El dolor
El dolor es un animal dormido y furioso. En ocasiones despierta y convulsiona. No existen recetas ni domesticaciones seguras. Es una bestia enardecida, ciega, soberbia, ególatra y torpe. Subsiste de sí mismo, se devora lentamente para surgir de nuevo y transformarse. A veces sonríe y con un tentáculo aprieta la garganta; casi siempre se mueve, aún en sueños. Si se pretende expulsarlo con cantos expiatorios, se disfraza en secreto para luego, renovado, estallar en gritos y reiniciar su digestión enfermiza.
El dolor
El dolor es un animal dormido y furioso. En ocasiones despierta y convulsiona. No existen recetas ni domesticaciones seguras. Es una bestia enardecida, ciega, soberbia, ególatra y torpe. Subsiste de sí mismo, se devora lentamente para surgir de nuevo y transformarse. A veces sonríe y con un tentáculo aprieta la garganta; casi siempre se mueve, aún en sueños. Si se pretende expulsarlo con cantos expiatorios, se disfraza en secreto para luego, renovado, estallar en gritos y reiniciar su digestión enfermiza.