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Un parque de atracciones surrealista en la Plaza Mayor La antigua barbuda

La Plaza Mayor de Madrid se convierte este fin de semana en una mágica y surrealista feria del pasado

 

Dentro de la programación del Legado del IV Centenario la compañía de teatro de calle Antigua & Barbuda transformará la plaza con sus artefactos el 9 y 10 de junio.

Un total de 8 atracciones que reutilizan poéticamente objetos en desuso invadirán todos los rincones de la Plaza Mayor para convertirla en una feria pensada especialmente para los más pequeños con la obligatoria participación de los mayores.

Los adultos serán una pieza fundamental de las atracciones convirtiéndose en un elemento motriz que hace que cada una de las piezas mueva a las demás.

La Plaza Mayor se convertirá en un pequeño parque de atracciones mágico y surrealista durante el sábado 9 y el domingo 10 de junio con motivo del Legado del IV Centenario de la Plaza Mayor.

 

De la mano de la Compañía de Teatro de calle Antigua & Barbuda y de las construcciones creadas gracias al ingenio y la fantasía de Jordà Ferrer y Oscar de Paz, 8 atracciones en las que se reutilizan poéticamente objetos en desuso para otorgarles una nueva vida, invadirán todos los rincones de la Plaza Mayor.

 

 

Arquitectura de Feria es el nombre de esta nueva propuesta del Legado del IV Centenario de la Plaza Mayor, que tiene como principal objetivo consolidar a la Plaza Mayor, tras la extensa programación que se desarrolló durante 2017, como uno de los grandes “escenarios” de la ciudad para que se mantenga como un espacio vivo que continúe siendo un importante foco cultural, festivo y social.

 

Gracias a esta especial Arquitectura, y de forma completamente gratuita, visitantes y madrileños podrán disfrutar de un paseo por una feria desbordante de imaginación, conducido y dinamizado por los actores de la Compañía Bambolea y la Escuela de Circo Carampa, que acompañarán a niños y grandes en su recorrido través de las diferentes atracciones.

 

El proyecto de la compañía, denominado Arquitectura de feria, orbita en torno al concepto de reutilizar poéticamente objetos en desuso, también cercano a la obra de Tinguely. “Nos gusta poner en relieve la arquitectura de los objetos, darle más valor al reciclaje, pero además que se vea que todo es manual, que se puedan ver los engranajes y no haya nada escondido”, dice el creador. Ferrer encuentra los elementos de sus atracciones por rastros y mercadillos —además de a través de donaciones— y tarda entre tres semanas y tres meses en su taller en poner en funcionamiento cada invento.

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Uploaded on July 10, 2018
Taken on June 8, 2018