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(Thai) sacred basil, (Thai) holy basil, krapao [กะเพรา], Tulsi or Tulasi (india), Hot Basil, Ocimum sanctum. =>Little bit furry. Religious use in India, culinary use in Thailand.
Lees meer over thaise heilige basilicum op www.aziatische-ingredienten.nl
Making pesto. This is the type of thing I prefer to do.
Meeting with realtors, quibbling about actual square footage, debating the merits of finishing my second floor attic, worrying about which moving company to choose, and generally trying to make things appear perfect...I can't wait til all this is finished.
My summer has been a whirlwind.
I want a new camera.
I miss Flickering.
I move in less than a month.
Whheeeeee!
Basilica de los Remedios
Ntra. Sra. de los Remedios es elevado a la
dignidad de BASÍLICA MENOR, por Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El jueves 22 de octubre de 1998, a las 5:00 p.m. Justo Mullor García, Nuncio Apostólico en México, con Ricardo Guizar Díaz Arzobispo de Tlalnepantla,
acompañados de cuatro Obispos de México
Rectores de Santuarios de México,
200 Presbíteros,
Diáconos y Religiosos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla,
proclama ante el pueblo de Dios,
en Solemnísima Liturgia, el Decreto y el Breve por el que S.S. Juan Pablo II
eleva el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios a la dignidad de Basilica
Versión del historiador Alejandro Rosas en su libro Mitos de la Historia de México: de Hidalgo a Zedillo. Editorial Planeta
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
L'intérieur de la Basilique Souterraine de Lourdes. Quasiment invisible depuis l'extérieur, cette basilique ressemble à l'intérieur à un immense squelette de baleine. L'autel est au centre, entouré de tous cotés par les bancs pour les fidèles. Des images de saints ou de bienheureux entourent la nef. La température est bien plus froide à l'intérieur qu'à l'extérieur.
J'ai pris plein de photos de cette basilique, mais sans trépied, elles sont toutes floues. Sauf celle-ci...
Merci de ne pas mettre d'image dans vos commentaires. Please do not put any picture in your comments.
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
The Cathedral was built between 1956 and 1962 and was designed by Sir Basil Spence, following the destruction of the old mediaeval Cathedral in 1940 through enemy bombing.
It was decided to build the new Cathedral adjacent to the old one, which was left in its semi-ruined state with its undamaged 14th century tower. It would in fact be the third Cathedral in Coventry, as this had been a religious site for nearly 1000 years.
There was a competition for the design which was won by the Scottish architect Basil Spence. The unorthodox design was intended to be "a casket of jewels" and contains many works from famous artists.
The Cathedral was consecrated on 25 May 1962.
The Cathedral was built at right angles to the old one, and therefore aligns north-south.
It is built in red Hollington sandstone with green slate cladding and a concrete roof. There is a nave of seven bays, although the aisles are full height, with slender piers tapering at the base. They rise to a concrete ribbed canopy with timber between the ribs. There is no clerestory. The nave walls are angled in a sawtooth fashion with tall stained-glass windows. The nave and chancel are as one.
The (liturgical) west end has a fully glazed wall with engraved figures of saints and angels by John Hutton. The (liturgical) east wall has no window, but is dominated by a large tapestry of Christ in Glory by Graham Sutherland.
There are two chapels, one to the north east (The Chapel of Christ the Servant) and one to the south west (The Chapel of Unity).
The baptistery area to the south east has a full height slightly curved window with closely spaced mullions containing nearly 200 small windows. It was designed by John Piper and painted by Patrick Reyntiens. The font is made with a boulder from near Bethlehem.
On the exterior wall is a sculpture by Epstein of Saint Michael and Lucifer.
The low roof is crowned by a metal fleche topped by a cross.
The organ is by Harrison and Harrison, divided in galleries either side of the altar.
There is an open western (southern) porch linking the two cathedrals. There are also lower levels to the Cathedral with further display and administration rooms. There is also an attached cafe.
Pic by Jenny
Basilica de los Remedios
Ntra. Sra. de los Remedios es elevado a la
dignidad de BASÍLICA MENOR, por Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El jueves 22 de octubre de 1998, a las 5:00 p.m. Justo Mullor García, Nuncio Apostólico en México, con Ricardo Guizar Díaz Arzobispo de Tlalnepantla,
acompañados de cuatro Obispos de México
Rectores de Santuarios de México,
200 Presbíteros,
Diáconos y Religiosos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla,
proclama ante el pueblo de Dios,
en Solemnísima Liturgia, el Decreto y el Breve por el que S.S. Juan Pablo II
eleva el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios a la dignidad de Basilica
Versión del historiador Alejandro Rosas en su libro Mitos de la Historia de México: de Hidalgo a Zedillo. Editorial Planeta
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
I've been growing basil on window sill from seed. It's terribly exciting. There has been some disagreement about whether each seedling should be given their own pot. Anyone know?
Basil is a common aromatic herbs in the mint family, the same family as other herbs including oregano and Rosemary. Basil is used to add flavor to a variety of recipes but some of it’s many uses and health benefits may surprise you.
Basil essential oil contains compounds that help the basil plant defend itself from predators like bugs rodents in strains of bacteria found in the soil. When we ingest basil essential oil, we experience similar benefits.
Basil essential oil also is proven to help support a wide range of health conditions which makes it one of the most important therapeutic herbs known today. Basil essential oil is known to be an anti-inflammatory, anti-bacterial and powerful resource to help the body respond to stress.
Basil is also considered an antidepressant buy some since it can positively impact brain function and help stimulate neurotransmitters that regulate hormones responsible for positive emotions.
An easy recipe to maximize the therapeutic benefits and flavor of Basil Oil is our simple Pesto. Place all ingredients in a blender and blend until creamy: 2 drops basil essential oil, 8 oz. jar sun-dried tomatoes, 2 cups fresh basil, two cloves garlic, 1/4 cup pine nuts 1/4 cup olive oil and 1/4 cup grated cheese.
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
Basilica de los Remedios
Ntra. Sra. de los Remedios es elevado a la
dignidad de BASÍLICA MENOR, por Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El jueves 22 de octubre de 1998, a las 5:00 p.m. Justo Mullor García, Nuncio Apostólico en México, con Ricardo Guizar Díaz Arzobispo de Tlalnepantla,
acompañados de cuatro Obispos de México
Rectores de Santuarios de México,
200 Presbíteros,
Diáconos y Religiosos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla,
proclama ante el pueblo de Dios,
en Solemnísima Liturgia, el Decreto y el Breve por el que S.S. Juan Pablo II
eleva el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios a la dignidad de Basilica
Versión del historiador Alejandro Rosas en su libro Mitos de la Historia de México: de Hidalgo a Zedillo. Editorial Planeta
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
Basilica de los Remedios
Ntra. Sra. de los Remedios es elevado a la
dignidad de BASÍLICA MENOR, por Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El jueves 22 de octubre de 1998, a las 5:00 p.m. Justo Mullor García, Nuncio Apostólico en México, con Ricardo Guizar Díaz Arzobispo de Tlalnepantla,
acompañados de cuatro Obispos de México
Rectores de Santuarios de México,
200 Presbíteros,
Diáconos y Religiosos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla,
proclama ante el pueblo de Dios,
en Solemnísima Liturgia, el Decreto y el Breve por el que S.S. Juan Pablo II
eleva el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios a la dignidad de Basilica
Versión del historiador Alejandro Rosas en su libro Mitos de la Historia de México: de Hidalgo a Zedillo. Editorial Planeta
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
Il Santuario di Nostra Signora di Bonaria è un complesso religioso della città di Cagliari situato in Piazza Bonaria, in cima al colle omonimo.
Santuario mariano più importante della Sardegna per la Chiesa cattolica, è costituito da una chiesa piccola (il vero e proprio Santuario, di origini trecentesche) a cui si affianca un tempio più grande, elevato al titolo di Basilica Pontificia Minore da Pio XI nel 1926. Il santuario della Vergine di Bonaria è officiato dai padri mercedari, che abitano l'adiacente convento, ed è sede parrocchiale del quartiere di Bonaria.
Il Santuario, primo esempio di architettura gotico-catalana in Sardegna, sorge sul Colle di Bonaria, nel luogo (allora detto di Buenaire, cioè "buona aria") in cui il re Alfonso d'Aragona, nel 1324, aveva fatto costruire un castello fortificato per conquistare il Castello di Cagliari, roccaforte dei Pisani.
Nel 1335 il re donò la chiesa ai frati dell'Ordine di Santa Maria della Mercede, che vi costruirono un convento, che ancora abitano.
La costruzione della Basilica, che affianca il Santuario, risale al 1704, quando i frati mercedari decisero di edificare una chiesa più grande in onore della Vergine di Bonaria. La chiesa, costruita su progetto dell'architetto piemontese Antonio Felice De Vincenti, era stata progettata in origine in stile barocco; i lavori subirono però delle interruzioni, e verso la fine del XVIII secolo vennero affidati all'architetto Giuseppe Viana, che rielaborò il progetto in stile neoclassico.
Nel corso dell'Ottocento i lavori subirono ancora diversi rallentamenti; l'edificio venne infatti terminato solo nel 1926, anno in cui il Papa Pio XI gli conferì il titolo di Basilica Minore.
Durante la seconda guerra mondiale l'edificio subì gravi danni dovuti ai bombardamenti; venne ristrutturato tra il 1947 e il 1960 e poi di nuovo nel 1998.
Il Santuario di Bonaria è stato visitato il 24 aprile 1970 da Papa Paolo VI, da Papa Giovanni Paolo II il 20 ottobre 1985 e da Papa Benedetto XVI il 7 settembre 2008 durante la sua visita a Cagliari.
Secondo la leggenda, il 25 marzo 1370 una nave partita dalla Catalogna fu sorpresa da una tempesta. I marinai decisero allora di gettare in mare tutto il carico, tra cui una pesante cassa. Appena la cassa venne gettata in mare, la tempesta si placò.
La cassa approdò quindi a Cagliari, proprio sotto il colle di Bonaria; i frati del convento, apertala, vi trovarono una statua in legno di carrubo della Vergine Maria che tiene con una mano in braccio il Bambino Gesù e nell'altra ha una candela accesa Santa Maria della Candelora.La devozione alla statua miracolosa si diffuse immediatamente in tutta la Sardegna, specie tra i marinai che la invocano come protettrice.
Narra infatti sempre la leggenda che la navicella d'avorio, offerta in ringraziamento alla Vergine da una devota, che era stata appesa davanti alla statua con una corda di canapa, avesse iniziato a muoversi segnando i venti che spiravano fuori dal golfo di Cagliari e che i marinai, prima di prendere il mare, si recassero sempre nel Santuario.
I conquistadores spagnoli diedero per devozione il suo nome alla capitale dell'Argentina, Buenos Aires.
Il 13 settembre 1907 papa Pio X proclamò la Madonna di Bonaria Patrona Massima della Sardegna.
Maggiori info:
it.wikipedia.org/wiki/Santuario_di_Nostra_Signora_di_Bonaria
Basilica de los Remedios
Ntra. Sra. de los Remedios es elevado a la
dignidad de BASÍLICA MENOR, por Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El jueves 22 de octubre de 1998, a las 5:00 p.m. Justo Mullor García, Nuncio Apostólico en México, con Ricardo Guizar Díaz Arzobispo de Tlalnepantla,
acompañados de cuatro Obispos de México
Rectores de Santuarios de México,
200 Presbíteros,
Diáconos y Religiosos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla,
proclama ante el pueblo de Dios,
en Solemnísima Liturgia, el Decreto y el Breve por el que S.S. Juan Pablo II
eleva el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios a la dignidad de Basilica
Versión del historiador Alejandro Rosas en su libro Mitos de la Historia de México: de Hidalgo a Zedillo. Editorial Planeta
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
Basilica de los Remedios
Ntra. Sra. de los Remedios es elevado a la
dignidad de BASÍLICA MENOR, por Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El jueves 22 de octubre de 1998, a las 5:00 p.m. Justo Mullor García, Nuncio Apostólico en México, con Ricardo Guizar Díaz Arzobispo de Tlalnepantla,
acompañados de cuatro Obispos de México
Rectores de Santuarios de México,
200 Presbíteros,
Diáconos y Religiosos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla,
proclama ante el pueblo de Dios,
en Solemnísima Liturgia, el Decreto y el Breve por el que S.S. Juan Pablo II
eleva el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios a la dignidad de Basilica
Versión del historiador Alejandro Rosas en su libro Mitos de la Historia de México: de Hidalgo a Zedillo. Editorial Planeta
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
Basilica de los Remedios
Ntra. Sra. de los Remedios es elevado a la
dignidad de BASÍLICA MENOR, por Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El jueves 22 de octubre de 1998, a las 5:00 p.m. Justo Mullor García, Nuncio Apostólico en México, con Ricardo Guizar Díaz Arzobispo de Tlalnepantla,
acompañados de cuatro Obispos de México
Rectores de Santuarios de México,
200 Presbíteros,
Diáconos y Religiosos de la Arquidiócesis de Tlalnepantla,
proclama ante el pueblo de Dios,
en Solemnísima Liturgia, el Decreto y el Breve por el que S.S. Juan Pablo II
eleva el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios a la dignidad de Basilica
Versión del historiador Alejandro Rosas en su libro Mitos de la Historia de México: de Hidalgo a Zedillo. Editorial Planeta
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
Ci_058
août 2003 - Croatie
Porëc, Saint Euphrasias ou Basilique euphrasienne - 553-563, style byzantin
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne
La basilique Sainte-Thérèse est située à Lisieux, en France. Sa construction a débuté en 1929 et sa consécration a eu lieu en 1954. Aujourd'hui, elle est le deuxième lieu de pèlerinage en importance en France (après celle de Lourdes).
Labellisé « Patrimoine du xxe siècle », elle a été inscrite au titre des monuments historiques le 14 septembre 20102 puis classée le 7 septembre 2011.
Sainte Thérèse de Lisieux ayant été béatifiée en 1923 et canonisée en 1925, il fut décidé de construire une grande basilique vouée au pèlerinage dans la ville où elle avait vécu et où elle était morte. En effet, la dévotion à la nouvelle sainte attirait rapidement des foules de plus en plus importantes.
Ce projet, lancé par l'évêque de Bayeux et Lisieux, Mgr Lemonnier, reçut le soutien total du pape Pie XI qui avait placé son pontificat sous le signe de sainte Thérèse. Il a été entièrement financé par des dons et souscriptions spécifiques venus du monde entier.
Les travaux ont été commencés le 30 septembre 1929, la première pierre étant posée ce jour par le cardinal Charost, légat du pape. Ils furent supervisés par deux architectes de père en fils, les Cordonnier — Louis Marie Cordonnier, mort en 1940, puis son fils Louis-Stanislas Cordonnier (décédé le 25 août 1960). Les travaux continuèrent au ralenti entre 1939 et 1944 à cause de la Seconde Guerre mondiale. Rendu au culte à la fête de l'Ascension en 1951, le monument ne fut terminé qu'après la guerre.
La basilique a été bénie le 11 juillet 1937, par le cardinal Pacelli, légat du pape et futur Pie XII puis consacrée le 11 juillet 1954 par l'archevêque de Rouen, Mgr Martin en présence du légat du pape, archevêque de Paris, Mgr Feltin.
En juillet 2012, la basilique accueillit le tout premier congrès européen du Tiers-Ordre franciscain qui se conclut, le 12 juillet, par une messe dédiée aux Martin, parents de sainte Thérèse (jour anniversaire de leur mariage); Zélie Martin était d’ailleurs aussi membre du dit Tiers-Ordre.
Description
Précédé d'un vaste parvis, le monument se trouve sur une colline, en limite de la cité qu'il domine de sa masse imposante.
De style composite (dit romano-byzantin), l'architecture de la basilique est fortement inspirée par celle de la basilique du Sacré-Cœur à Paris3. Par ses dimensions, l'édifice, construit en béton armé et granit, se compare aux plus grandes cathédrales :
longueur : 104 m ;
largeur du transept : 50 m ;
largeur de la nef : 30 m ;
hauteur du dôme : 95 m ;
hauteur de la coupole : 50 m ;
la croix surmontant l'ensemble mesure 1,70 m ;
hauteur des voûtes : 37 m ;
superficie : 4 500 m2.
C'est une des plus grandes églises construites au xxe siècle ; elle peut accueillir 4 000 personnes. La structure de base, qui a été terminée avant la guerre, a subi peu de dégâts lors des bombardements qui détruisirent Lisieux aux deux tiers ; elle a probablement été épargnée grâce à sa position en limite d'agglomération. Sa décoration a été entreprise dans les années 1950.
L'édifice est en forme de croix latine, avec nef, chœur et transept. La croisée est surmontée d'une imposante coupole. Le transept sud reçoit le reliquaire offert par le Pape Pie XI à la basilique. Le volume intérieur est d'un seul tenant, sans nefs collatérales ni déambulatoire : du fait de l'absence de colonnes, tous les fidèles qui assistent aux offices en ont une vue sans obstruction. La plus grande partie de l'intérieur de la basilique est couverte de mosaïques.
Les sculptures sont de Robert Coin, les dessins des cartons des mosaïques et des vitraux de Pierre Gaudin.
Les orgues de la maison Beuchet Cavaillé-Coll, construites en 1936, installées et restaurées par Victor Gonzalez vers 1950 (55 jeux, 3 claviers).
L'édifice contient 18 autels mineurs offerts par différentes nations en ex-voto à sainte Thérèse. À partir de l'entrée, dans le sens inverse des aiguilles d'une montre :
Nef, côté droit : Mexique - Espagne - Italie
Transept, côté droit : Ukraine - Chili
Chœur, côté droit : Brésil - Argentine - Portugal
Chœur, côté gauche : États-Unis - Colombie - Grande-Bretagne
Transept, côté gauche : Écosse - Allemagne - Cuba - Irlande
Nef, côté gauche : Canada - Belgique - Pologne