Nicolet Pino Silva
Empoderamiento
Tal vez los hombres crean que tomar una decisión no los hace poderosos, están tan acostumbrados a decidir y tomar el control de sus vidas, que eso para ustedes no es novedad, pero para muchas mujeres, especialmente las que vivimos en sociedades tercermundistas, tomar nuestras propias decisiones nos da poder. ¿Poder sobre quién? Sobre nosotras mismas. Retrocedamos en el tiempo al instante en el que comenzó su adolescencia, ¿empezar a tomar decisiones se sentía bien, no? Pues cosa parecida nos pasa a las mujeres, el decidir sobre nosotras, sobre nuestro cuerpo y sobre lo que queremos hacer en nuestro futuro nos hace sentir bien. Cada decisión te da poder, sobre tí y/o sobre los demás. Sin embargo, no todas las decisiones son moralmente correctas.
Un pensamiento retrógrado y típicamente machista es que las mujeres solo servimos para tener hijos, Y no. Ser mujer es mucho más que tener una vagina para tener relaciones sexuales o un útero en el que se desarrolle un embrión. Aunque biológicamente tengamos la obligación de preservar la especie, no somos como los demás animales. Tenemos un hermoso cerebro que nos hace ser quienes somos y que nos ha hecho pasar de nómadas a la sociedad que somos hoy en día, y que hace que la reproducción pase a segundo plano. Nosotras decidimos si queremos hijos o no, ya sean biológicos o adoptados, y aunque en algunas partes te sigan llamando quedada si no te casas y tienes hijos antes de los 30, ya nadie nos obliga a recluirnos en un claustro por el resto de nuestra vida.
Empoderamiento
Tal vez los hombres crean que tomar una decisión no los hace poderosos, están tan acostumbrados a decidir y tomar el control de sus vidas, que eso para ustedes no es novedad, pero para muchas mujeres, especialmente las que vivimos en sociedades tercermundistas, tomar nuestras propias decisiones nos da poder. ¿Poder sobre quién? Sobre nosotras mismas. Retrocedamos en el tiempo al instante en el que comenzó su adolescencia, ¿empezar a tomar decisiones se sentía bien, no? Pues cosa parecida nos pasa a las mujeres, el decidir sobre nosotras, sobre nuestro cuerpo y sobre lo que queremos hacer en nuestro futuro nos hace sentir bien. Cada decisión te da poder, sobre tí y/o sobre los demás. Sin embargo, no todas las decisiones son moralmente correctas.
Un pensamiento retrógrado y típicamente machista es que las mujeres solo servimos para tener hijos, Y no. Ser mujer es mucho más que tener una vagina para tener relaciones sexuales o un útero en el que se desarrolle un embrión. Aunque biológicamente tengamos la obligación de preservar la especie, no somos como los demás animales. Tenemos un hermoso cerebro que nos hace ser quienes somos y que nos ha hecho pasar de nómadas a la sociedad que somos hoy en día, y que hace que la reproducción pase a segundo plano. Nosotras decidimos si queremos hijos o no, ya sean biológicos o adoptados, y aunque en algunas partes te sigan llamando quedada si no te casas y tienes hijos antes de los 30, ya nadie nos obliga a recluirnos en un claustro por el resto de nuestra vida.