David Évora
XI Estación
XI Estación, Jesús muere en la cruz
( El Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Malaga o mas conocido por Cristo de Mena, por la calle Arenal, tras dejar la Puerta del Sol )
Jesús, clamando con voz potente, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y, dicho esto, expiró (Lc 23, 46).
Era el día de la preparación para la fiesta de la Pascua. Pilatos dispuso que quebraran las piernas de los ajusticiados para acelerar su muerte de forma que no quedaran pendiente de las cruces durante la fiesta. Cuando uno de los soldados se acerco a Jesús vio que estaba muerto y para asegurarse le traspasó el corazón con una lanza. Así se cumplieron las Escrituras: No le quebraron hueso alguno.
El sol se oscureció y el velo del Templo se rasgó por la mitad. Tembló la tierra… Es momento sagrado de contemplación, momento de adoración y de situarse frente al cuerpo de nuestro Redentor: sin vida, machacado, triturado, clavado en una cruz… A pagando el precio de nuestras maldades, de mis maldades…
Señor, pequé, ten misericordia de mí, pecador.
Jesús muere por mí. Jesús me alcanza la misericordia del Padre. Jesús paga todo lo que yo debía. Y yo,¿qué hago por Él?
Ante el drama de tantas personas que viven en el mundo crucificadas por diferentes discapacidades, ¿estoy luchando por extender y proclamar la dignidad de la persona y el Evangelio de la vida?
XI Estación
XI Estación, Jesús muere en la cruz
( El Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Malaga o mas conocido por Cristo de Mena, por la calle Arenal, tras dejar la Puerta del Sol )
Jesús, clamando con voz potente, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y, dicho esto, expiró (Lc 23, 46).
Era el día de la preparación para la fiesta de la Pascua. Pilatos dispuso que quebraran las piernas de los ajusticiados para acelerar su muerte de forma que no quedaran pendiente de las cruces durante la fiesta. Cuando uno de los soldados se acerco a Jesús vio que estaba muerto y para asegurarse le traspasó el corazón con una lanza. Así se cumplieron las Escrituras: No le quebraron hueso alguno.
El sol se oscureció y el velo del Templo se rasgó por la mitad. Tembló la tierra… Es momento sagrado de contemplación, momento de adoración y de situarse frente al cuerpo de nuestro Redentor: sin vida, machacado, triturado, clavado en una cruz… A pagando el precio de nuestras maldades, de mis maldades…
Señor, pequé, ten misericordia de mí, pecador.
Jesús muere por mí. Jesús me alcanza la misericordia del Padre. Jesús paga todo lo que yo debía. Y yo,¿qué hago por Él?
Ante el drama de tantas personas que viven en el mundo crucificadas por diferentes discapacidades, ¿estoy luchando por extender y proclamar la dignidad de la persona y el Evangelio de la vida?