Celeste Ferreiro photography
Mercado Rue Cadet
Para el curso encandilArte | PS para fotógraf@s
UD2 {19 Destinos}
Este mercado es muy muy especial. Si lo buscas en guías de París, en el apartado de mercados, probablemente ni aparezca; pero si tienes un momento y te asomas por Google Maps, podrás ver una parte de su encanto. Es una calle estrechita, prácticamente peatonal, no muy larga, entre la rue Lafayette y Faubourg Montmartre, en París 9. Esta calle guarda todo el encanto y el sabor de mi niñez, donde casi nada ha cambiado. En Paris es habitual ver expuestas en la calle las frutas de las "épiceries" (tiendas de ultramarinos con un poco de todo, algo así como un 24h pero abierto de 07:00 a 24:00h) pero en la rue Cadet, todos los negocios se sacan al exterior: la fromagerie, con su expositor-frigorífico de quesos (más de 300... mmm!); las librerías, con sus puestos de libros (una de ellas, una librería masona muy curiosa); el florista, todos los días con flores frescas; la "chocolaterie", donde es imposible pasar sin que la boca se haga agua y se te queden los ojos detrás; la vinoteca, con sus grandes barricas en la calle y sus degustaciones; el "traiteur", con sus pollos asados; la ferretería, con sus rollos de manteles por metros, sus macetas de barros, sus juncos de bambú...; la marroquinería, con sus bolsos, mochilas y maletas; la marisquería, con su puesto de ostras, percebes, langostas... Sin olvidar sus bistrots y brasseries, sus café-tabacs y sus terrazas, y todo ello en un marco arquitectónico incomparable de finales del s. XVIII.
Mercado Rue Cadet
Para el curso encandilArte | PS para fotógraf@s
UD2 {19 Destinos}
Este mercado es muy muy especial. Si lo buscas en guías de París, en el apartado de mercados, probablemente ni aparezca; pero si tienes un momento y te asomas por Google Maps, podrás ver una parte de su encanto. Es una calle estrechita, prácticamente peatonal, no muy larga, entre la rue Lafayette y Faubourg Montmartre, en París 9. Esta calle guarda todo el encanto y el sabor de mi niñez, donde casi nada ha cambiado. En Paris es habitual ver expuestas en la calle las frutas de las "épiceries" (tiendas de ultramarinos con un poco de todo, algo así como un 24h pero abierto de 07:00 a 24:00h) pero en la rue Cadet, todos los negocios se sacan al exterior: la fromagerie, con su expositor-frigorífico de quesos (más de 300... mmm!); las librerías, con sus puestos de libros (una de ellas, una librería masona muy curiosa); el florista, todos los días con flores frescas; la "chocolaterie", donde es imposible pasar sin que la boca se haga agua y se te queden los ojos detrás; la vinoteca, con sus grandes barricas en la calle y sus degustaciones; el "traiteur", con sus pollos asados; la ferretería, con sus rollos de manteles por metros, sus macetas de barros, sus juncos de bambú...; la marroquinería, con sus bolsos, mochilas y maletas; la marisquería, con su puesto de ostras, percebes, langostas... Sin olvidar sus bistrots y brasseries, sus café-tabacs y sus terrazas, y todo ello en un marco arquitectónico incomparable de finales del s. XVIII.