Victor Aparicio Saez
La vida secreta de las plantas
Hubo un tiempo, muy lejano, en el que las plantas emitían luz. Una luz que inundaba de vida por la noche, cuando el sol se escondía y la luna salía.
Era un tiempo sin estrellas. Con el cielo negro. Solo la luz de la luna daba color a las noches.
Un día, hubo un hombre que escuchaba las historias que les contaban. Hasta que una noche paseando no podía creer lo que estaba viendo. Un campo entero iluminado por miles de plantas.
Cuando se acercó, pudo ver que esa luz salía por las flores que tenían esas plantas.
Fascinado por su hallazgo, corrió para demostrar que las plantas emiten luz.
Cuando toda su gente acudió al campo, todas las plantas aparecieron apagadas.
Pronto aquél hombre le tomaron por loco. Y pasó toda su vida afirmando que las plantas emitían luz.
Para ello, cultivó miles de flores para observarlas por la noche.
Se dedicaba a tratarlas como si fueran princesas. Otras las daba la luz del día. Otras exclusivamente recibían la luz de la luna, pero nunca consiguió ver una flor con luz.
Casi todos los días acudía a ese campo donde las flores lucían. Donde siempre buscaba por la noche aquellas flores con esa luz preciosa. Donde todos los insectos acudían a su luz. Pero ha observado que esos insectos siguen deambulando por los alrededores, creándole mas frustración dándose cuenta que aquellas flores deben lucir en algún momento.
Una noche, replicando a los dioses que vuelvan a lucir aquellas flores, el cielo se tornó de repente de un color rojo. Una voz como un trueno llenó el ambiente. Y aquel hombre gritó al cielo que quería ver millones de luces.
En ese momento, el cielo se puso negro. Y haciendo cumplir sus deseos, el campo brilló como no se vio nunca. Unos segundos después de esa alegría, se transformó en una pregunta.
¿A donde van?
Todas las flores de la tierra levantaron el vuelo y volaron hasta el cielo.
Desde entonces, todas esas flores las llamamos estrellas. iluminando los cielos de la noche.
Todos los días, aquél hombre mira el cielo, y solo el sabe la vida secreta de las plantas.
La vida secreta de las plantas
Hubo un tiempo, muy lejano, en el que las plantas emitían luz. Una luz que inundaba de vida por la noche, cuando el sol se escondía y la luna salía.
Era un tiempo sin estrellas. Con el cielo negro. Solo la luz de la luna daba color a las noches.
Un día, hubo un hombre que escuchaba las historias que les contaban. Hasta que una noche paseando no podía creer lo que estaba viendo. Un campo entero iluminado por miles de plantas.
Cuando se acercó, pudo ver que esa luz salía por las flores que tenían esas plantas.
Fascinado por su hallazgo, corrió para demostrar que las plantas emiten luz.
Cuando toda su gente acudió al campo, todas las plantas aparecieron apagadas.
Pronto aquél hombre le tomaron por loco. Y pasó toda su vida afirmando que las plantas emitían luz.
Para ello, cultivó miles de flores para observarlas por la noche.
Se dedicaba a tratarlas como si fueran princesas. Otras las daba la luz del día. Otras exclusivamente recibían la luz de la luna, pero nunca consiguió ver una flor con luz.
Casi todos los días acudía a ese campo donde las flores lucían. Donde siempre buscaba por la noche aquellas flores con esa luz preciosa. Donde todos los insectos acudían a su luz. Pero ha observado que esos insectos siguen deambulando por los alrededores, creándole mas frustración dándose cuenta que aquellas flores deben lucir en algún momento.
Una noche, replicando a los dioses que vuelvan a lucir aquellas flores, el cielo se tornó de repente de un color rojo. Una voz como un trueno llenó el ambiente. Y aquel hombre gritó al cielo que quería ver millones de luces.
En ese momento, el cielo se puso negro. Y haciendo cumplir sus deseos, el campo brilló como no se vio nunca. Unos segundos después de esa alegría, se transformó en una pregunta.
¿A donde van?
Todas las flores de la tierra levantaron el vuelo y volaron hasta el cielo.
Desde entonces, todas esas flores las llamamos estrellas. iluminando los cielos de la noche.
Todos los días, aquél hombre mira el cielo, y solo el sabe la vida secreta de las plantas.