Monumento a Jan Hus.Praga.
Aquí está , en el centro de la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga, el Monumento a Jan Hus (Juan de Hussenitz )que fue un teólogo y filósofo checo, rector de la Universidad Carolina de Praga. Como reformador y predicador se le considera uno de los precursores de la Reforma Protestante. Sus seguidores son conocidos como husitas.
Murió quemado en la hoguera tras ser condenado de herejía en el Concilio de Constanza..
La colocación de la primera piedra de este monumento, tuvo lugar en 1903 y fue inaugurado, si bien no oficialmente, el 6 de julio de 1915 con ocasión del quinto centenario de la muerte en la hoguera del reformador.
Hus mira de pie la iglesia de Nuestra Señora del Týn, principal templo husita entre 1419 y 1421. Lo rodean, por un lado, guerreros husitas y, por el otro, una serie de figuras que representan al pueblo checo obligado a abandonar el país en 1620 tras la derrota de los protestantes en la batalla de la Montaña Blanca.
En 1999 Juan Pablo II señaló: «Siento el deber de expresar mi profunda pena por la cruel muerte infligida a Jan Hus y por la consiguiente herida, fuente de conflictos y divisiones, que se abrió de ese modo en la mente y el corazón del pueblo».
Monumento a Jan Hus.Praga.
Aquí está , en el centro de la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga, el Monumento a Jan Hus (Juan de Hussenitz )que fue un teólogo y filósofo checo, rector de la Universidad Carolina de Praga. Como reformador y predicador se le considera uno de los precursores de la Reforma Protestante. Sus seguidores son conocidos como husitas.
Murió quemado en la hoguera tras ser condenado de herejía en el Concilio de Constanza..
La colocación de la primera piedra de este monumento, tuvo lugar en 1903 y fue inaugurado, si bien no oficialmente, el 6 de julio de 1915 con ocasión del quinto centenario de la muerte en la hoguera del reformador.
Hus mira de pie la iglesia de Nuestra Señora del Týn, principal templo husita entre 1419 y 1421. Lo rodean, por un lado, guerreros husitas y, por el otro, una serie de figuras que representan al pueblo checo obligado a abandonar el país en 1620 tras la derrota de los protestantes en la batalla de la Montaña Blanca.
En 1999 Juan Pablo II señaló: «Siento el deber de expresar mi profunda pena por la cruel muerte infligida a Jan Hus y por la consiguiente herida, fuente de conflictos y divisiones, que se abrió de ese modo en la mente y el corazón del pueblo».