paseando...
diario de una hormiga.
- “Hay días en que uno, Aquí, no está para casi nada” –se dijo al abrir los ojos este lunes de noviembre.
Pocas veces -es verdad-, pero cuando esto le ocurría tenía la sensación de que todo se le volvía grande; de que la oscuridad de la madrugada iba a ser ya impenetrable; de que el mínimo soplo de viento iba a echar por tierra todo su trabajo de aprovisionamiento para el invierno; de que cualquier gota de rocío podría ahogarle antes de que se diera cuenta del peligro que corría.
Sin embargo, repentinamente (casi todo ocurre así), apareció el sol por detrás de la Montaña del Castaño. Y la luz se filtró entre lo que antes eran amenazadoras gotas. Y se iluminó el trozo de hierba donde vivía y del que difícilmente saldría nunca. Y pensó:
- "Después de todo, es Aquí donde me gusta vivir"...
www.youtube.com/watch?v=x8qwWlJYkZE
diario de una hormiga.
- “Hay días en que uno, Aquí, no está para casi nada” –se dijo al abrir los ojos este lunes de noviembre.
Pocas veces -es verdad-, pero cuando esto le ocurría tenía la sensación de que todo se le volvía grande; de que la oscuridad de la madrugada iba a ser ya impenetrable; de que el mínimo soplo de viento iba a echar por tierra todo su trabajo de aprovisionamiento para el invierno; de que cualquier gota de rocío podría ahogarle antes de que se diera cuenta del peligro que corría.
Sin embargo, repentinamente (casi todo ocurre así), apareció el sol por detrás de la Montaña del Castaño. Y la luz se filtró entre lo que antes eran amenazadoras gotas. Y se iluminó el trozo de hierba donde vivía y del que difícilmente saldría nunca. Y pensó:
- "Después de todo, es Aquí donde me gusta vivir"...
www.youtube.com/watch?v=x8qwWlJYkZE