javier1949
Santa Ana Fisac. Interior cabecera-Presbiterio. A 10296
Iglesia parroquial de Santa Ana y Nuestra Señora de la Esperanza
C Cañada, 35. Madrid
Miguel Fisac Serna: 1965 (Proyecto) 1965-1966 (Obras)
Miguel Fisac con este edificio viene a reiterar su protagonismo en la arquitectura religiosa española desarrollada tras el concilio Vaticano II. En un naciente y ya popular barrio madrileño, el de Moratalaz, plantea una audaz propuesta, llena de vigor plástico y renovadas intenciones litúrgico-funcionales: "Esta es la primera iglesia que proyecté con las directrices litúrgicas emanadas del Concilio Vaticano II. El planteamiento espacial era completamente distinto, casi opuesto al de las disposiciones anteriores. No había un único foco, el altar, sino un foco móvil". El planteamiento espacial al que se refiere Fisac tenía que ver con la nueva disposición de los fieles alrededor del altar para que la participación fuese más directa. Para ello creó la peculiar forma de la planta, dando mayor importancia a su eje transversal. Asimismo, para subrayar el carácter litúrgico del diseño, modela un muro curvo para cerrar el presbiterio con tres concavidades correspondientes a los diferentes momentos de la celebración litúrgica: la central para el altar -ara del sacrificio-, a la izquierda la sede-ambón, y a la derecha el sagrario.
El conjunto se culmina mediante una cubierta característica de la obra de Fisac, expresión de su preocupación por la investigación por la estructura constructiva, de vigas-huesos de hormigón que, no llegando a tocar el muro en la cabecera permitían el paso de luz natural cenital sobre el presbiterio. La iglesia es un elemento más del interesante complejo parroquial presidido por una delicada y esbelta torre y configurado entorno a pequeños patios y espacios ajardinados. Como nota curiosa, cabe reseñar que para una mayor integración popular en el barrio, aparte de las consabidas aulas y casa parroquial, incluía un quiosco en el atrio cubierto. Destaca por su innegable valor y su gran aportación a la nueva liturgia religiosa la capilla bautismal y penitencial.
Santa Ana Fisac. Interior cabecera-Presbiterio. A 10296
Iglesia parroquial de Santa Ana y Nuestra Señora de la Esperanza
C Cañada, 35. Madrid
Miguel Fisac Serna: 1965 (Proyecto) 1965-1966 (Obras)
Miguel Fisac con este edificio viene a reiterar su protagonismo en la arquitectura religiosa española desarrollada tras el concilio Vaticano II. En un naciente y ya popular barrio madrileño, el de Moratalaz, plantea una audaz propuesta, llena de vigor plástico y renovadas intenciones litúrgico-funcionales: "Esta es la primera iglesia que proyecté con las directrices litúrgicas emanadas del Concilio Vaticano II. El planteamiento espacial era completamente distinto, casi opuesto al de las disposiciones anteriores. No había un único foco, el altar, sino un foco móvil". El planteamiento espacial al que se refiere Fisac tenía que ver con la nueva disposición de los fieles alrededor del altar para que la participación fuese más directa. Para ello creó la peculiar forma de la planta, dando mayor importancia a su eje transversal. Asimismo, para subrayar el carácter litúrgico del diseño, modela un muro curvo para cerrar el presbiterio con tres concavidades correspondientes a los diferentes momentos de la celebración litúrgica: la central para el altar -ara del sacrificio-, a la izquierda la sede-ambón, y a la derecha el sagrario.
El conjunto se culmina mediante una cubierta característica de la obra de Fisac, expresión de su preocupación por la investigación por la estructura constructiva, de vigas-huesos de hormigón que, no llegando a tocar el muro en la cabecera permitían el paso de luz natural cenital sobre el presbiterio. La iglesia es un elemento más del interesante complejo parroquial presidido por una delicada y esbelta torre y configurado entorno a pequeños patios y espacios ajardinados. Como nota curiosa, cabe reseñar que para una mayor integración popular en el barrio, aparte de las consabidas aulas y casa parroquial, incluía un quiosco en el atrio cubierto. Destaca por su innegable valor y su gran aportación a la nueva liturgia religiosa la capilla bautismal y penitencial.