antolínk
Teatro romano
Construido bajo el patrocinio del yerno de Augusto, Agripa, entre los años 16 y 15 a.C., momento en el que la Colonia fue promovida como capital de la Lusitania. Este teatro se construyó parcialmente en la ladera de una colina, algo que sin duda abarató los costes en la obra. Realmente los romanos no eran muy aficionados al teatro, pero una ciudad de prestigio no podía dejar de tener un espacio dedicado a las artes escénicas. Este recinto podía acoger unas 6.000 personas, las cuales se distribuían de arriba a abajo según su rango social en tres zonas de gradas, a las cuales se accedía por escalerillas.
El espacio semicircular donde se situaba el coro luce hoy un suelo de mármol, aunque este corresponde a una reforma posterior a la construcción del teatro. Pero sin duda, lo más llamativo del teatro es su escena, ese magnífico muro de treinta metros de altura decorado con ricos mármoles, estatuas de emperadores divinizados y dioses. En este frente escénico se encuentran tres vanos, que eran los lugares por los que los actores entraban al escenario, y sobre el central, la valva regia, se encuentra la estatura de la diosa Ceres (o Livia, la mujer de Augusto, deificada).
Tras el muro del frente escénico, se encuentra un cuidado jardín porticado y cerrado con muros en cuyas hornacinas en su día habría figuras de miembros de la familiar imperial. En la denominada Aula Sacra, al fondo de estos jardines, se pueden ver algunas de esas estatuas, como las de Augusto o de Druso el Mayor.
Teatro romano
Construido bajo el patrocinio del yerno de Augusto, Agripa, entre los años 16 y 15 a.C., momento en el que la Colonia fue promovida como capital de la Lusitania. Este teatro se construyó parcialmente en la ladera de una colina, algo que sin duda abarató los costes en la obra. Realmente los romanos no eran muy aficionados al teatro, pero una ciudad de prestigio no podía dejar de tener un espacio dedicado a las artes escénicas. Este recinto podía acoger unas 6.000 personas, las cuales se distribuían de arriba a abajo según su rango social en tres zonas de gradas, a las cuales se accedía por escalerillas.
El espacio semicircular donde se situaba el coro luce hoy un suelo de mármol, aunque este corresponde a una reforma posterior a la construcción del teatro. Pero sin duda, lo más llamativo del teatro es su escena, ese magnífico muro de treinta metros de altura decorado con ricos mármoles, estatuas de emperadores divinizados y dioses. En este frente escénico se encuentran tres vanos, que eran los lugares por los que los actores entraban al escenario, y sobre el central, la valva regia, se encuentra la estatura de la diosa Ceres (o Livia, la mujer de Augusto, deificada).
Tras el muro del frente escénico, se encuentra un cuidado jardín porticado y cerrado con muros en cuyas hornacinas en su día habría figuras de miembros de la familiar imperial. En la denominada Aula Sacra, al fondo de estos jardines, se pueden ver algunas de esas estatuas, como las de Augusto o de Druso el Mayor.