View allAll Photos Tagged ds_2015
Un guerrero no tiene honor, ni dignidad, ni familia, ni nombre, ni patria; sólo tiene vida por vivir y, en tales circunstancias, su único vínculo con sus semejantes es su desatino controlado.
Puedes volverte ciego al ver cada día como similar. Cada día es diferente, cada día trae un milagro. Simplemente es cuestión de prestar atención a ese milagro.
Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego...
Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece...
No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente..
"La felicidad tenía que ser otra cosa, algo quizá más triste que esta paz y este placer, un aire como de unicornio o isla, una caída interminable en la inmovilidad."
De alguna manera, no sabemos por qué, nos aferramos a la vida y no podemos renunciar a ella. Y esto es maya. Maya es una aserción del hecho de este universo; de la forma cómo marcha.
Siempre que el diálogo interno cesa, el mundo se desploma y afloran extraordinarias facetas nuestras, como si hubieran estado celosamente guardadas por nuestras palabras.
YO SOY dueño de mi propio mundo, YO SOY la victoriosa Inteligencia que lo gobierna. Yo ordeno a esta Gran Radiante e Inteligente Energía de la VIDA que entre a Mi Mundo, le ordeno que me traiga la Opulencia de la VIDA, hecha visible a Mis Manos y para Mi Uso. Le ordeno que cree toda la Perfección.
Cuando se mira superficialmente, parece que el momento presente es uno entre muchos, muchos momentos. Cada día de tu vida parece estar compuesto por miles de momentos en los que ocurren distintas cosas. Pero, si miras más a fondo, ¿No hay siempre un único momento? ¿No es la vida siempre "este momento"?
Cuando un hombre se preocupa, se aferra a cualquier cosa por desesperación; y una vez que se aferra, forzosamente se agota, o agota a la cosa o a la persona a la que está aferrado. Un guerrero cazador, en cambio, sabe que atraerá la caza a su trampa una y otra vez, así que no se preocupa. Preocuparse es ponerse al alcance, al alcance sin saberlo.
No hay manera de librarse de la autocompa-sión de una vez por todas. Tiene un papel y un lugar definidos en nuestras vidas, una fachada definida y reconocible. Así, cada vez que se pre-senta la ocasión, la fachada de la autocompasión se activa. Tiene una historia. Pero si uno cambia la fachada, cambia su lugar de prominencia.
Las posibilidades del hombre son tan vastas y misteriosas que los guerreros, en vez de pensar en ellas, han optado por explorarlas sin esperanza de comprenderlas jamás.
El amigo y el enemigo, la virtud y el vicio están sólo en la mente. Todo hombre crea un mundo de bien y de mal, de placer y de dolor solamente con su imaginación.
¡Hijo de la luz, no quedes por más tiempo en la oscuridad! Eres el conocimiento: ¡Conócete a ti mismo! La dicha no es una cualidad, ni es objeto o un estado que puedas adquirir; ¡tú eres la dicha! Sé consciente de ello.
El amor verdadero no te hace sufrir. ¿Cómo podría? Ni se convierte en odio súbitamente, ni la alegría real se convierte en dolor.
Para poner fin a la miseria que ha afligido a la condición humana durante miles de años, tienes que comenzar por ti mismo y tomar responsabilidad de tu estado interno en un momento dado. Eso significa ahora.
No la que das, la flor que tú eres quiero.
Por qué me niegas lo que no te pido.
Tiempo habrá de que niegues
después de que hayas dado.
flor, ¡séme flor! Si te cogiese avara
mano de infausta esfinge, tú perenne
sombra errarás absurda
tras lo que nunca diste.
La fuente de toda creación es la divinidad (o el espíritu); el proceso de creación es la divinidad en movimiento (o la mente); y el objeto de la creación es el universo físico (del cual forma parte nuestro cuerpo)
Un guerrero cazador sabe que su muerte lo aguarda, y que ese mismo acto que ahora está realizando puede muy bien ser su última batalla sobre la tierra. Lo llama batalla porque es una lucha. La mayoría de la gente pasa de acto a acto sin luchar ni pensar. Un guerrero cazador, por el contrario, evalúa cada acto; y como tiene un conocimiento íntimo de su muerte, procede juiciosamente, como si cada acto fuera su última batalla. Sólo un necio dejaría de notar la ventaja que un guerrero cazador tiene sobre sus semejantes. Un guerrero cazador da a su última batalla el respeto que merece. Es natural que su último acto sobre la tierra sea lo mejor de sí mismo. Así le place. Así le quita el filo a su temor.
Cuando le brindas atención completa a la persona con quién interactúas, eliminas el pasado y el futuro de la relación.
Ser un gerrero cazador no es sólo cuestión de cazar animales. Un guerrero cazador no captura animales porque ponga trampas ni poque conozca las rutinas de su presa, sino porque él mismo no tiene rutinas. Ésa es su ventaja. Él no es, de ningún modo, como los animales que persigue, fijos en rutinas pesadas y caprichos imprevisibles. Él es libre, fluido, imprevisible.
El viento, alto en su elemento
Me hace más solo -no me estoy
Lamentando, él se tiene que lamentar.
Es un sonido abstracto, insondable
venido del elusivo fin del mundo.
Profundo es su significado.
Me habla el todo inexistente en él,
Cómo la virtud no es un escudo, y
Cómo la mejor es estar en silencio.
Acepta y después actúa... Lo que quiera que contenga el momento presente, acéptalo como si lo hubieses elegido. Trabaja siempre con él, no contra él.
Hazlo tú amigo y aliado, no tu enemigo.
Esto transformará milagrosamente toda tu vida.
El hombre corriente piensa que entregarse a las dudas y a las tribulaciones es señal de sensibilidad, de espiritualidad. Lo cierto es que el hombre corriente no puede hallarse más lejos de ser sensible. Su diminuta razón se convierte, deliberadamente, en el monstruo o el santo que imagina ser, aunque en realidad es demasiado minúscula para una imagen de un monstruo o de santo de ese tamaño.
Hay montones de cosas que un guerrero puede hacer en un determinado momento y que no habría podido hacer años antes. Esas cosas no cambiaron; lo que cambió fue su idea de sí mismo.
No importa cómo lo hayan criado a uno. Lo que determina el modo en que uno hace cualquier cosa es el poder personal. Un hombre no es más que la suma de su poder personal, y esa suma determina cómo vive y cómo muere.
Las vidas de la mayoría de la gente están dirigidas por el deseo y el miedo. El deseo es la necesidad de añadirte algo para poder ser tú mismo más plenamente. Todo miedo es el miedo de perder algo y, por tanto, de sentirte reducido y de ser menos de lo que eres. Estos dos movimientos oscurecen el hecho de que el Ser no puede ser dado ni quitado. El Ser ya está en ti en toda su plenitud, ahora.
Un guerrero debe cultivar el sentimiento de que tiene cuanto necesita para ese viaje extrava-gante que es su vida. Lo que cuenta para un gue-rrero es estar vivo. La vida es suficiente y comple-ta en sí misma, y por sí misma se explica.
Los actos tienen poder. Especialmente cuando el guerrero que actúa sabe que esos actos son su última batalla. Hay una extraña felicidad ardiente en actuar con pleno conocimiento de lo que uno está haciendo puede muy bien ser su último acto sobre la tierra.
Sentirse importante lo hace a uno pesado, torpe y banal. Para ser un guerrero se necesita ser liviano y fluido.
La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.
Sale el sol por el cielo luminoso las nubes pardas de oro perfilando, y con su luz los montes matizando ilustra el campo su zafir hermoso.
Un hombre va al conocimiento como va a la guerra: bien despierto, con miedo, con respeto y absoluta confianza. Ir de cualquier otra forma al conocimiento o a la guerra es un error, y quien lo cometa corre el riesgo de no sobrevivir para lamentarlo.
Cuando un hombre ha cumplido estos cuatro requisitos -estar bien despierto, y tener miedo, respeto y absoluta confianza- no hay errores por los que deba rendir cuentas; en tales condiciones, sus acciones pierden la torpeza de las acciones de un necio. Si un hombre así fracasa o sufre una derrota, no habrá perdido más que una batalla, y eso no le provocará lamentaciones lastimosas.
"El Occidente profesa una filosofía volcada hacia el futuro, pero su actitud efectiva es una contradicción con este ideal. Su mirada no llega más allá de mañana puesto que explota los recursos terrestres (y modifica el medioambiente) con un conocimiento muy fragmentario de la red de relaciones ahora desequilibrada por su obra."
El poder personal es un sentimiento. Algo así como tener suerte. O podríamos llamarlo un talante, un ánimo. El poder personal es algo que se adquiere a través de toda una vida de lucha.