un terreno en el que construyó una pequeña vivienda. Contrajo matrimonio con una nativa pero no tuvo hijos.
Entre 1524 y 1525 se convierte al cristianismo y fue bautizado junto a su esposa, él recibió el nombre de Juan Diego y ella el de María Lucía. Fueron bautizados por el misionero franciscano Fray Toribio de Benavente, llamado por los indios "Motolinia" o " el pobre".
Antes de su conversión Juan Diego ya era un hombre piadoso y religioso. Era muy reservado y de carácter místico, le gustaba el silencio y solía caminar desde su poblado hasta Tenochtitlán, a 20 kilómetros de distancia, para recibir instrucción religiosa. Su esposa María Lucía falleció en 1529. En ese momento Juan Diego se fue a vivir con su tío Juan Bernardino en Tolpetlac, a sólo 14 kilómetros de la iglesia de Tlatilolco, Tenochtitlán. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, que solían durar tres horas a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como "Capilla del Cerrito", donde la Virgen María le habló en su idioma, el náhuatl.
Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años.Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, tras dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino. Pasó el resto de su vida dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo.
Murió el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego fue beatificado en abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II y proclamado santo el 31 de Julio de 2002 . (Biografía extraída de la agencia católica de noticias ACIPRENSA).
Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. "Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo".
Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó".
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
"Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia".
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: "Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.
LA CURACIÓN DE JUAN BERNARDINO
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir "aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.
LA TILMA DE JUAN DIEGO
La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.
LA CORONACIÓN
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito "tierra" anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo -"luz verdadera que ilumina a todo hombre"- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la "aurora consurgens" que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive", derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: "onmes vos fratres estis" (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso. .
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.
SAN JUAN DIEGO
San Juan Diego nació en 1474 en el "calpulli" de Tlayacac en Cuauhtitlán, México, establecido en 1168 por la tribu nahua y conquistado por el jefe Azteca Axayacatl en 1467. Cuando nació recibió el nombre de Cuauhtlatoatzin, que quiere decir "el que habla como águila" o "águila que habla".Juan Diego perteneció a la más numerosa y baja clase del Imperio Azteca, sin llegar a ser esclavo. Se dedicó a trabajar la tierra y fabricar matas las que luego vendía. Poseía un terreno en el que construyó una pequeña vivienda. Contrajo matrimonio con una nativa pero no tuvo hijos.
Entre 1524 y 1525 se convierte al cristianismo y fue bautizado junto a su esposa, él recibió el nombre de Juan Diego y ella el de María Lucía. Fueron bautizados por el misionero franciscano Fray Toribio de Benavente, llamado por los indios "Motolinia" o " el pobre".
Antes de su conversión Juan Diego ya era un hombre piadoso y religioso. Era muy reservado y de carácter místico, le gustaba el silencio y solía caminar desde su poblado hasta Tenochtitlán, a 20 kilómetros de distancia, para recibir instrucción religiosa. Su esposa María Lucía falleció en 1529. En ese momento Juan Diego se fue a vivir con su tío Juan Bernardino en Tolpetlac, a sólo 14 kilómetros de la iglesia de Tlatilolco, Tenochtitlán. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, que solían durar tres horas a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como "Capilla del Cerrito", donde la Virgen María le habló en su idioma, el náhuatl.
Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años.Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, tras dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino. Pasó el resto de su vida dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo.
Murió el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego fue beatificado en abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II y proclamado santo el 31 de Julio de 2002 . (Biografía extraída de la agencia católica de noticias ACIPRENSA).
De repente, você se pega triste, confuso, sem muita fé, nem esperança, por causa de muitos problemas acontecendo ao mesmo tempo, ou mesmo por causa da ausência deles.
Sente como se estivesse vivendo dentro de uma noite eterna. Cansativa.
Seu coração já não bate mais com força.. Bate fraco, por conveniência, por obrigação..
Esta noite escura, sem perspectiva de luz, lhe dá a sensação de quase-morte..
Mas chega!!!
Chega de sofrimento, de dor, de desespero..
Chega de escuridão.. E noites que nunca acabam..
Deixe seu coração amanhecer!
Deixe a luz entrar..
E volte a viver..
Intensamente..
Para Monnik...
Um beijo.
Claudia Fernandes ®
Ceilândia, Brasília, DF, Brasil 26/7/2016 Foto: Andre Borges/Agência Brasília.
Um chamamento público para seleção de duplas de repentistas e de trios de forró pé de serra foi publicado nesta quinta-feira (28) no Diário Oficial do Distrito Federal. Os artistas farão parte dos eventos Sexta do Repente e Sabadão do Forró, que serão celebrados de agosto a dezembro na Casa do Cantador, em Ceilândia.
Leia a matéria no site da Agência Brasília: bit.ly/2azAZdw