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Incluso viendo que al estacionar sus vehículos en una zona prohibida imposibilitan que 2 coches puedan cruzarse tienen el más mínimo remordimiento.
Luego, si son ellos los que tienen que pasar por ese punto clamarán al cielo pidiendo que la grúa municipal haga su trabajo de una vez.
Ahora están pintados los carriles y, ni con eso, se ha logrado que la gente respete la zona de prohibición.
Me saqué el carnet hace ya unos años, pero hace poco que me aprobé el examen para obtener el carnet clase A, y que yo recuerde tanto para el B como para el A, el reglamento dice que las zonas rayadas no son transitables para vehículos.
Entonces, como es que,a demás de transitar este señor ha considerado oportuno estacionar?
Claro, saltándose las normas de circulación.
Pues nada, otro ejemplo más del pasotismo normativo que existe entre los conductores.
Una serie de obras de desarrollo y vías de acceso a los distritos de Tarapoto pidieron las autoridades al congresista Aurelio Pastor, quien realiza su labor de representación en la principal ciudad de la región San Martín.
Siempre me pregunto: " ¿ cuando decidimos hacernos tanto daño?"
De que solo pudiéramos mirarnos a escondidas, como si amarnos fuera un problema, desde
cuando tu y yo pasamos a ser nada. Parece que era ayer cuando nos prometíamos amor del
verdadero y el mundo se detenía a nuestros pies y, lo peor que de eso ya ni queden las ganas
Quien diría que nuestros caminos no iban juntos, si me paso cada día tratando de abandonar
este sentimiento, cuando fue el día que decidí hacerme tanto daño en el que mi amor propio
me dio la espalda. Desde cuando baso mi vida en recuerdos, cuando le perdí el animo de vivir,
ese momento fue cuando decidí cambiarlo todo por un beso tuyo.
Creo que hasta las noches son una tortura, una reflexión, un grito de desesperación, el tiempo en que todo cambia y nos encontramos con la realidad. Solo espero tener el valor de abandonar
cada sueño que aun me persigue. A veces tomas una decisión y jamas volteas atrás, puede que a mi me guste observar tu caminar. Cuando digo que te quiero no te miento, pero ambos
sabemos que querer no es suficiente, esos labios que calmaban mi dolor ya son parte del cerrar de ojos sin mirar al decirte adiós.