Juan Carlos Pascual
Words (10/52)
narradordeimagenes.blogspot.com/2012/03/palabras.html
Nuestros Dioses, esos que rigen nuestra existencia, o tal vez nuestras propias incongruencias decidieron hace unas semanas privar a la humanidad de uno de sus rasgos más característicos: la capacidad de comunicarse mediante el habla.
Los primeros días fueron caóticos, el pánico y la frustración hicieron acto de presencia llenando nuestras vidas de desconcierto. El día a día se convirtió en un infierno en el que parecía que, aparte del habla, casi hubiésemos perdido la cordura. Ya no podíamos usar el teléfono, si nuestros bebés lloraban no podíamos escuchar su llanto, la televisión había perdido la mitad de su sentido… y lo mismo sucedía con millones de cosas que antes eran totalmente rutinarias.
La depresión y la incomprensión ante un hecho tan insólito se instalaron entre nosotros, y los días fueron pasando.
Y según transcurrían los soles y las lunas, el potencial que posee el ser humano para superar momentos apocalípticos se fue imponiendo, y poco a poco nos fuimos acomodando a la nueva situación.
Lo que en un principio veíamos claramente como un hándicap fue transformándose en algo altamente beneficioso. Empezamos a darnos cuenta de lo irreflexivamente que usábamos nuestra voz cuando aún disponíamos de ella, empleando las palabras con total ligereza, sin prestarles ninguna atención.
Nuevas formas de comunicación, mucho más íntimas y conectadas, han empezado a surgir desde entonces. Si escribimos para hacernos entender, lo hacemos poniendo plena conciencia en cada una de las palabras que empleamos en el papel. También hemos comenzado a utilizar nuestro cuerpo a un nivel al que nunca habíamos llegado, creando nuevas formas de interacción con nuestros semejantes. La empatía por quienes nos rodean se ha hecho presente con rapidez, ahora somos capaces de mirar fijamente a los ojos y conectar de verdad con la persona que tenemos en frente.
Ya no nos despedimos diciendo adiós, ahora nos abrazamos de verdad.
La desaparición de las palabras sonoras supuso el génesis de la verdadera comunicación.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Our Gods, those that govern our existence, or maybe our own inconsistencies decided few weeks ago to deprive humanity of one of its strongest features: the ability to communicate through speech.
The first few days were chaotic, panic and frustration made an appearance filling our lives with confusion. Daily life became hell when it seemed that apart from the speech, we had almost lost our minds. We could not use the phone, if our babies cried we could not hear their crying, television had lost half its meaning ... and so did millions of things that were once completely routine.
Depression and incomprehension at an unimaginable event settled between us and the days went by.
And as suns and moons were spent, the potential of the human being to overcome apocalyptic moments was imposed, and step by step we went arranging to the new situation.
What in the beginning we clearly saw as a handicap was transformed into something highly beneficial. We began to realize how thoughtlessly we used our voice when we still had it, using the words with complete lightness, without paying any attention.
New ways of communication, much more intimate and connected, began to emerge. If we write in order to make ourselves understood, we do it putting full awareness in each of the words we use in the paper. We also began to use our body into a level that had never come, creating new forms of interaction with our peers. Empathy for those around us showed up quickly, now we can look straight in the eye and really connect with the person that we have in front of us.
We no longer say goodbye saying goodbye, we hug each other for real now.
The disappearance of audible words meant the genesis of true communication.
Mejor en lightbox
* Prohibido el uso para fines comerciales sin previa autorización escrita. Derechos Reservados
© Juan Carlos Pascual - jcpascual@gmail.com
--------------------------------
* Prohibited the use for commercial purposes without prior written authorization.
© Juan Carlos Pascual - jcpascual@gmail.com
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
* Por favor, no use esta imagen en los sitios web, blogs u otros medios de comunicación sin mi permiso explícito.
© Todos los derechos reservados
--------------------------------
* Please don't use this image on websites, blogs or other media without my explicit permission.
© All rights reserved
Words (10/52)
narradordeimagenes.blogspot.com/2012/03/palabras.html
Nuestros Dioses, esos que rigen nuestra existencia, o tal vez nuestras propias incongruencias decidieron hace unas semanas privar a la humanidad de uno de sus rasgos más característicos: la capacidad de comunicarse mediante el habla.
Los primeros días fueron caóticos, el pánico y la frustración hicieron acto de presencia llenando nuestras vidas de desconcierto. El día a día se convirtió en un infierno en el que parecía que, aparte del habla, casi hubiésemos perdido la cordura. Ya no podíamos usar el teléfono, si nuestros bebés lloraban no podíamos escuchar su llanto, la televisión había perdido la mitad de su sentido… y lo mismo sucedía con millones de cosas que antes eran totalmente rutinarias.
La depresión y la incomprensión ante un hecho tan insólito se instalaron entre nosotros, y los días fueron pasando.
Y según transcurrían los soles y las lunas, el potencial que posee el ser humano para superar momentos apocalípticos se fue imponiendo, y poco a poco nos fuimos acomodando a la nueva situación.
Lo que en un principio veíamos claramente como un hándicap fue transformándose en algo altamente beneficioso. Empezamos a darnos cuenta de lo irreflexivamente que usábamos nuestra voz cuando aún disponíamos de ella, empleando las palabras con total ligereza, sin prestarles ninguna atención.
Nuevas formas de comunicación, mucho más íntimas y conectadas, han empezado a surgir desde entonces. Si escribimos para hacernos entender, lo hacemos poniendo plena conciencia en cada una de las palabras que empleamos en el papel. También hemos comenzado a utilizar nuestro cuerpo a un nivel al que nunca habíamos llegado, creando nuevas formas de interacción con nuestros semejantes. La empatía por quienes nos rodean se ha hecho presente con rapidez, ahora somos capaces de mirar fijamente a los ojos y conectar de verdad con la persona que tenemos en frente.
Ya no nos despedimos diciendo adiós, ahora nos abrazamos de verdad.
La desaparición de las palabras sonoras supuso el génesis de la verdadera comunicación.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Our Gods, those that govern our existence, or maybe our own inconsistencies decided few weeks ago to deprive humanity of one of its strongest features: the ability to communicate through speech.
The first few days were chaotic, panic and frustration made an appearance filling our lives with confusion. Daily life became hell when it seemed that apart from the speech, we had almost lost our minds. We could not use the phone, if our babies cried we could not hear their crying, television had lost half its meaning ... and so did millions of things that were once completely routine.
Depression and incomprehension at an unimaginable event settled between us and the days went by.
And as suns and moons were spent, the potential of the human being to overcome apocalyptic moments was imposed, and step by step we went arranging to the new situation.
What in the beginning we clearly saw as a handicap was transformed into something highly beneficial. We began to realize how thoughtlessly we used our voice when we still had it, using the words with complete lightness, without paying any attention.
New ways of communication, much more intimate and connected, began to emerge. If we write in order to make ourselves understood, we do it putting full awareness in each of the words we use in the paper. We also began to use our body into a level that had never come, creating new forms of interaction with our peers. Empathy for those around us showed up quickly, now we can look straight in the eye and really connect with the person that we have in front of us.
We no longer say goodbye saying goodbye, we hug each other for real now.
The disappearance of audible words meant the genesis of true communication.
Mejor en lightbox
* Prohibido el uso para fines comerciales sin previa autorización escrita. Derechos Reservados
© Juan Carlos Pascual - jcpascual@gmail.com
--------------------------------
* Prohibited the use for commercial purposes without prior written authorization.
© Juan Carlos Pascual - jcpascual@gmail.com
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
* Por favor, no use esta imagen en los sitios web, blogs u otros medios de comunicación sin mi permiso explícito.
© Todos los derechos reservados
--------------------------------
* Please don't use this image on websites, blogs or other media without my explicit permission.
© All rights reserved