TECO en Lavern
El cerealero de Els Monjos fue el primero de los siete mercancías que me pasaron en las dos horas y media que estuve en La Gornal. El quinto fue el TECO de Activa procedente de Zaragoza, al que en principio no pensaba echarle más que una foto, y tras él venían a cantón el bobinero de Sagunto y el butanero de Granollers. Dado que estos tres trenes eran los que en teoría cerraban la tanda de ascendentes, cuando pasó el último de ellos recogí las cosas y me volví a Lavern para dar caza al TECO de Selgua que tenía que salir de Barcelona. Sin embargo, al atravesar L'Arboç vi con sorpresa que el TECO de Activa estaba allí parado, y suponiendo acertadamente que aún tardaría en salir ya que el maquinista debía estar haciendo el refrigerio, cambié ligeramente el plan y una vez en Lavern me coloqué oportunamente para cazarlo una vez reiniciara la marcha, cosa que sucedió poco antes de las 13.
TECO en Lavern
El cerealero de Els Monjos fue el primero de los siete mercancías que me pasaron en las dos horas y media que estuve en La Gornal. El quinto fue el TECO de Activa procedente de Zaragoza, al que en principio no pensaba echarle más que una foto, y tras él venían a cantón el bobinero de Sagunto y el butanero de Granollers. Dado que estos tres trenes eran los que en teoría cerraban la tanda de ascendentes, cuando pasó el último de ellos recogí las cosas y me volví a Lavern para dar caza al TECO de Selgua que tenía que salir de Barcelona. Sin embargo, al atravesar L'Arboç vi con sorpresa que el TECO de Activa estaba allí parado, y suponiendo acertadamente que aún tardaría en salir ya que el maquinista debía estar haciendo el refrigerio, cambié ligeramente el plan y una vez en Lavern me coloqué oportunamente para cazarlo una vez reiniciara la marcha, cosa que sucedió poco antes de las 13.