*Parecido a los sueños 1

[de repente] De un rincón de la casa salio asustada, la boca le sudaba menta, y los ojos le habían crecido increíblemente, yo no me asuste, era mi hija al fin y al cabo, sentí una compasión profunda, sincera y quise darle un té caliente ¿de manzanilla? le pregunté, pero no se movía, ¿de manzanilla? le dije otra vez, y vi saltar el parpado de su ojo izquierdo, vi su cuello doblarse un poco y asumí que todo era un sí. Le preparé el té, le puse azúcar y lo revolví despacio; mientras tanto la miraba, ella movió los ojos, se concentro en la cuchara. El sonido de la porcelana y el metal, el humo y el olor a manzanilla se mezclaron con su frío y su olor a menta, tanta lastima sentí, ella no quería, ¡ella no quería! su cara se desfiguraba, sus manos se endurecían como diamantes, traté de entregarle el té pero sólo logró retorcerse y cayó encima de mis zapatos viejos. La acaricié con el pie y le eche el té encima, hirviendo, el olor se hizo intenso, su cuerpo se fundía, ya no habían manos, ni boca, ojos desorbitados, gemidos ahogados era lo que quedaba. La fui recogiendo con el cucharon más grande y le canté la canción de Mercedes, la sentí tranquila mientras se derretía... [me voltee] [estoy ahora en una cafetería roja...]

Done