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Aprofitant que encara som en temporada de tòfona, vam acudir pensant en demanar aquest carpaccio de vedella amb foie i tòfona. Una combinació guanyadora (vedella i foie) magnificada per una tòfona esplèndida, que vaig gaudir com mai.
En la zona del Parque Natural de Doñana encoramos a un simpático señor que busca trufas ayudado de un pincho y una faca. Nos muestra sonriente los frutos de la mañana.
Anchoas trufadas con crema de maíz. Bueno, pues si las sardinas requerían ración completa, ésta debería ser doble. Tan deliciosas como efímeras.
El segundo apertivo fueron estos ñoquis de calabaza con suero de parmesano y juliana de trufa. Realmente buenos.
Ontem fiz minhas primeiras Trufas, fiz napolitanas, de brigadeiro, beijinho , baunilha e morango, rum e de nozes. Ficaram deliciosas.
Espatarrant el bikini de “codillo” (braó) i mantega de tòfona. Molt planxat, molt saborós i delicadament perfumat per la tòfona. Top!!
Fora del menú ens van donar a tastar la llebre a la Royal que ja coneixíem d’una ocasió anterior. Una interpretació suculenta i personal, molt ben resolta i ben perfumada per la tòfona. Gràcies!
Fricandó de tendons amb rossinyols. Col·lagen a dojo, densitat i alta intensitat gustativa, una mica a l’estil del Goulash de tendons que servien a la darrera etapa del Capritx. Llavis enganxats.
En Ca L’Ignasi perseveran en su intento de ofrecer parte del territorio en cada plato, y lo hacen utilizando principalmente producto de proximidad, respetando aromas y sabores tradicionales y con el horno de leña de encina como principal aliado. Después de unas cuantas incursiones damos fe de que en esta moderna y acogedora casa se sigue consolidando esa apuesta clara, coherente y de calidad. Es por ello que repetimos y repetiremos.
En la fotografía: los canelones con bechamel trufada recién salidos del horno de leña. Un plato rotundo y consistente que es pura lujuria.
Lo mejor: el confort del atractivo comedor; los canelones, el postre, la tarta de castañas de los petit fours
Lo peor: el cochinillo
Recomendado: desplazarse hasta Can Colom (un centenar de metros calle abajo) para aprovisionarse de la tradicional “pilota” asada y otros embutidos como la excepcional sobrasada; acercarse hasta la cercana población de Tavertet para disfrutar del encanto paisajístico de sus alrededores
Pèsols 100% Garrofal amb rovell d’ou, parmentier i oli de tòfona. Pèsols petits i tendres, perfectes!, col·locats sobre una fina parmentier, rematats amb botifarra negra esmicolada, un rovell d’ou i perfumats amb l’oli de tòfona que realment els hi venia molt bé. Gran plat, sí senyor!
El canelón de pularda con trufa y colmenillas a la crema también lo conocíamos y estuvo estupendo (aquí un cuarto de ración ya que pedimos media para dos). Pasta gruesa, relleno sustancioso y buen remate con la crema y las setas.
Coca de Brie amb tòfona servida en dues mitges racions (aquí una d'elles). La combinació del formatge una mica temperat i la tòfona (sempre molt aromàtica en aquesta casa) és imbatible. Magnífic començament.
Comencem amb unes petites llesques de pa torrat amb tòfona, sal i oli que arriben com a aperitiu. Molt bé.
Este queso se elabora en la Quesería Finca Pascualete, que se encuentra en Trujillo, provincia de Cáceres. Finca Pascualete es una empresa de carácter familiar cuyos orígenes se remontan a los primeros años del siglo XIII.
El Pastura es un queso de pasta blanda que se hace con leche pasteurizada de ovejas. Su elaboración está inspirada en una receta tradicional de la Toscana italiana, que llegó a tierras extremeñas de la mano de los pastores trashumantes. Es un queso tierno de corteza enmohecida de color blanco con unos 15-20 días de maduración. Su blanca y tierna corteza enmohecida guarda una delicada pasta, cremosa pero compacta, con trocitos de trufa italiana en su interior. Este queso se caracteriza por su sabor a trufa, apareciendo en segundo plano un sabor a leche madurada nada ácido. El retrogusto se caracteriza por la potencialidad de la trufa, con un toque final a humedad propio del moho blanco de la corteza, que es comestible.
Patates fregides i gelat de tòfona negra. Una base cruixent de patata fregida suporta el gelat i unes llesques de tòfona fresca en un petit mos fresc, poc dolç i molt aromàtic. Molt bé.
Trufa www.esmaltemaniaca.com.br/2015/06/trufa-esmalteria-da-kk....
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