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Del libro a la netbook

Viernes 10 de junio de 2011

 

Es una tarde ventosa en Jaramillo, el pueblo de la provincia de Santa Cruz donde funciona una de las escuelas más jóvenes del país. La Polimodal Nº 31 abrió sus puertas en marzo de 2010. Meses después se convirtió en una de las primeras beneficiarias del Programa Conectar Igualdad.

 

Antes, los estudiantes de Jaramillo y de Fitz Roy viajaban 90 kilómetros hasta Caleta Olivia para cursar el secundario. Hoy el 70 por ciento de los alumnos que asisten al Polimodal Nº31 de esta localidad de algo más de 200 habitantes proviene de la vecina Fitz Roy. Una combi de la comuna los busca y los regresa de sus hogares a la escuela de Jaramillo. Pisar estas tierras frías -la temperatura media anual es de 6 grados-, es caminar también por un escenario histórico: el de los sucesos que hacen a La Patagonia Rebelde, a las ejecuciones y asesinatos a los huelguistas. En la Biblioteca Comunal de Jaramillo, esta tarde César, docente de Literatura, nos habla de otras batallas. Las del signo de los tiempos.

 

“A mí me ofrecés diez computadoras y yo te voy a decir ‘no, regalame un libro’. Me encanta el olor a nuevo de las páginas. No sé por qué. Me apasiona”. César reconoce lo difícil que resulta enseñar Literatura hoy: “A los profesores cada vez se nos hace más difícil. Es una lucha heroica por el libro. Nosotros peleamos por la lectura. Ahora que nos llega la computadora, tenemos la oportunidad de que los estudiantes accedan a un material diverso mucho más rápido, y también más fácil”.

 

César se sincera: para él no fue fácil aceptar la idea de trabajar con las netbooks en el aula. Pero resalta que en todo ese proceso resultó fundamental la ayuda de su hija de diez años, una “nativa digital” como él mismo la describe. “No es mi mundo, no es mi elección. Muchas veces pasa que mi hija está sentada con su compu y yo estoy con un libro. Y por ahí, lo cierro, y me pongo a pensar y me digo ‘Qué raro, ¿no? ¡Qué mundos contradictorios pueden convivir al mismo tiempo!’. Ella con su computadora que anda, vuela, hace mil cosas, y yo al lado sentado en otro planeta. Pero podemos convivir. Es lo que trato de implementar en el aula”.

 

César enumera sus convicciones. “El libro en papel no va a desaparecer, estoy convencido de eso. Como decía Umberto Eco: ‘El libro es como la cuchara, el cuchillo y el tenedor’. El serrucho. ¿Cuántos elementos aparecieron después del serrucho para cortar? Muchísimos. ¿Cuántos elementos aparecieron después de la cuchara?, muchísimos. Bueno ¿Desapareció el cuchillo, desapareció la cuchara? No. Con el libro, igual. Aparecerán otras formas de libros pero el libro no va a desaparecer”. César reconoce que el mismo sistema educativo está implementando computadoras, así que ni se le ocurriría decir algo así como que todo el mundo compre libros y cierre las computadoras. “Los estudiantes se adecuan a la escuela, pero yo me tengo que adecuar a lo que traen ellos. Y ellos traen el manejo de la computadora en sus manos. No podemos estar alejados de eso”, dice. Afuera cae la noche patagónica y adentro lucha por la lectura cuenta con nuevos y poderosos aliados.

 

Fuente: Seguimiento y Evaluación del Programa Conectar Igualdad

 

 

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Uploaded on June 14, 2011
Taken on June 10, 2011