Jasamaphoto
LEARNING.
Doblo los picos. El resto no aboga por nadie. Frases cortas, respuestas lentas y preguntas insostenibles. Lo que haces se llama frío. No es estar en un aprieto, es pensar que puedes volver a verme y querer saltar obstáculos hasta el horizonte. El tamaño de la letra con la que se escribe va en relación con lo que se escribe. No lo veo fácil, pero tampoco lo complico. Ya no tengo ganas. Podría decirlo de otra forma, con otras palabras, pero vas a seguir sin saber leer. Iros lejos, ¿Qué hoy no os soporto? Ayer tampoco, y mañana parece hoy. No es solo un problema, es uno por latido. Por pálpitos van siete, y por ti sigo muriendo. ¿Encantado? Por lo menos yo hablo hasta que estoy en silencio. No relato, ni repaso, ni me fijo. Solo escribo. Volver al futuro es la clave. Ya lo dejo. Espero, de verdad, que mañana pueda leer esto y romperlo porque no me gusta. No quiero oler como el fango, sentirme como el barro, aunque pocas esculturas he levantado. Y las pocas desafortunadas caen como tierra, a la tierra. Tengo minada la moral, para mi nada, tú vas to morao, como es normal. Los que, sin haber indicios, indican con el índice, inciden en mis intentos. Muertos inminentes. No tengo lo que pido porque merezco dormir de frío. Morir dos veces, y vernos nunca. Creo, que no es poco, que para entonces, cuando nos queramos ver pero nos odiemos, echaremos de menos lo que tendremos mañana. Equivocarse es callar cuando nos piden respuestas. Por cobardes tenemos los actos hechos, pero el hecho de acecharnos es continuo, no rutinario. Perdón. Nos sabes cuánto. Buenos ejemplos llegan lejos. Cuánto daño hace intentar hacer las paces, y parecer creíble creyéndote que has sido nadie.
©Jasamaphoto
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Doblo los picos. El resto no aboga por nadie. Frases cortas, respuestas lentas y preguntas insostenibles. Lo que haces se llama frío. No es estar en un aprieto, es pensar que puedes volver a verme y querer saltar obstáculos hasta el horizonte. El tamaño de la letra con la que se escribe va en relación con lo que se escribe. No lo veo fácil, pero tampoco lo complico. Ya no tengo ganas. Podría decirlo de otra forma, con otras palabras, pero vas a seguir sin saber leer. Iros lejos, ¿Qué hoy no os soporto? Ayer tampoco, y mañana parece hoy. No es solo un problema, es uno por latido. Por pálpitos van siete, y por ti sigo muriendo. ¿Encantado? Por lo menos yo hablo hasta que estoy en silencio. No relato, ni repaso, ni me fijo. Solo escribo. Volver al futuro es la clave. Ya lo dejo. Espero, de verdad, que mañana pueda leer esto y romperlo porque no me gusta. No quiero oler como el fango, sentirme como el barro, aunque pocas esculturas he levantado. Y las pocas desafortunadas caen como tierra, a la tierra. Tengo minada la moral, para mi nada, tú vas to morao, como es normal. Los que, sin haber indicios, indican con el índice, inciden en mis intentos. Muertos inminentes. No tengo lo que pido porque merezco dormir de frío. Morir dos veces, y vernos nunca. Creo, que no es poco, que para entonces, cuando nos queramos ver pero nos odiemos, echaremos de menos lo que tendremos mañana. Equivocarse es callar cuando nos piden respuestas. Por cobardes tenemos los actos hechos, pero el hecho de acecharnos es continuo, no rutinario. Perdón. Nos sabes cuánto. Buenos ejemplos llegan lejos. Cuánto daño hace intentar hacer las paces, y parecer creíble creyéndote que has sido nadie.
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