Bobinero Bilbao Mercancías-Aranda de Duero a cargo de la locomotora 335.032 de Ferrovial a su paso por Subijana.
La foto que le había hecho a este tren en Orduña había quedado muy bien pero la de Subijana era el principal objetivo del día. Por una vez, subí el Puerto de la Barrerilla sin tráfico y sin las habituales obras que ralentizan la circulación, pudiendo llegar hasta el punto antes que el tren y con un teórico margen de más de diez minutos. El sol lucía esplendoroso y no había nubes a la vista así que nada podría salir mal...hasta que, cómo no, resurgió mi proverbial mal fario y la señal que véis detrás del tren se puso en verde para dar paso al Alvia procedente de Madrid, un tren que se lo tomó con mucha calma y que tardó unos veinte minutos en aparecer. El Tramesa estaba apartado en Zuatzu y, tras cruzar con el Alvia, se presentó ante el estoico fotógrafo con tiempo más que suficiente para que las nubes se rearmaran y llenaran de sombras el sesenta por ciento de la escena. Por suerte, ha sido posible disiparlas en el procesado de la imagen y el trabajo de limpieza de grafitis llevado a cabo en la foto de Orduña, ha servido de donante para que la locomotora luzca inmaculada. Y todavía faltaba por llegar el TECO de Continental que pasó, esta vez sí, con un sol radiante iluminando su colorida y reluciente composición.
The photo I had taken of this train in Orduña had turned out very well, but Subijana's was the main objective of the day. For once, I went up the Puerto de la Barrerilla without traffic and without the usual works that slow down circulation, being able to reach the point before the train and with a margin of more than ten minutes. The sun was splendid and there were no clouds in sight so nothing could go wrong...until, of course, my proverbial bad luck resurfaced and the signal you see behind the train turned green to give way to the Alvia coming from Madrid, a train that took it very calmly and that took about twenty minutes to appear. The Tramesa was secluded in Zuatzu and, after crossing with the Alvia, it appeared before the stoic photographer with more than enough time for the clouds to rearm and fill sixty percent of the scene with shadows. Luckily, it has been possible to dissipate them in the processing of the image and the graffiti cleaning work carried out in the photo of Orduña, has served as a donor so that the locomotive looks immaculate. And the freight of Continental was still to come, which passed, this time yes, with a radiant sun illuminating its colorful and shimmering composition.
Bobinero Bilbao Mercancías-Aranda de Duero a cargo de la locomotora 335.032 de Ferrovial a su paso por Subijana.
La foto que le había hecho a este tren en Orduña había quedado muy bien pero la de Subijana era el principal objetivo del día. Por una vez, subí el Puerto de la Barrerilla sin tráfico y sin las habituales obras que ralentizan la circulación, pudiendo llegar hasta el punto antes que el tren y con un teórico margen de más de diez minutos. El sol lucía esplendoroso y no había nubes a la vista así que nada podría salir mal...hasta que, cómo no, resurgió mi proverbial mal fario y la señal que véis detrás del tren se puso en verde para dar paso al Alvia procedente de Madrid, un tren que se lo tomó con mucha calma y que tardó unos veinte minutos en aparecer. El Tramesa estaba apartado en Zuatzu y, tras cruzar con el Alvia, se presentó ante el estoico fotógrafo con tiempo más que suficiente para que las nubes se rearmaran y llenaran de sombras el sesenta por ciento de la escena. Por suerte, ha sido posible disiparlas en el procesado de la imagen y el trabajo de limpieza de grafitis llevado a cabo en la foto de Orduña, ha servido de donante para que la locomotora luzca inmaculada. Y todavía faltaba por llegar el TECO de Continental que pasó, esta vez sí, con un sol radiante iluminando su colorida y reluciente composición.
The photo I had taken of this train in Orduña had turned out very well, but Subijana's was the main objective of the day. For once, I went up the Puerto de la Barrerilla without traffic and without the usual works that slow down circulation, being able to reach the point before the train and with a margin of more than ten minutes. The sun was splendid and there were no clouds in sight so nothing could go wrong...until, of course, my proverbial bad luck resurfaced and the signal you see behind the train turned green to give way to the Alvia coming from Madrid, a train that took it very calmly and that took about twenty minutes to appear. The Tramesa was secluded in Zuatzu and, after crossing with the Alvia, it appeared before the stoic photographer with more than enough time for the clouds to rearm and fill sixty percent of the scene with shadows. Luckily, it has been possible to dissipate them in the processing of the image and the graffiti cleaning work carried out in the photo of Orduña, has served as a donor so that the locomotive looks immaculate. And the freight of Continental was still to come, which passed, this time yes, with a radiant sun illuminating its colorful and shimmering composition.