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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Palacio de Congresos de Aragón
Plaza de Lucas Miret, 1 y Avenida de Ranillas, 101. Recinto EXPO´08. Zaragoza
Arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano (Nieto Sobejano Arquitectos) Arquitecto de proyecto: Patricia Grande 2008
El edificio tiene una configuración horizontal que se alza sobre la plataforma central de la Expo desde la que se accede a los pabellones internacionales, al pabellón puente y a la pasarela de entrada a la Torre del Agua. Se compone de tres partes principales: un auditorio, un pabellón multiusos y salas modulares, comunicadas a través de un gran vestíbulo. Consta de 9 plantas con una superficie total de 22.850 m2 y una ocupación de 9.000. Su silueta, definida por un sistema de lucernarios intercalados, establece un programa funcional que se soporta sobre una retícula modular y en un sistema constructivo muy elemental que admite concesiones a solicitudes espaciales en el interior. Un perfil quebrado ascendente y descendente manifestando expresivamente la presencia de la luz natural y el encuentro del edificio con el terreno; perfil que le da un aspecto singular y lo convierte en uno de los edificios más característicos del recinto.
El auditorio principal, con capacidad para 1500 espectadores, está dividido en platea y entreplanta, que se pueden separar totalmente para acoger congresos de menor aforo, así la zona superior puede habilitarse en tres salas independientes con una capacidad de 200 personas cada una. La planta bajo rasante alberga las áreas de servicio, instalaciones, camerinos, almacenes y cocinas que posibilitan su funcionamiento sin interferir en el resto del espacio público del edificio.
El inmueble presta especial atención al desarrollo sostenible, tema central de la cita del 2008. Su concepción arquitectónica, la iluminación y ventilación natural, y el empleo de materiales que favorecen las condiciones bioclimáticas generan un ahorro energético considerable.
El Alma del Ebro
Plaza de Lucas Miret delante del Palacio de Congresos, Recinto EXPO´08. Zaragoza
Escultor: Jaume Plensa 2008.
Un volumen de 11 por 8 por 7,9 metros que, mediante un conglomerado de letras de acero, su situación quiere dar importancia a las personas en un entorno de grandes infraestructuras, y pretende unir en su interior a los motores de la vida: al agua y al cuerpo humano.
El Templo Expiatorio del Sagrado Corazón es una iglesia situada en la montaña del Tibidabo, en Barcelona, obra del arquitecto Enric Sagnier i Villavecchia y finalizada por su hijo Josep Maria Sagnier i Vidal. Su construcción se prolongó de 1902 a 1961.
El aspecto exterior del templo es el de un recinto amurallado fortificado de piedra de Montjuïc, presidido por un monumental templo neogótico con una doble escalinata de aire monumental. El conjunto está formado por una cripta inferior y la iglesia superior, con planta central con cúpula sobre ocho columnas. El estilo del conjunto se basa en una línea románica combinada con el templo de verticalidad gótica, cubierto con una cúpula ochavada coronada con la imagen del Sagrado Corazón, obra inicial de Frederic Marès (destruida en 1936) y sustituida por otra de Josep Miret, de 1950.
La cripta se construyó entre 1903-1911, de estilo neobizantino, combinando elementos neogóticos y clasicistas, y una decoración cercana al modernismo. La fachada presenta un tímpano ricamente ornamentado, con esculturas de Eusebi Arnau que representan la Virgen de la Merced, San Jorge y Santiago, patronos de Barcelona, Cataluña y España, respectivamente. Está formada por tres arcos de medio punto sobre columnas, insertados dentro de un gran arco, también de medio punto, decorado con un mosaico de la Santísima Trinidad, de Daniel Zuloaga (destruido en 1936). En 1955 se hizo una nueva decoración a cargo de los Talleres Bru de Barcelona, que muestra una alegoría de la devoción de España, representada por sus santos patronos.
Interior de la cripta.
El espacio de la cripta está formado por cinco naves separadas por columnas, la central más ancha, con sus correspondientes ábsides semicirculares. Los muros y las bóvedas están revestidos de alabastro o con decoración de mosaico, con escenas relativas a las advocaciones de los altares: Santa María Auxiliadora, San Antonio de Padua, Jesús Sacramentado, San José y la Virgen de Montserrat. También es de alabastro policromado el Vía Crucis esculpido por Josep Miret. Las ventanas, que aportan una iluminación natural al interior, se complementan con vidrieras, con estos temas: las mayores en arco, en los extremos, representan la aparición de la Virgen del Pilar y la conversión de Recaredo al Catolicismo; San Fernando y San Hermenegildo ocupan dos vidrieras grandes verticales, mientras las pequeñas situadas sobre la puerta están dedicadas a San Joaquín, San Isidoro, San Antonio y Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal.
Desde la cripta se accede a una capilla dedicada a la Adoración Perpetua, excavada en la misma montaña a finales de los años 1940, formada por tres naves divididas por columnas. El interior está ornamentado con mármoles y mosaicos en el pavimento, y pinturas de Miquel Farré en las bóvedas, hechas entre 1947-1949. A lado y lado de la puerta principal dos grandes escaleras conducen al nivel del templo propiamente dicho, coronado por la enorme estatua de bronce del Sagrado Corazón hecha por Josep Miret en 1950, sustituyendo el original de Frederic Marès de 1935, destruido en 1936. El sentido ascensional desde la cripta, pasando por el templo hasta la escultura, refleja la ascensión y la purificación de la condición humana por medio del sacrificio y la expiación.
Interior del templo.
El templo se construyó entre 1915 y 1951, siendo bendecido por el obispo Modrego en el XXXV Congreso Eucarístico celebrado en Barcelona en 1952. Más tarde se hicieron las torres, finalizando oficialmente las obras en 1961. El edificio es de planta cuadrada, de la cual surgen tres ábsides, y presenta una gran torre central y cuatro más bajas, delimitando los cuatro vértices del cuadrado, en los que se colocaron las esculturas de los Doce Apóstoles, de Josep Miret. La fachada principal tiene tres cuerpos, el central más ancho, presidido por la figura del Arcángel Miguel en el arco de la entrada principal, y la de San Juan Bosco en el frontón superior. Sobre la puerta izquierda se halla la estatua de Santa Teresa de Jesús y, sobre la derecha, la de Santa Margarita María Alacoque. Sobre la puerta se abre una galería de arcos ojivales con tracería.
El interior está dividido en tres naves con ábsides semicirculares, con vidrieras y cuatro rosetones en las fachadas. En el altar mayor destaca el gran crucifijo obra de Joan Puigdollers. Las vidrieras del presbiterio están dedicadas a Pío X, San Juan Evangelista, Santa Margarita María Alacoque, San Pablo y San Juan Bosco. El altar izquierdo tiene cinco vidrieras dedicadas a distintas advocaciones marianas: la Virgen de Antipolo (Filipinas), la Virgen de Luján (Argentina), la Asunción de María, la Virgen de Guadalupe (México) y la Virgen de la Caridad del Cobre (Cuba). El altar derecho está presidido por el Jesús resucitado, obra de Joan de Puigdollers, y dedica sus vidrieras a advocaciones marianas españolas: la Virgen de la Almudena (Madrid), la Virgen de Nuria (Cataluña), Nuestra Señora de la Esperanza Macarena (Sevilla) , la Virgen de los Desamparados (Valencia) y la Virgen de Begoña (País Vasco).
Las vidrieras de las cuatro torres contienen la frase latina tibi dabo ("te daré"), por el nombre de la montaña. Al nivel del coro figuran santos fundadores: San Marcelino Champagnat y San Juan Bautista de la Salle a ambos lados del presbiterio, y San Antonio María Claret, San José de Calasanz, San Juan Bosco y Santa María Mazzarello junto a la fachada principal. Las vidrieras de las cuatro fachadas están dedicadas a San Francisco de Sales, Pío XI, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, Pío IX, Santa Rosa de Lima, León XIII y Pío XII. Las ocho vidrieras de la cúpula representan escenas de la vida de Jesús.
Fuente: Wikipedia
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Palacio de Congresos de Aragón
Plaza de Lucas Miret, 1 y Avenida de Ranillas, 101. Recinto EXPO´08. Zaragoza
Arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano (Nieto Sobejano Arquitectos) Arquitecto de proyecto: Patricia Grande 2008
El edificio tiene una configuración horizontal que se alza sobre la plataforma central de la Expo desde la que se accede a los pabellones internacionales, al pabellón puente y a la pasarela de entrada a la Torre del Agua. Se compone de tres partes principales: un auditorio, un pabellón multiusos y salas modulares, comunicadas a través de un gran vestíbulo. Consta de 9 plantas con una superficie total de 22.850 m2 y una ocupación de 9.000. Su silueta, definida por un sistema de lucernarios intercalados, establece un programa funcional que se soporta sobre una retícula modular y en un sistema constructivo muy elemental que admite concesiones a solicitudes espaciales en el interior. Un perfil quebrado ascendente y descendente manifestando expresivamente la presencia de la luz natural y el encuentro del edificio con el terreno; perfil que le da un aspecto singular y lo convierte en uno de los edificios más característicos del recinto.
El auditorio principal, con capacidad para 1500 espectadores, está dividido en platea y entreplanta, que se pueden separar totalmente para acoger congresos de menor aforo, así la zona superior puede habilitarse en tres salas independientes con una capacidad de 200 personas cada una. La planta bajo rasante alberga las áreas de servicio, instalaciones, camerinos, almacenes y cocinas que posibilitan su funcionamiento sin interferir en el resto del espacio público del edificio.
El inmueble presta especial atención al desarrollo sostenible, tema central de la cita del 2008. Su concepción arquitectónica, la iluminación y ventilación natural, y el empleo de materiales que favorecen las condiciones bioclimáticas generan un ahorro energético considerable.
El Alma del Ebro
Plaza de Lucas Miret delante del Palacio de Congresos, Recinto EXPO´08. Zaragoza
Escultor: Jaume Plensa 2008.
Un volumen de 11 por 8 por 7,9 metros que, mediante un conglomerado de letras de acero, su situación quiere dar importancia a las personas en un entorno de grandes infraestructuras, y pretende unir en su interior a los motores de la vida: al agua y al cuerpo humano.
20 Février 2016
Antibes promenades sous le soleil
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
flickriver.com/photos/javier1949/popular-interesting/
Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
Si ma mémoire et mes mirettes sont encore bonnes, l'on entraperçoit vêtue de rouge, en arrière plan parmi les membres du jury, la délicieuse Tonya, du groupe Sister Queen ayant interprété en 1995, le tube "Let me be a Drag Queen"...
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
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De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
16 photographies ont été chargées, ne vous limitez pas aux 5 premières !
Ce que la forêt était belle ! Et les chemins casse-gueule …
Notre promenade a été bien courte, et néanmoins éprouvante pour les croulants que nous sommes devenus, mais on en a eu plein les mirettes . Par moment au bord de la Rivière d'Argent on se serait cru dans un jardin japonais .
bretagne-finistere-huelgoat.com/randonnees-huelgoat.html
Avant de rentrer on s'est réconforté avec une crêpe au sucre et un chocolat chaud .
Huelgoat, Finistère, Bretagne, France .
Photographie J-P Leroy, tous droits réservés .
Gustave Brisgand
J'avais déjà croisé Gustave Brisgand au détour de quelque numéro de la revue Fantasio, ébloui par ses jeunes femmes sophistiquées, parfois nues et dégageant un charme à faire rougir (si ce n'est plus) un bon vieux curé des campagnes. C'est en feuilletant le numéro 6 de la revue "Beauté" magazine datant de décembre 1929 que ce cher Gustave refit son apparition dans mes mirettes éberluées.
Les amateurs d'art m'en diront plus. Tout ce que je sais c'est qu'il vécut de 1880 à 1950, qu'il illustra La plastique féminine de Marcel Barrière (1929, Ed. Albin Michel), et qu'on trouve de lui un ouvrage intrigant intitulé Drogues et peintures (revue d'art offerte par le laboratoire Chantereau, 20 pages).
Tibidabo, Barcelona.
Tibidabo is the union of two Latin words tibi-dabo (I will give you) taken from the gospel of San Mateo, 4.9, that the third temptation of Satan to Jesus in the desert remembers: “I will give all this You, if you wilt fall down and worship me”. The Hieronymite monks imagined that the devil could have attemped Jesus, offering from this summit all the wealth to him of the city of Barcelona.
In the summit is the church of the Sagrat Cor (Sacred Heart or Sacré-Coeur), closely related to his homonym in Paris, and it's visible from all the city. In 1886 was builded a little hermitage in the upper point of the mountain.
Designed by Enrique Sagnier, the actual church consists of 2 elements: the crypt in the lower part, and the temple basilica in the upper part.
The Crypt was builded between 1903 and 1911, and the basilica begins in 1914, but the Spanish civil war destroys both in 1936. After the war, in 1939, the reconstruction begins. In 1951 the upper temple is finished.
The Statue of the Sacred Heart, by Jose Miret, is of bronze, it measures 7,5 meters and weight 4,800 kg. and it was placed in 1961. 11 days later John XXIII ignited from Rome the nocturnal illumination.
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Palacio de Congresos de Aragón
Plaza de Lucas Miret, 1 y Avenida de Ranillas, 101. Recinto EXPO´08. Zaragoza
Arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano (Nieto Sobejano Arquitectos) Arquitecto de proyecto: Patricia Grande 2008
El edificio tiene una configuración horizontal que se alza sobre la plataforma central de la Expo desde la que se accede a los pabellones internacionales, al pabellón puente y a la pasarela de entrada a la Torre del Agua. Se compone de tres partes principales: un auditorio, un pabellón multiusos y salas modulares, comunicadas a través de un gran vestíbulo. Consta de 9 plantas con una superficie total de 22.850 m2 y una ocupación de 9.000. Su silueta, definida por un sistema de lucernarios intercalados, establece un programa funcional que se soporta sobre una retícula modular y en un sistema constructivo muy elemental que admite concesiones a solicitudes espaciales en el interior. Un perfil quebrado ascendente y descendente manifestando expresivamente la presencia de la luz natural y el encuentro del edificio con el terreno; perfil que le da un aspecto singular y lo convierte en uno de los edificios más característicos del recinto.
El auditorio principal, con capacidad para 1500 espectadores, está dividido en platea y entreplanta, que se pueden separar totalmente para acoger congresos de menor aforo, así la zona superior puede habilitarse en tres salas independientes con una capacidad de 200 personas cada una. La planta bajo rasante alberga las áreas de servicio, instalaciones, camerinos, almacenes y cocinas que posibilitan su funcionamiento sin interferir en el resto del espacio público del edificio.
El inmueble presta especial atención al desarrollo sostenible, tema central de la cita del 2008. Su concepción arquitectónica, la iluminación y ventilación natural, y el empleo de materiales que favorecen las condiciones bioclimáticas generan un ahorro energético considerable.
El Alma del Ebro
Plaza de Lucas Miret delante del Palacio de Congresos, Recinto EXPO´08. Zaragoza
Escultor: Jaume Plensa 2008.
Un volumen de 11 por 8 por 7,9 metros que, mediante un conglomerado de letras de acero, su situación quiere dar importancia a las personas en un entorno de grandes infraestructuras, y pretende unir en su interior a los motores de la vida: al agua y al cuerpo humano.
Torre del Agua
Calle de Pablo Ruiz Picasso y Avenida de Ranillas, Recinto EXPO´08. Zaragoza
Arquitecto: Enrique de Teresa, Arquitectos Asociados. Enrique de Teresa Trilla. Dirección de obra: Francisco Romero. 2008.
Situada en la parte central del meandro de Ranillas funciona como entrada norte del recinto Expo desde el Parque Metropolitano. Icono vertical de la Expo Zaragoza 2008 concebido como hito visual y como espacio expositivo para ser recorrido en itinerario ascendente y descendente por medio de rampas, y que se erige en un mirador tanto la Expo, como del Parque del Agua y la fachada oriental de la ciudad de Zaragoza. La Torre del Agua se plantea como un contenedor vertical donde se desarrolla la expografía denominada Agua para la vida, un conjunto de experiencias presentadas en un recorrido ascendente que alienta su condición espectacular, culminando en el punto más alto, desde donde se puede contemplar todo el meandro de Ranillas
El cuerpo superior es un volumen hueco de vidrio de 73 metros de altura. Su planta con forma de gota de agua, sus perfiles de traza diagonal y los parasoles que siguen las rampas hacen que el edificio adopte formas muy diferentes en función del punto de vista desde el que se observa.
Consta de dos elementos diferenciadas por su extensión, aspecto externo y configuración interior y funcional: el zócalo y la torre.
El zócalo, de hormigón blanco visto y trece metros de altura en su parte más visible, lo que permite salvar todas las exigencias del terreno, está formado por tres plantas, de las que dos están enterradas y una sobre la rasante. El zócalo sirve de base de la torre, que tiene una altura de 70 m. sobre la rasante.
El concepto arquitectónico de la Torre del Agua se materializa estructuralmente a partir de los siguientes elementos: celosía espacial triangular de vidrio en fachada, sistema de rampas y parasoles perimetrales de aluminio perforado apoyados en voladizo en la fachada. Junto con las placas de vidrio y las rampas, componen el esqueleto del edificio. La estructura del núcleo interior del edificio esta formada por losas de hormigón armado apoyadas sobre pilares y los muros de hormigón que cierran los núcleos de comunicación. La fachada está formada por un muro cortina acristalado. Cuenta con varios sistemas de comunicación vertical: dos núcleos de hormigón que sustentan los elementos del edificio y soportan las escaleras y ascensores panorámicos transparentes, rampas de subida y bajada helicoidales, continuas, paralelas y superpuestas que cubren casi la altura total del edificio, abrazando la fachada interior de la construcción, y un conjunto de escaleras mecánicas que permiten un acceso secuenciado y rápido de los distintos espacios de la exposición.
Como complemento a los contenidos temáticos, la Torre del Agua cuenta con varios elementos singulares tales como una cortina de agua (de 32 m de largo por 3 de alto) situada en la entrada del zócalo, una espectacular fuente de agua-lluvia situada en su zona central. En el interior de la Torre se sitúa “Splash”, una escultura de 23 metros de altura que reproduce una salpicadura de agua, metáfora que representa “la llegada de la vida al Planeta”, uno de los principales iconos de la Exposición, diseñada por el equipo Program Collective formado por: Mona Kim, Todd Palmer, Olga Subirós y Simon Taylor, y desarrollada por Pere Gifre.
La superficie total del edificio supera los 21.000 m2 de los que 10.400 m2 son accesibles al público. La planta zócalo tiene 3.300 m2, mientras que el resto se divide entre las diferentes rampas y rellanos. En la planta superior se sitúa un bar panorámico de unos 720 m2.
El edificio posee una condición dual que permite su afirmación tanto diurna como nocturna, y también es diferente desde cualquier punto de vista. De día, el edificio pone de manifiesto su transparencia mediante el cuerpo acristalado y el volumen que recrean sus bandejas parasoles exteriores. La noción de ligereza e integridad formal que requiere la imagen diurna incluye la de fluidez y dinamismo. Su percepción es cambiante y diferente desde cualquier punto de vista. De noche, todo el edificio se ilumina, cambiando la visión del día por un faro luminoso durante las horas de menos luz. La visión nocturna permite alcanzar una plena expresividad del edificio al convertirlo en un espacio luminoso y líquido, marcado por la continua oscilación de sus efectos de luz.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
27 photographies ont été chargées, ne vous limitez pas aux 5 premières !
Ce que la forêt était belle ! Et les chemins casse-gueule …
Notre promenade a été bien courte, et néanmoins éprouvante pour les croulants que nous sommes devenus, mais on en a eu plein les mirettes . Par moment au bord de la Rivière d'Argent on se serait cru dans un jardin japonais .
bretagne-finistere-huelgoat.com/randonnees-huelgoat.html
Avant de rentrer on s'est réconforté avec une crêpe au sucre et un chocolat chaud .
Huelgoat, Finistère, Bretagne, France .
Photographie J-P Leroy, tous droits réservés .
Title: Guerreros Mexicanos.
Alternative Title: [Mexican Warriors]
Creator: Felix Miret
Date: September 15, 1910
Place: Mexico City (Mexico D.F.), Mexico
Part Of: American border troops and the Mexican Revolution
Series: Mexico. Fiestas del 1er Centenario de la Independencia.
Description: Photograph of several men in formation wearing traditional Mexican dress, in a historical parade celebrating the first centennial of Mexican independence.
Physical Description: 1 photographic print (postcard); gelatin silver; 9 x 14 cm
File: ag1982_0015_224r_fiestas_opt.jpg
Rights: Please cite Southern Methodist University, Central University Libraries, DeGolyer Library when using this image file. A high-quality version of this file may be obtained for a fee by contacting degolyer@smu.edu.
Església de Sant Pere, 1889
Josep Bertran Miret. AMSPR.(Archivo Municipal de Sant Pere de Ribes)
La Iglesia Vieja
La iglesia de Sant Pere, construida entre los años 1663 y 1678 en estilo barroco sobre una capilla primitiva, fue la parroquia de Ribes hasta 1910. Del antiguo templo románico han llegado hasta nosotros la portada con arco de medio punto, algunas paredes y ina pila bautismal, que se conserva en la iglesia nueva. En la fachada meridional encontramos el Portal de las Almas (1664), de estilo renacentista. El escudo del municipio que corona la portada es el más antiguo que se conserva.
Title: Grandes Senores Mexicanos
Alternative Title: [Great Mexican Men]
Creator: Felix Miret
Date: September 15, 1910
Place: Mexico City (Mexico D.F.), Mexico
Part Of: American border troops and the Mexican Revolution
Series: Mexico. Fiestas del 1er Centenario de la Independencia.
Description: Photograph of Mexican men in traditional Mexican clothing in a historical parade celebrating the first centennial of Mexican independence.
Physical Description: 1 photographic print (postcard); gelatin silver; 9 x 14 cm
File: ag1982_0015_219r_fiestas_opt.jpg
Rights: Please cite Southern Methodist University, Central University Libraries, DeGolyer Library when using this image file. A high-quality version of this file may be obtained for a fee by contacting degolyer@smu.edu.
Temple neogòtic al cim del Tibidabo, a BCN. Imatge del Sagrat Cor de Josep Miret, de 1950./Gothic Temple on top of Tibidabo in Barcelona. Image of the Sacred Heart by Josep Miret, 1950.
Sitges, Barcelona (Spain).
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ENGLISH
Builded by the "mestre d'obres" (Building master - a Catalan title previous to the architect one-) Gaietà Miret i Raventós in 1908.
That beautiful house is in front of sea. The idea of Gaietà Miret was to emphasize the corner linking the two facades with a balcony in forged iron following the angle between the two façades. The opening to that balcony has a central flat column replacing the original helicoidally one.
The ground floor has been altered from it's first design, and the initial structure with the ground plus two floors, suffered the addition of a third floor designed by J.M. Martino following the same Art Nouveau style.
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CASTELLANO
Construida por el "mestre d'obres" Gaietà Miret i Raventós en el año 1908.
Esta magnífica casa está situada frente al mar. El proyecto de Gaietà Miret consistía en resaltar el ángulo en que se unen las dos fachadas con un balcón de hierro forjado que sirviese de salida a la puerta que se halla en este ángulo en el primer piso y que está decorada con una columna central lisa que sustituyó otra de forma helicoidal inicialmente existente.
La planta baja ha visto también alterar su dibujo original y la estructura del proyecto global inicial que se componía de planta baja y dos pisos, también se alteró al añadir un tercer piso según proyecto de J.M. Martino afortunadamente siguiendo como en la construcción de las plantas inferiores una estética modernista.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
212.145.146.10/biblioteca/fondos/ingra2014/index.htm#map....
De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
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El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
19 photographies ont été chargées, ne vous limitez pas aux 5 premières !
Ce que la forêt était belle ! Et les chemins casse-gueule …
Notre promenade a été bien courte, et néanmoins éprouvante pour les croulants que nous sommes devenus, mais on en a eu plein les mirettes . Par moment au bord de la Rivière d'Argent on se serait cru dans un jardin japonais .
www.bretagne-finistere-huelgoat.com/randonnees-huelgoat.html
Avant de rentrer on s'est réconforté avec une crêpe au sucre et un chocolat chaud .
La grotte du diable .
Il y fait plutôt doux et humide dans cet enfer, et bien plus sombre qu'il ne paraît sur ces photos . Ça ne se voit pas ici mais on peut descendre encore plus bas, attention à ne pas se cogner !
Tout au fond on entrevoit la Rivière d'argent ( Le Huelgoat : La rivière d' Argent en crue, les cascades du Gouffre du ...
Vidéo pour "Huelgoat rivière d'argent"
▶ 2:42
www.youtube.com/watch?v=q-5WBleORDU ), que de toutes façons on entend bien .
Huelgoat, Finistère, Bretagne, France .
Photographie J-P Leroy, tous droits réservés .
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Hipódromo de la Zarzuela
Cuesta de las Perdices. CN. VI km 8 –Av. Padre Huidobro, s/n-. Madrid
Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban, arquitectos, y Eduardo Torroja Miret, ingeniero. Proyecto 1934. Inicio de las obras 1935. Reparaciones y finalización de las obras: Eduardo Torroja Miret 1941
Remodelación y restauración: Junquera Arquitectos S.L.P. Jerónimo Junquera García del Diestro y Liliana C. Obal Díaz. Proyecto 2004. Dirección de proyecto Clara E. Santana. Obras 2008-2014 en ejecución. Estructuras: Carlos Fernández Casado S.L. Instalaciones: Úrculo ingenieros.
Declarado Bien de Interés Cultural BIC en la categoría de MONUMENTO en 2009
De la Publicación “Arquitectura de Madrid. Tomo 3 Periferia. Fundación Arquitectura COAM”:
El hipódromo de la Zarzuela sustituye al existente en los altos del paseo de la Castellana, sobre el solar donde hoy se encuentran los Nuevos Ministerios, en funcionamiento desde 1878 y derribado en 1933 para prolongar el paseo. Situado en el privilegiado emplazamiento de los terrenos del monte de El Pardo, se inauguró en 1941 pese a que se encontraba prácticamente terminado antes de la guerra civil según el proyecto de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, realizado en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja, quien se encargaría, tras la guerra civil, de la finalización de los trabajos y las reparaciones pertinentes por la ausencia de los dos arquitectos. En julio de 1934 se convoca concurso público para elegir el proyecto, resultando ganadora la propuesta de Arniches, Domínguez y Torroja, las obras se iniciaron muy pronto y, al terminar 1935, estaban muy avanzadas. Con independencia de sus valores formales y de la excelente resolución funcional, uno de los mayores aciertos del proyecto consistió en aprovechar el desnivel de los terrenos. La organización dispone las instalaciones de forma casi transversal a la cuesta de las Perdices, por la que se accedía. Junto al acceso se situaron los "paddock" y el conjunto edificatorio fundamental, ocupado por el restaurante y las tribunas, de espaldas al sol y en posición lateral. Completaban el conjunto las cuadras, las pistas de entrenamiento y concursos y la pista principal, marcada por dos diagonales interiores, así como una serie de construcciones e instalaciones auxiliares entre las que hay que destacar el depósito de Torroja, acabado en ladrillo y con perfil de paraboloide hiperbólico. Perfectamente integrado en sus partes, todo él (tanto en lo arquitectónico como en lo ingenieril) muestra a la vez un arraigo en lo vernáculo y la depuración formal que entronca la tradición en la modernidad. Surgen así las galerías de los basamentos y muros de contención en secuencias repetitivas de arquerías encaladas de medio punto que unifican y articulan los elementos dispersos y los espacios libres en un entramado de ámbitos ininterrumpidos para el deporte, el paseo y la fiesta; y surge, ciertamente, el elemento que ha singularizado al hipódromo, convirtiéndose en su seña de identidad más reconocida: la bellísima cubierta de las tribunas en voladizo de hormigón armado de 12,80 m y 5 cm de espesor en su extremo, a base de bóvedas laminares en solución hiperboloide, que internacionalizó la figura de Torroja, ensombreciendo injustamente la de sus arquitectos. La limpieza y funcionalidad de la marquesina (una yuxtaposición de elementos con forma de gaviota) se aunaba con la experimentalista audacia estructural de alemanas resonancias y el resultado plástico, de adscripción racionalista, quedaba, no obstante, todo él impregnado por un hálito poético de sobrecogedora belleza. Después de muchos años abandonado y en un elevado grado de deterioro, las instalaciones del hipódromo han vuelto a abrirse en 2005 a las carreras de caballos. El proyecto de puesta en valor de Jerónimo Junquera y Liliana Obal, ganadores del concurso convocado, se está ejecutando tras la declaración en 2009 como Bien de Interés Cultural de esta unánimemente reconocida "joya arquitectónica".
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De la Memoria de la página web del estudio de arquitectura Junquera Arquitectos S.L.P. :
El proyecto de Junquera Arquitectos S.L.P. obtiene en 2004 Primer premio del Concurso Internacional para la Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, convocado por la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. El Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela es una de las más excepcionales obras de la arquitectura española del primer tercio del siglo XX, y la estructura de las tribunas con las marquesinas, una de las grandes realizaciones del siglo a nivel mundial.
Se propone, recuperar para la ciudad el Hipódromo de la Zarzuela con las instalaciones óptimas para las carreras y el deporte hípico, en equilibrio con el uso y disfrute del Monumento. El Proyecto de Restauración confía la belleza del futuro Hipódromo a potenciar sus valores originales recuperando los que hubiese perdido. Para ello se propone:
- Eliminar las adherencias a los edificios históricos que los habían desvirtuado.
- Restaurar las Tribunas, emblema del Hipódromo, dedicadas a contemplar las carreras
- Adaptar la topografía y segregar las circulaciones de caballo y público en dos niveles según el proyecto de 1934: el público accede al recinto por los patios sur y norte, que quedan comunicados en la galería del paddock. Desde este nivel puede contemplar todos los movimientos del caballo en un nivel inferior sin interferir en su recorrido. Los patios se expanden hacia las terrazas entre tribunas, con vistas a la pista y la ciudad.
-Conservar los ensilladeros en la posición original, concentrando a su alrededor los servicios de carreras, jockeys, veterinaria etc., en un edificio nuevo excavado en el terreno y abierto a jardines que aportan privacidad, iluminación y ventilación natural. Con accesos independientes y comunicación directa con el paddock y la tribuna central sin cruzarse con el público.
-Prever la posible ampliación de un Centro de Convenciones soterrado en el patio norte sin afectar a las perspectivas de los edificios históricos ni del paisaje.
Las obras comenzaron en 2008 con la restauración de las marquesinas de las Tribunas, deterioradas por el paso del tiempo, y dañadas por el agua y diversas construcciones realizadas en etapas anteriores. A la vez que se restauran las marquesinas, se fueron ejecutando en el Recinto obras de Prospección constructiva. Obras de investigación para descubrir y analizar los valores y sistemas constructivos originales, desvirtuados y perdidos por ampliaciones y modificaciones ejecutadas en el recinto. Esto evidenció daños estructurales importantes que exigieron obras de consolidación y reparación de la estructura. Una vez completas las obras de reparación estructural, se inició la restauración y rehabilitación del conjunto arquitectónico, con el objetivo de recuperar los valores esenciales del proyecto de 1934 de Arniches, Domínguez y Torroja.
Tipo: retablo y pintura
Creador: Pasqual Ortoneda, atribuido Pasqual Ortoneda, círculo de Mateu Ortoneda
Creación: 1459
Género: arte sacro
Museo de las Culturas del Vino de Cataluña (Vilafranca del Penedès)
El Retablo de Nuestra Señora en el Vinseum es un retablo gótico con una Virgen que se exhibe desde 1940 en Vinseum, el Museo de las Culturas del Vino de Cataluña, de Vilafranca del Penedès. Se trata de un retablo gótico pintado en 1459, tal y como se aprecia en la inscripción de la base del trono.
Sobre la autoría del retablo, el historiador del arte Francesc Ruiz i Quesada afirma que el autor es Pasqual Ortoneda, cercano al círculo de Mateu Ortoneda, de la Escola de Tarragona. Ruiz y Quesada también apunta que el conjunto posiblemente procedía de la zona de la Franja, cercana a Barbastro, y debió de ser comercializado debido a la desamortización.
El retablo fue adquirido por el villafranqués Pau Milà i Fontanals, artista y teórico del arte de la Renaixença Catalana, que como otros prohombres contemporáneos se iniciaron en el coleccionismo a raíz de la desamortización de 1835, momento también en que en Cataluña empieza a valorarse el arte medieval. En 1890 el retablo fue instalado en el panteón familiar construido en el cementerio de Vilafranca. En 1926 fue exhibido en la I Exposición de Arte del Penedès celebrada en Vilafranca, tal y como puede verse en el catálogo de la exposición.
En la publicación Quaderns Il·lustrats Penedès de mayo de 1935, Manuel Trens sitúa el retablo entre las obras de la iglesia de la Trinidad, pero probablemente fue trasladado ese mismo año al finalizar su reconstrucción, tras la quema de octubre de 1934, dado que el semanario Acció no menciona el retablo cuando publica la relación de obras salvadas del incendio en la Trinidad. Todo hace pensar, pues, que pasó a ocupar el lugar de alguno de los retablos destruidos por las llamas.
El 11 de enero de 1939, el inspector de la Sección de Museos de la Generalidad de Cataluña, recibe del Ayuntamiento de Vilafranca cuatro objetos procedentes del Museo de Vilafranca, entre ellos el retablo de la familia Milà. Estos objetos debían ser enviados y depositados en la Concentración de los Museos de Cataluña con el objetivo de evitar su destrucción. Quién sabe si el retablo salió nunca de Vilafranca, poco después se anunció el fin de la guerra y no se ha localizado ningún documento del depósito. Aunque el 1 de abril del mismo año, el semanario local Acción publicaba una imagen del retablo con una nota: “Detalle del retablo gótico de la familia Milá y Fontanals que existía en la iglesia de la Santísima Trinidad que ha sido robado inicuamente antes de abandonar los marxistas nuestra villa flagelada”.
Desde 1940 el retablo ha sido custodiado por el Museo, año que ingresó en el Palacio Real de Vilafranca del Penedès uniéndose a las primeras piezas del fondo que habían transitado por diferentes sedes de la villa.
Composición
El retablo, que tiene unas dimensiones de 198 × 182 × 10 cm, se articula en tres calles de dos pisos cada uno y predela. El templo está en el centro, donde aparece la Virgen María entronizada, con el Niño en su regazo y rodeada por cuatro ángeles músicos, todos con nimbos dorados y burilados. Las calles laterales, junto al panel superior están dedicadas a los hechos relacionados con la muerte de María (Evangelios apócrifos). En la calle izquierda empezando por debajo, vemos la Anunciación de la muerte de María; en el piso superior aparece la Reunión de los Apóstoles a su alrededor. En la calle de la derecha, debajo está la Dormición de la Virgen María y encima, la Aparición de la Virgen María a Santo Tomás. En el panel superior del retablo aparece la Coronación. En el centro de la predela aparecen la Virgen María, el Barón de Dolores (Jesús) y San Juan, de medio cuerpo, detrás de una mesa en la que aparecen unos objetos simbólicos del Calvario (dados, clavos, churriacas, aceite. ..). A la derecha, en hornacinas diferentes hay, representados de medio cuerpo, Santa Lucía y San Pablo con sus atributos. En el lado izquierdo hay dos hornacinas diferentes en las que encontramos a San Pedro y Santa Bárbara, también de medio cuerpo, con sus atributos.
La estructura del retablo es la llamada “de patera” (cruz en aspa o cruz de san Andrés). Es un refuerzo tradicional en la construcción de retablos medievales en la Corona de Aragón, que viene directamente influenciado por la tradición italiana. Se disponen los travesaños en diagonal y se cruzan en medio. Está formado por seis postes verticales y seis travesaños (tres originales y tres nuevos). La unión de las tablas se hace por encolado a canto vivo y está reforzada con tela de lino. Según se puede observar, la predela se serró, separándola de las calles del retablo, y más adelante se volvió a añadir. Las escenas están divididas por unos enmarcados ornamentales de madera tallada, con columnas helicoidales y arcadas lobuladas, con las tres superiores rematadas con tres pináculos de formas vegetales (hojas).
Restauración
En 2012 fue restaurado por el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Catalunya.
El hecho de que el retablo hubiera pasado varios años dentro de una capilla del cementerio con exceso de humedad, y los diferentes desplazamientos que había sufrido aconsejaron realizar una primera intervención de restauración en 1954 que corrió a cargo del restaurador italiano Arturo Cividini y fue gestionada por Manuel Trens. Por las fotografías que se conservan en Vinseum sabemos que fue eliminado un encuadre que no era original y fue reconstruido el coronamiento del retablo, que en algún momento se había descabezado para adaptarlo a un emplazamiento más reducido. En el catálogo de la I Exposición de Arte del Penedès, se dice: "La pulsera (marco exterior) fue desacertadamente restaurada. Algún verde y todos los azules han sido repintados y son hoy negros" (p. 172).
A nivel de superficie pictórica, el retablo presentaba muchos repintes y la gama cromática tenía bastantes alteraciones que, en parte, afectaban a su lectura visual estética. El proceso de restauración llevado a cabo comenzó con la fijación de la policromía en peligro de desprendimiento y con la estabilización del soporte de madera, con una limpieza y desinsectación. Sin embargo, el elemento más destacado fue la limpieza de la capa pictórica con la eliminación sistemática de los repintes que afectaban a la zona del fondo, la del piso superior y varias escenas de la vida de la Virgen —sobre todo el manto de la Virgen de la escena principal.
Toda la intervención de restauración fue acompañada de un extenso estudio de la pieza, con técnicas de examen diversas, como la fotografía con luz difusa, la fotografía ultravioleta y la reflectografía de rayos infrarrojos. También se realizaron extracciones de muestras para los análisis físico-químicos de pigmentos y capas superficiales, por parte de técnicos de la Universidad Politécnica de Cataluña-UPC.
El resultado final ha sido la recuperación de la lectura visual de la superficie policromada original del siglo xv.
Se presentó de nuevo una vez restaurado el sábado 30 de junio de 2012, y se ubicó temporalmente en la capilla de Sant Pelegrí, esperando la finalización de las obras de Vinseum. Desde octubre de 2012, el retablo es nuevamente visitable en la exposición estable de Vinseum.
Referencias
Ruiz i Quesada, Francesc «Les escoles pictòriques de Tarragona». L'Art gòtic a Catalunya: Pintura II, El corrent Internacional, 2005, pàg. 149-151.
I Exposició d'Art del Penedès: celebrada a Vilafranca des de'l día 22 d'agost al 5 de setembre de 1926. Vendrell: Imp. Ramon, 1927.
Benach i Torrents, Manuel «L'hospital del sant Esperit i el convent i l'església de la Trinitat de Vilafranca». Quaderns Il·lustrats Penedès, núm. 3, 1935.
El Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya (CRBMC) restaura el retaule gòtic del Museu del Vi de Vilafranca del Penedès, Generalitat de Catalunya
Bibliografia
Miret, Montserrat. El retaule de la Mare de Déu. Vilafranca del Penedès: Museu del Vi, 1994.
Traducido de
ca.wikipedia.org/wiki/Retaule_de_la_Mare_de_D%c3%a9u_de_V...
El Retaule de la Mare de Déu de VINSEUM és un retaule gòtic amb una Mare de Déu que s'exhibeix des de 1940 a VINSEUM, el Museu de les Cultures del Vi de Catalunya, de Vilafranca del Penedès. Es tracta d'un retaule gòtic pintat el 1459, tal com s'aprecia a la inscripció de la base del tron.
Sobre l'autoria del retaule, l'historiador de l'art Francesc Ruiz i Quesada afirma que l'autor és Pasqual Ortoneda, proper al cercle de Mateu Ortoneda, de l'Escola de Tarragona. Ruiz i Quesada també apunta que el conjunt possiblement procedia de la zona de la Franja, propera a Barbastre, i devia ser comercialitzat a causa de la desamortització.[1]
El retaule va ser adquirit pel vilafranquí Pau Milà i Fontanals, artista i teòric de l'art de la Renaixença Catalana, que com altres prohoms contemporanis van iniciar-se en el col·leccionisme arran de la desamortització de 1835, moment també en què a Catalunya es comença a valorar l'art medieval. L'any 1890 el retaule va ser instal·lat al panteó familiar construït al cementiri de Vilafranca. El 1926 va ser exhibit a la I Exposició d'Art del Penedès celebrada a Vilafranca, tal com es pot veure en el catàleg de l'exposició.[2]
En la publicació Quaderns Il·lustrats Penedès del maig de 1935,[3] Manuel Trens situa el retaule entre les obres de l'església de la Trinitat, però probablement va ser-hi traslladat aquell mateix any en finalitzar la seva reconstrucció, després de la crema d'octubre de 1934, atès que el setmanari Acció [1] no esmenta el retaule quan publica la relació d'obres salvades de l'incendi a la Trinitat. Tot fa pensar doncs, que va passar a ocupar el lloc d'algun dels retaules destruïts per les flames.
L'11 de gener de 1939, l'inspector de la Secció de Museus de la Generalitat de Catalunya, rep de l'Ajuntament de Vilafranca quatre objectes procedents del Museu de Vilafranca, entre ells el retaule de la família Milà. Aquests objectes havien de ser tramesos i dipositats a la Concentració dels Museus de Catalunya amb l'objectiu d'evitar-ne la seva destrucció. Qui sap si el retaule va sortir mai de Vilafranca, doncs poc després es va anunciar la fi de la guerra i no s'ha localitzat cap document del dipòsit. Tot i que l'1 d'abril del mateix any, el setmanari local Acción [2] publicava una imatge del retaule amb una nota: “Detalle del retablo gótico de la familia Milá i Fontanals que existia en la iglesia de la Santísima Trinidad que ha sido robado inicuamente antes d'abandonar los marxistas nuestra villa flajelada”.
Des de 1940 el retaule ha estat custodiat pel Museu, any que va ingressar al Palau Reial de Vilafranca del Penedès unint-se a les primeres peces del fons que havien transitat per diferents seus de la vila.
Composició
El retaule, que té unes dimensions de 198 × 182 × 10 cm, s'articula en tres carrers de dos pisos cada un i predel·la. El temple és al centre, on hi apareix la Mare de Déu entronitzada, amb el Nen a la falda i envoltada per quatre àngels músics, tots amb nimbes daurats i burinats. Els carrers laterals, junt al plafó superior estan dedicats als fets relacionats amb la mort de Maria (Evangelis apòcrifs). Al carrer esquerre començant per sota, veiem l'Anunciació de la mort de Maria; al pis superior apareix la Reunió dels Apòstols al seu voltant. Al carrer de la dreta, a sota hi ha la Dormició de la Mare de Déu i a sobre, l'Aparició de la Mare de Déu a Sant Tomàs. Al plafó superior del retaule apareix la Coronació. Al centre de la predel·la apareixen la Mare de Déu, el Baró de Dolors (Jesús) i Sant Joan, de mig cos, darrere una taula en la que hi apareixen uns objectes simbòlics del Calvari (daus, claus, xurriaques, oli...). A la dreta, en fornícules diferents hi ha, representats de mig cos, Santa Llúcia i Sant Pau amb llurs atributs. A la banda esquerra hi ha dues fornícules diferents en les que trobem Sant Pere i Santa Bàrbara, també de mig cos, amb els seus atributs.
L'estructura del retaule és l'anomenada “de pastera” (creu en aspa o creu de sant Andreu). És un reforç tradicional en la construcció de retaules medievals a la Corona d'Aragó, que ve directament influenciat per la tradició italiana. Es disposen els travessers en diagonal i es creuen al mig. Està format per sis posts verticals i sis travessers (tres originals i tres de nous). La unió de les taules es fa per encolat a cantell viu i estan reforçades amb tela de lli. Segons es pot observar, la predel·la es va serrar, separant-la dels carrers del retaule, i més endavant s'hi va tornar a afegir. Les escenes estan dividides per uns emmarcaments ornamentals de fusta tallada, amb columnes helicoïdals i arcades lobul·lades, amb les tres superiors rematades amb tres pinacles de formes vegetals (fulles).
Restauració
El 2012 va ser restaurat pel Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya.[4]
El fet que el retaule hagués passat uns quants anys dins una capella del cementiri amb excés d'humitat, i els diferents desplaçaments que havia patit van aconsellar fer-hi una primera intervenció de restauració l'any 1954 que va anar a càrrec del restaurador italià Arturo Cividini i fou gestionada per Manuel Trens. Per les fotografies que es conserven a VINSEUM sabem que va ser eliminat un emmarcament que no era original i va ser reconstruït el coronament del retaule, que en algun moment s'havia escapçat per adaptar-lo a un emplaçament més reduït. En el catàleg de la I Exposició d'Art del Penedès, es diu: "La polsera (marc exterior) fou desencertadament restaurada. Algun verd i tots els blaus han estat repintats i són avui negres" (p. 172).
A nivell de superfície pictòrica, el retaule presentava moltes repintades i la gamma cromàtica tenia força alteracions que, en part, afectaven la seva lectura visual estètica. El procés de restauració dut a terme començà amb la fixació de la policromia en perill de despreniment i amb l'estabilització del suport de fusta, amb una neteja i desinsectació. L'element, però, més destacat fou la neteja de la capa pictòrica amb l'eliminació sistemàtica de les repintades que afectaven la zona del camper, la del pis superior i diverses escenes de la vida de la Verge —sobretot el mantell de la Verge de l'escena principal.
Tota la intervenció de restauració va anar acompanyada d'un extens estudi de la peça, amb tècniques d'examen de diverses com la fotografia amb llum difusa, la fotografia ultraviolada i la reflectografia de raigs infraroigs. També es van fer extraccions de mostres per a les anàlisis fisicoquímiques de pigments i capes superficials, per part de tècnics de la Universitat Politècnica de Catalunya–UPC.
El resultat final ha estat la recuperació de la lectura visual de la superfície policromada original del segle xv.
Es va presentar de nou un cop restaurat el dissabte 30 de juny de 2012, i es va ubicar temporalment a la capella de Sant Pelegrí, esperant la finalització de les obres de VINSEUM. Des de l'octubre de 2012, el retaule és novament visitable a l'exposició estable de VINSEUM.
Referències
Ruiz i Quesada, Francesc «Les escoles pictòriques de Tarragona». L'Art gòtic a Catalunya: Pintura II, El corrent Internacional, 2005, pàg. 149-151.
I Exposició d'Art del Penedès: celebrada a Vilafranca des de'l día 22 d'agost al 5 de setembre de 1926. Vendrell: Imp. Ramon, 1927.
Benach i Torrents, Manuel «L'hospital del sant Esperit i el convent i l'església de la Trinitat de Vilafranca». Quaderns Il·lustrats Penedès, núm. 3, 1935.
El Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya (CRBMC) restaura el retaule gòtic del Museu del Vi de Vilafranca del Penedès[Enllaç no actiu] Generalitat de Catalunya
Bibliografia
Miret, Montserrat. El retaule de la Mare de Déu. Vilafranca del Penedès: Museu del Vi, 1994.
ca.wikipedia.org/wiki/Retaule_de_la_Mare_de_D%c3%a9u_de_V...
02/02/2014 - Qu'est-ce que tu es belle ici, ma Sunni...
Qu'est-ce que tu me manques ce soir...
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05-02-2014 - Adieu Flickr. Il faut aussi savoir passer à autre chose !
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07-02-2014 - Tu resteras dans mon coeur.
Tu resteras dans mon cœur car tu m'auras modifié.
J'aurais failli mourir à cause de toi mais survivre en ayant perdu un tel amour est déjà tellement difficile. Pourquoi vouloir se faire plus mal encore ?
Tu resteras dans mon cœur car je ne sais pas en changer. Il y en existe pourtant des cœurs de rechanges, des transplantés, des artificiels… mais celui là, même avec ses blessures et ses escarres me convient. Parce que tu y es quelque part et que cela le réchauffe.
Tu resteras dans mon cœur car je t'ai aimé jusqu'à en perdre la raison.
Tu resteras dans mon cœur car je n'avais jamais eu autant envie de quelqu'un jusqu'alors.
Tu me comblais. Je te trouvais belle et avec les mois qui passaient toujours plus désirable.
Tu resteras dans mon cœur car tu avais une carrière à construire. Et tu me semblais douée pour ça. Tu es douée. Certes, peut être que ta carrière sera plus importante que tout le reste... Mais, je n’en suis pas sûr… J'hésite... Car cela m'a été suggéré.
Tu resteras dans mon cœur parce que je me sentais bien avec toi. Je ne sais pas si je te l'ai déjà dit ? Parfois à tes côtés, j’étais aux anges.
Je me sentais bien quand tu te lovais comme un chat contre moi. Je me sentais bien quand je te regardais. Je me sentais bien quand nous faisions l'amour. Je me sentais bien quand tu scrutais mon regard.
Je me sentais bien et tu étais belle. Je me sentais fort quand tu étais à mes côtés.
Elle est triste cette histoire. Elle est terminée. Elle était difficile. Elle n’était pas toujours belle. Elle était violente. Elle était passionnée. Cette histoire, c’était trop de vie, trop de sentiments, trop de jalousie, trop d’amour.
Est venu un moment où il aurait fallu arrêter de poser des questions. Laisser les choses se faire et accepter même qu’elles se défassent.
Peut-être en serons-nous capable un jour.
Et puis, de toute manière, tu resteras dans mon cœur.
Tu resteras dans mon cœur et tant qu’il battra, ma conscience à l’unisson te conservera de l’estime… Et des volutes d’amour s’échapperont de mon âme. Et ces volutes iront te titiller les neurones. Elles agaceront tes sens. Elles te diront que je suis encore là pour toi. Quelque part. Pas si loin de ton propre cœur.
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Le 12/02/2014
Un livre.
- Mais alors, ce sera un livre sur quoi ?
- Ce sera une épopée burlesque. Un conte merveilleux dans un royaume absurde...
- On dirait du Lewis Caroll ?
- Hum, il faudrait en avoir le talent... Et puis, ce sera d'abord un roman d'amour...
- L'amour absurde ?
- Plutôt l'absurdité de l'amour... Et le mélange entre passion et ennui pour accompagner le tout.
- Un désert des tartares amoureux ! Le rivage des Syrthes de la passion !
- Je crois que tu t'emballes. Ce sera juste un simple livre. Et si je devais dire où j'aimerais puiser mon inspiration, ce serait davantage dans "Lettre d'amour en Somalie" le livre/film de Frédéric Mitterrand. Un chef d'oeuvre, à mon avis !
- Bref, si je comprends bien, ce sera un roman sur la déraison, l'impossibilité pour deux êtres de s'aimer de façon simultanée, le deuil d'un amour ?
- On verra ce que ce sera. Ce que je sais c'est que ce livre une seule personne l'aura inspiré. Deux si je me compte parmi les personnages.
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Le 12/02/2014 - Maladie d'amour
La buée plein les mirettes… Un festival de globules salés dans le regard. Entre deux hoquets, la rage d’être impuissant… réduit par la distance à l’état d’homoncule abstrait… Une présence évanescente qui survit dans le lointain. Une pensée sans corps qui surnage au milieu de sa tristesse, se débat entre colère et abattement, ne réagit que pour tracer dans sa conscience des mots inutiles… Des mots qui n’ont aucun pouvoir… Des mots paralysés par la jalousie… Pauvres mots stériles.
Les larmes qui reprennent, s’emparent du corps tout entier. Des larmes qui pleurent dans la cervelle, dans l’estomac, dans les poumons… Des larmes qui noient l’être tout entier… L’imbibent de leur mélancolie. Prisonnière de ce corps, Alice aurait déjà été noyée. Il n’y aurait jamais eu de lapin, Jamais eu de flamands roses, jamais eu de merveilles.
L’être a été un enfant tardif. Au milieu de sa panoplie de méchancetés, il gardait encore quelques trésors d’innocence. L’enfant est mort le 5 janvier dernier. Les médecins en blouse orangée ont diagnostiqué la maladie du nénuphar. Il est à craindre qu’il ne renaisse jamais cet enfant. Etait-ce une nécessité pour qu’un autre s’épanouisse ? Le futur est encore trouble. Presque aussi trouble que l’air du désert quand souffle le Shamal.
Les décisions que l’on prend, celles que d’autres nous ont conseillé de prendre, qu’on parvient à grand peine à suivre. Les promesses de se tenir à distance, de ne pas rompre avec ses vœux… de plier tel un roseau pour éviter la rupture… Un anévrisme des sentiments. Absurdes décisions qui vont contre ses propres désirs. Mais est-il toujours sage ce désir, demande une conscience autorisée ?
On s’en fout. On s’en tamponne les coquillettes. Le désir, c’est d’être entier au milieu de cette putain de vie ! Le désir, bordel, c’est peut-être une des seules choses qui valent avec l’amour et l’émerveillement.
On regarde quelques photos en se disant qu’elles ne peuvent plus rien faire… Que ces photos sont des choses mortes… Qu’elles n’ont aucune faculté de destruction inhérente puisque leur seul pouvoir appartient au passé. Mais les photos s’impriment dans les neurones et distillent le poison des joies passées.
Alors les flots reprennent. Des gémissements en cascade, qui déversent leur cafard à l’énoncé des souvenirs, ceux dont on se souvient avec nostalgie comme ceux qui tournent en amertume. On se demande si on sera jamais plus heureux après pareille tornade. Les émotions en pagaille, pareilles à un oued en cru, ont tracé leur lit de destruction au gré des épisodes… Elles n’ont laissé que la souffrance et la boue. Une courte histoire… Une histoire qui n’est pas même un micron de poussière à l’échelle de tous les désastres qui ont jalonnés l’histoire humaine.
Le mépris pour seule réponse sensée. Un doigt d’honneur bien profond à ceux qui ne comprennent rien au véritable désespoir. Vivre, c’est accepter son fardeau de tourments. Jamais aucun malheur n’égalera celui-là !
Du moins, au moment où je trace ces mots entre deux perles de pluie… Avec un air de chien battu … Et le visage sans plus aucune lueur dans le regard. Sans plus de lueur, éteint… Le visage à jamais figé par une image disparue…
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Le 16/02/2014
La tentation de Venise
Oulalah c’est beau comme de l’Antique.
A la différence que ça ne se veut pas une œuvre d’art réelle mais plutôt une forme conceptuelle. Une idée a jailli. Une idée qui grandissait dans mon crâne, aménageait sa petite niche et s’imposait peu à peu comme une séduisante évidence.
On peut le déplorer mais dans notre monde hyper-médiatisé, connecté et câblé à outrance, les gens se contentent d’un clic sur un réseau social quelconque pour prendre de vos nouvelles. On évite même parfois d’interagir, tant la rassurante perception que tout va bien pour l’autre est suffisante.
Mais imaginons qu’on ne nourrisse plus son compte Facebook, qu’on ne tweete plus, qu’on cesse de charger des photos sur Flickr ou Instagram… Qu’on ne réponde plus aux mails (autres que les mails professionnels et destinés à ce seul usage) ou aux SMS et qu’on évite soigneusement de décrocher son téléphone portable (à part des SMS des proches et encore en répondant par des formules très génériques du genre « je vais bien merci » ou « tout baigne, besoin d’un peu de silence »...
Notre société étant parvenue à un tel degré d’interdépendance, un individu qui réagirait de la sorte finirait tout simplement par disparaître des radars… voire par disparaître tout court. Ce serait en quelque sorte un processus d’effacement volontaire, une « ghostisation » (pardonnez-moi le franglicisme).
Pour peu que l’on soit célibataire (ce qui est mon cas à cette heure) et qu’on travaille à l’étranger (ce qui est également mon cas), on n’aurait plus de compte à rendre socialement, à part à son environnement immédiat. Un environnement d’autant plus impersonnel que les relations d’expatriation sont rarement choisies.
Les raisons profondes d’un tel comportement sont variées. Dans une vision autocentrée, cela revient à vérifier qu’on manque à quelques-unes des personnes les plus chères à notre cœur. Mais, on ne peut pas manquer d’inverser le processus. Est-il si facile pour soi-même de ne plus contacter les autres ? Cela vaut aussi pour le processus de disparition lui-même. A moins de s’exiler sur une île déserte, on ne disparaît pas totalement aux yeux des gens avec lesquels on travaille. Mais, en tant qu’individu débarrassé des chaines des affections les plus fortes, peut-on se dépouiller de son passé, de ses souvenirs, de ses amis pour se constituer un réseau à la fois radicalement nouveau et totalement artificiel ?
Enfin, on ne peut nier qu’un tel processus de disparition serait également une expérimentation artistique en tant que telle.
Cette chronique d’une disparition volontaire est à l’œuvre à compter de cet instant.Ellel avait déjà commencé avec l’arrêt du chargement de toute nouvelle photo sur ce compte.
Je ne sais pas combien de temps je tiendrais… Mais pour faire sens, il faut que cela dure un peu.
En attendant... Suerte !
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Le 20/02/2014 - Pas Grave !
Ça n'est pas grave de ne plus aimer ensuite... De se dire que cette fois-ci c’était bien la dernière. On a toujours le droit de changer d’avis un jour, dans très très très longtemps, après avoir bu une vielle prune ou croisé des yeux charbonneux.
Ça n'est pas grave de laisser sa conscience dépérir tout en soignant encore son enveloppe...
Ça n'est pas grave de n'avoir plus de goût pour rien... De n'être bon qu'à survivre au milieu des méchouis et des mezzés dans les salons guimauves du Ritz-Carlton...
Ça n'est pas grave de se dédire, de n'avoir qu'une moitié de parole, d’être un fieffé chafouin et de faire la chattemite...
Ça n'est pas grave d'être rouge pivoine, ivre et stupide face à un Cheick en tawb grise, cupide et toxique...
Ça n'est pas grave d'avoir pour seule compagnie deux couillons de chats et une tristesse inextinguible...
Ça n'est pas grave d'être déçu, jaloux, abusé, cruel, magnanime, humain et naïf...
Ça n'est pas grave d'avoir de l'amour à revendre quand l'autre ne donne à voir en retour que son égotisme et son insouciance.
Ce n'est pas grave de n'être pas préféré. Parfois cela vaut même mieux que d'être oublié.
Ce n'est pas grave d’être presque certain d'avoir raté sa vie. Des millions de personnes l'ont raté sans même s’en rendre compte.
Ce n'est pas grave d'avoir cru une chose fondamentale alors même qu'elle était une immense galéjade.
Ce n'est pas grave de rêver à des beaux yeux même quand ils ne sont qu’escobarderies et artifices.
Ce n'est pas grave d'être davantage attiré par la mort que par la vie.
Ce n'est pas grave d'avoir à jamais perdu ce qui faisait le meilleur de soi.
Ce n'est pas grave d'avoir si peu d'espoir qu'on désespèrerait un croquemort.
Ce n'est pas grave d'être bridé dans ses envies, de n'avoir plus que cette seule absente pour donner corps à ses désirs.
Ce n'est pas grave... C'est sans importance. Qui a dit que les vies « réussies » étaient les plus intéressantes ?
16 photographies ont été chargées, ne vous limitez pas aux 5 premières !
Ce que la forêt était belle ! Et les chemins casse-gueule …
Notre promenade a été bien courte, et néanmoins éprouvante pour les croulants que nous sommes devenus, mais on en a eu plein les mirettes . Par moment au bord de la Rivière d'Argent on se serait cru dans un jardin japonais .
bretagne-finistere-huelgoat.com/randonnees-huelgoat.html
Avant de rentrer on s'est réconforté avec une crêpe au sucre et un chocolat chaud .
Huelgoat, Finistère, Bretagne, France .
Photographie J-P Leroy, tous droits réservés .