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Sábado. Tarde. Y no un sábado cualquiera. Uno de calor. Uno de fin de semana. Uno en el que me ha tocado trabajar 11 horas seguidas. Uno. La gente está en las piscinas. Yo miro a mi alrededor intentando evitar que mis ojos se cierren presa del sueño. La tienda la tengo vista de principio a fin. Las horas siguientes al mediodía, son las más letales. Cuando todos reposan la comida. Finalmente me decidí por coger un objeto cualquiera y ponerme a hacerle fotos. Lo tumbo, lo pongo de pie...una foto por aquí que no me gusta, ésta tampoco me convence...
¡Ésta sí! ¡Mierd*, no disparé en RAW! A repetir...otra que no me mola, otra y otra...
Si te preguntas qué es a lo que le hacía fotos, te diré que era un ambientador. De los tipo espray que disparan cada poco tiempo. He continuado hasta que de tanto dispararle, empecé a sobresaturar la tienda de "campo de rosas". En el último tiro,en una desesperada por hacer una toma distinta, el ambientador disparo y me dio en toda la cara. Esa fue la señal para dejarlo. Así que esa es mi tarde en la tienda: sopor mientras hago una sesión fotográfica a un ambientador. ¿Planazo, eh?
Eso sí, huelo a rosas.
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Sábado. Tarde. Y no un sábado cualquiera. Uno de calor. Uno de fin de semana. Uno en el que me ha tocado trabajar 11 horas seguidas. Uno. La gente está en las piscinas. Yo miro a mi alrededor intentando evitar que mis ojos se cierren presa del sueño. La tienda la tengo vista de principio a fin. Las horas siguientes al mediodía, son las más letales. Cuando todos reposan la comida. Finalmente me decidí por coger un objeto cualquiera y ponerme a hacerle fotos. Lo tumbo, lo pongo de pie...una foto por aquí que no me gusta, ésta tampoco me convence...
¡Ésta sí! ¡Mierd*, no disparé en RAW! A repetir...otra que no me mola, otra y otra...
Si te preguntas qué es a lo que le hacía fotos, te diré que era un ambientador. De los tipo espray que disparan cada poco tiempo. He continuado hasta que de tanto dispararle, empecé a sobresaturar la tienda de "campo de rosas". En el último tiro,en una desesperada por hacer una toma distinta, el ambientador disparo y me dio en toda la cara. Esa fue la señal para dejarlo. Así que esa es mi tarde en la tienda: sopor mientras hago una sesión fotográfica a un ambientador. ¿Planazo, eh?
Eso sí, huelo a rosas.