Jose Alejandro de la Orden
10a Madrid - Capilla del Obispo
Capilla del Obispo de Madrid
De Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Capilla_del_Obispo_de_Madrid
La Capilla del Obispo de Madrid, oficialmente Capilla de santa María y san Juan Letrán, es un edificio religioso del siglo XVI, que se encuentra en la capital española. Pertenece a una época de transición entre el gótico, estilo que se aprecia en su planta y trazado, y el arte renacentista, visible en su fachada meridional y en su decoración interior. Está declarada Monumento Nacional desde el año 1931.
Ubicación
Forma parte del complejo parroquial de san Andrés, integrado, además de por la Capilla del Obispo, por la Iglesia de San Andrés, de planta gótica, y la Capilla de san Isidro, de estilo barroco. El conjunto monumental ocupa la práctica totalidad de una manzana, delimitada por la plazas de los Carros y de san Andrés (al sur), la Costanilla de san Pedro (al este), la Costanilla de san Andrés (al oeste) y la Plaza de la Paja (al norte). El acceso a la Capilla del Obispo se realiza desde el número 9 de este último recinto.
Se trata de tres edificios independientes que en el pasado estuvieron comunicados entre sí. En el año 2006, comenzó la última fase de las obras de restauración del complejo, financiadas por la Comunidad de Madrid y dirigidas por el arquitecto Javier Vellés, en las que se tiene previsto volver a conectar las tres estructuras.1
Toponimia e historia
La Capilla del Obispo se erige sobre el solar de una primitiva capilla, probablemente mandada construir por el rey Alfonso VIII.
Fue levantada entre 1520 y 1535, para albergar los restos mortales de san Isidro Labrador. Responde a una iniciativa de Francisco de Vargas, para cuya familia, una de las más poderosas del Madrid medieval, había trabajado el santo, en el siglo XII.
Sin embargo, el impulso definitivo se lo dio su hijo, Gutierre de Vargas y Carvajal, obispo de Plasencia (Cáceres) entre 1524 y 1559, a quien se debe la fundación de la capilla y su suntuosa decoración interior. En su honor, la construcción empezó a ser conocida como Capilla del Obispo, abandonándose, a nivel popular, el nombre oficial de Capilla de santa María y san Juan Letrán.2
El cuerpo de san Isidro permaneció en el edificio hasta 1544, año en el que el párroco de la Iglesia de san Andrés consiguió, después de numerosos pleitos, trasladarlo a su parroquia, donde estuvo depositado hasta el siglo XIX.3
Los Vargas decidieron entonces convertir la capilla en su panteón familiar.4 En 1547, Gutierre de Vargas y Carvajal encargó al escultor Francisco Giralte la realización del retablo que preside el ábside y de los dos sepulcros situados a ambos lados del presbiterio, donde reposan sus restos y los de sus padres, Francisco de Vargas e Inés de Carvajal. Los trabajos de decoración concluyeron hacia 1550.
Descripción
Estructura y exterior
La Capilla del Obispo es uno de los pocos ejemplos de arquitectura gótica existentes en Madrid. Su trazado corresponde a la fase tardía de este estilo, que se prolongó durante los reinados de los Reyes Católicos y, parcialmente, de Carlos I.
Consta de una sola nave, dividida en tres tramos, y ábside poligonal, con grandes contrafuertes en el exterior. Las bóvedas son de crucería y estrelladas en el presbiterio. Los materiales de construcción combinan la mampostería de piedra de granito y la fábrica de ladrillo.
La fachada meridional, que da a la Plaza de la Paja, es el único elemento exterior levantado bajo las pautas arquitectónicas del Renacimiento. Realizada enteramente en sillarejo de granito, destaca por su aspecto austero, especialmente en lo que respecta a su portada, definida por un sencillo arco de medio punto.
Los ornamentos de la fachada son escasos y se concentran en el tercio superior. Aquí se sitúa una galería de siete ventanales, enmarcados cada uno por una doble moldura y con relieves florales en los puntos de confluencia y en la base de los vanos. La fachada está coronada con una cornisa saliente y amoldurada. En su parte inferior, se halla una escalinata de tramos enfrentados, que permite salvar el desnivel de la Plaza de la Paja.
Interior
El acceso a la capilla se realiza a partir de un pequeño claustro, formado por arcos de medio punto, cuyo aspecto actual corresponde a la reforma emprendida en el siglo XVIII.
La puerta interior, encargada en el año 1544, se atribuye a Cristóbal Robles y a Francisco de Villalpando. Está hecha en madera de nogal y decorada con diferentes relieves, donde se representan escenas bíblicas, principalmente del Antiguo Testamento. Está considerada como una obra maestra del escultura renacentista española.
La decoración de la nave es de estilo plateresco. Sus elementos más sobresalientes son el retablo mayor, que preside el conjunto desde el ábside, y los sepulcros de alabastro de Gutierre de Vargas y Carvajal y de sus padres, Francisco de Vargas e Inés Carvajal, emplazados a ambos lados del presbiterio. Son obra de Francisco Giralte, quien tardó cuatro años en su ejecución (1547-1550).
Otro de los elementos destacados del interior es el coro alto, cubierto con artesonado.
Véase también: Retablo de la Capilla del Obispo de Madrid
Referencias
1.↑ «Dinero para mimar el gótico». Madrid, España: El País (2005). Consultado el 2008.
2.↑ «El mejor edificio desconocido de Madrid». Madrid, España: El Mundo (2000). Consultado el 2008.
3.↑ «La madrileña Capilla del Obispo de Plasencia según un inventario de 1661». España: Coloquios Históricos de Extremadura (2007). Consultado el 2008.
4.↑ «La Capilla del Obispo, una joya madrileña». Madrid, España: Delegación de Patrimonio del Arzobispado de Madrid (n/d). Consultado el 2008.
La Capilla del Obispo recupera su esplendor
24-06-2010 - Enrique Villalba - Fotografías: Juan Luis Jaén
La Comunidad de Madrid ha concluido la rehabilitación de la Capilla del Obispo, situada en la plaza de la Paja, después de 40 años cerrada. Madridiario les ofrece todos sus secretos antes de su apertura.
Este conjunto plateresco fue declarado en 1970 en estado de ruina y, tras varias intervenciones puntuales, la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno regional comenzó a rehabilitarlo en 2005. La reforma y restauración ha supuesto una inversión de 3,25 millones de los que la Fundación Caja Madrid ha aportado 2,11.
El director general de Patrimonio, José Luis Martínez-Almeida, explicó a Madridiario que se ha trabajado en los tres niveles de actuación patrimonial: bienes inmuebles, muebles y arqueología. En el apartado de edificación se ha realizado la consolidación estructural de los muros de carga, los cerramientos de la fachada, forjados, cubiertas y cimentaciones, que estaban destrozados. Además, se ha abierto una puerta para comunicar la capilla con la iglesia parroquial de San Andrés y la capilla de San Isidro. Se han mejorado los contrafuertes exteriores, y se han recuperado las policromías, las vidrieras y los artesonados.
Han recuperado el retablo mayor de tres cuerpos y tres calles policromado, creado por Francisco Giralde y Juan Villoldo alrededor de 1550. Narra la infancia y la pasión de Jesucristo. Varias piezas estaban sueltas, decapadas, farcturadas y rotas. También se ha trabajado sobre los sepulcros de alabastro (1552), en forma de hornacina de don Francisco de Vargas y doña Inés de Carvajal, y, especialmente en el del Obispo, muerto en 1556, situado junto a la Epístola. La particularidad de este conjunto es que las figuras están arrodilladas en actitud orante, como las de Carlos V y Felipe II del Monasterio de El Escorial, y no yacentes, como era la costumbre en la época. Presentaban fisuras, juntas abiertas, grietas, humedades y oxidación.
Cementerio
En el arreglo del inmueble se encontraron y recuperaron restos del antiguo cementerio de la iglesia de San Andrés, anexa al complejo de la capilla. Se ha dejado visible una parte de los enterramientos encontrados, a través de una lámina transparente colocada en el suelo y se ha protegido el resto de los hallazgos arqueológicos, que se extienden por la mayor parte del suelo del templo, con una malla geotextil que lo protege de la calefacción radiante y otros desperfectos.
Por otra parte, la iglesia parroquial de San Andrés ha recibido además un retablo de finales del siglo XIX donado por el Ayuntamiento de Madrid y una nueva pila bautismal en forma de concha Tridacna gigas, donada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Con esta operación, la Comunidad de Madrid da por terminada la restauración del complejo. El Arzobispado de Madrid ha decidido abrir la capilla al culto y ha destinado varios monjes y monjas dominicos para su mantenimiento. Martínez-Almeida indicó que están estudiando crear visitas guiadas para este tesoro artístico y que en unos meses se publicará una monografía. Aparte de la capilla, el Gobierno regional ha concluido esta legislatura la restauración de la Sacristía de los Caballeros.
El cuerpo de San Isidro
La capilla del Obispo fue creada en 1520 bajo el mandato de Francisco de Vargas, privado de los Reyes Católicos. Se edificó junto a la iglesia de San Andrés, donde se decía, estaba enterrado San Isidro. El conjunto artístico era de tal importancia que, rápidamente, el templo se llevó a los fieles de San Andrés. Además, consiguió que el Papa León X aceptase enterrar en la capilla los restos del patrón de Madrid. La situación duró unos 20 años. El párroco de San Andrés exigió la devolución del cuerpo del santo, lo que ocurrió en 1544. Tal fue el enfrentamiento entre los dos templos que se tapió el acceso entre ambos complejos. El obispo de Plasencia, Gutierre de Vargas y Carvajal, decidió entonces dedicar la capilla a fines funerarios, con lo que dejó de llamarse del Cuerpo de San Isidro para pasar a nombrarse de Nuestra Señoray de San Juan de Letrán, aunque su nombre popular fue la del Obispo.
Su importancia fue tal que Vicente Espinel fue su maestro hasta su muerte. A partir de entonces, perdió parte de su patrimonio mueble (cuadros y esculturas). En 1895 fue rescatado del abandono y las humedades por Miguel Olabarría, Ricardo García Guereta y Arturo Mélida. En 1924, la capilla estaba aún cerrada al público, a pesar de su reforma. En 1931 fue declarado monumento histórico artístico. En 1977, la demolición de las casas de los Vargas, situadas en la parte trasera de la capilla, dejó al descubierto el ábside y los contrafuertes. En 1980 se realizó otra reforma, que sirvió para que el templo acogiese conciertos de música sacra y una exposición con una réplica de la Piedad de Miguel Ángel (2000). Cuenta con el mayor grado de protección patrimonial, siendo Bien de Interés Cultural desde 2002.
www.madridiario.es/2010/Junio/madrid/madcultura/188840/la...
10a Madrid - Capilla del Obispo
Capilla del Obispo de Madrid
De Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Capilla_del_Obispo_de_Madrid
La Capilla del Obispo de Madrid, oficialmente Capilla de santa María y san Juan Letrán, es un edificio religioso del siglo XVI, que se encuentra en la capital española. Pertenece a una época de transición entre el gótico, estilo que se aprecia en su planta y trazado, y el arte renacentista, visible en su fachada meridional y en su decoración interior. Está declarada Monumento Nacional desde el año 1931.
Ubicación
Forma parte del complejo parroquial de san Andrés, integrado, además de por la Capilla del Obispo, por la Iglesia de San Andrés, de planta gótica, y la Capilla de san Isidro, de estilo barroco. El conjunto monumental ocupa la práctica totalidad de una manzana, delimitada por la plazas de los Carros y de san Andrés (al sur), la Costanilla de san Pedro (al este), la Costanilla de san Andrés (al oeste) y la Plaza de la Paja (al norte). El acceso a la Capilla del Obispo se realiza desde el número 9 de este último recinto.
Se trata de tres edificios independientes que en el pasado estuvieron comunicados entre sí. En el año 2006, comenzó la última fase de las obras de restauración del complejo, financiadas por la Comunidad de Madrid y dirigidas por el arquitecto Javier Vellés, en las que se tiene previsto volver a conectar las tres estructuras.1
Toponimia e historia
La Capilla del Obispo se erige sobre el solar de una primitiva capilla, probablemente mandada construir por el rey Alfonso VIII.
Fue levantada entre 1520 y 1535, para albergar los restos mortales de san Isidro Labrador. Responde a una iniciativa de Francisco de Vargas, para cuya familia, una de las más poderosas del Madrid medieval, había trabajado el santo, en el siglo XII.
Sin embargo, el impulso definitivo se lo dio su hijo, Gutierre de Vargas y Carvajal, obispo de Plasencia (Cáceres) entre 1524 y 1559, a quien se debe la fundación de la capilla y su suntuosa decoración interior. En su honor, la construcción empezó a ser conocida como Capilla del Obispo, abandonándose, a nivel popular, el nombre oficial de Capilla de santa María y san Juan Letrán.2
El cuerpo de san Isidro permaneció en el edificio hasta 1544, año en el que el párroco de la Iglesia de san Andrés consiguió, después de numerosos pleitos, trasladarlo a su parroquia, donde estuvo depositado hasta el siglo XIX.3
Los Vargas decidieron entonces convertir la capilla en su panteón familiar.4 En 1547, Gutierre de Vargas y Carvajal encargó al escultor Francisco Giralte la realización del retablo que preside el ábside y de los dos sepulcros situados a ambos lados del presbiterio, donde reposan sus restos y los de sus padres, Francisco de Vargas e Inés de Carvajal. Los trabajos de decoración concluyeron hacia 1550.
Descripción
Estructura y exterior
La Capilla del Obispo es uno de los pocos ejemplos de arquitectura gótica existentes en Madrid. Su trazado corresponde a la fase tardía de este estilo, que se prolongó durante los reinados de los Reyes Católicos y, parcialmente, de Carlos I.
Consta de una sola nave, dividida en tres tramos, y ábside poligonal, con grandes contrafuertes en el exterior. Las bóvedas son de crucería y estrelladas en el presbiterio. Los materiales de construcción combinan la mampostería de piedra de granito y la fábrica de ladrillo.
La fachada meridional, que da a la Plaza de la Paja, es el único elemento exterior levantado bajo las pautas arquitectónicas del Renacimiento. Realizada enteramente en sillarejo de granito, destaca por su aspecto austero, especialmente en lo que respecta a su portada, definida por un sencillo arco de medio punto.
Los ornamentos de la fachada son escasos y se concentran en el tercio superior. Aquí se sitúa una galería de siete ventanales, enmarcados cada uno por una doble moldura y con relieves florales en los puntos de confluencia y en la base de los vanos. La fachada está coronada con una cornisa saliente y amoldurada. En su parte inferior, se halla una escalinata de tramos enfrentados, que permite salvar el desnivel de la Plaza de la Paja.
Interior
El acceso a la capilla se realiza a partir de un pequeño claustro, formado por arcos de medio punto, cuyo aspecto actual corresponde a la reforma emprendida en el siglo XVIII.
La puerta interior, encargada en el año 1544, se atribuye a Cristóbal Robles y a Francisco de Villalpando. Está hecha en madera de nogal y decorada con diferentes relieves, donde se representan escenas bíblicas, principalmente del Antiguo Testamento. Está considerada como una obra maestra del escultura renacentista española.
La decoración de la nave es de estilo plateresco. Sus elementos más sobresalientes son el retablo mayor, que preside el conjunto desde el ábside, y los sepulcros de alabastro de Gutierre de Vargas y Carvajal y de sus padres, Francisco de Vargas e Inés Carvajal, emplazados a ambos lados del presbiterio. Son obra de Francisco Giralte, quien tardó cuatro años en su ejecución (1547-1550).
Otro de los elementos destacados del interior es el coro alto, cubierto con artesonado.
Véase también: Retablo de la Capilla del Obispo de Madrid
Referencias
1.↑ «Dinero para mimar el gótico». Madrid, España: El País (2005). Consultado el 2008.
2.↑ «El mejor edificio desconocido de Madrid». Madrid, España: El Mundo (2000). Consultado el 2008.
3.↑ «La madrileña Capilla del Obispo de Plasencia según un inventario de 1661». España: Coloquios Históricos de Extremadura (2007). Consultado el 2008.
4.↑ «La Capilla del Obispo, una joya madrileña». Madrid, España: Delegación de Patrimonio del Arzobispado de Madrid (n/d). Consultado el 2008.
La Capilla del Obispo recupera su esplendor
24-06-2010 - Enrique Villalba - Fotografías: Juan Luis Jaén
La Comunidad de Madrid ha concluido la rehabilitación de la Capilla del Obispo, situada en la plaza de la Paja, después de 40 años cerrada. Madridiario les ofrece todos sus secretos antes de su apertura.
Este conjunto plateresco fue declarado en 1970 en estado de ruina y, tras varias intervenciones puntuales, la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno regional comenzó a rehabilitarlo en 2005. La reforma y restauración ha supuesto una inversión de 3,25 millones de los que la Fundación Caja Madrid ha aportado 2,11.
El director general de Patrimonio, José Luis Martínez-Almeida, explicó a Madridiario que se ha trabajado en los tres niveles de actuación patrimonial: bienes inmuebles, muebles y arqueología. En el apartado de edificación se ha realizado la consolidación estructural de los muros de carga, los cerramientos de la fachada, forjados, cubiertas y cimentaciones, que estaban destrozados. Además, se ha abierto una puerta para comunicar la capilla con la iglesia parroquial de San Andrés y la capilla de San Isidro. Se han mejorado los contrafuertes exteriores, y se han recuperado las policromías, las vidrieras y los artesonados.
Han recuperado el retablo mayor de tres cuerpos y tres calles policromado, creado por Francisco Giralde y Juan Villoldo alrededor de 1550. Narra la infancia y la pasión de Jesucristo. Varias piezas estaban sueltas, decapadas, farcturadas y rotas. También se ha trabajado sobre los sepulcros de alabastro (1552), en forma de hornacina de don Francisco de Vargas y doña Inés de Carvajal, y, especialmente en el del Obispo, muerto en 1556, situado junto a la Epístola. La particularidad de este conjunto es que las figuras están arrodilladas en actitud orante, como las de Carlos V y Felipe II del Monasterio de El Escorial, y no yacentes, como era la costumbre en la época. Presentaban fisuras, juntas abiertas, grietas, humedades y oxidación.
Cementerio
En el arreglo del inmueble se encontraron y recuperaron restos del antiguo cementerio de la iglesia de San Andrés, anexa al complejo de la capilla. Se ha dejado visible una parte de los enterramientos encontrados, a través de una lámina transparente colocada en el suelo y se ha protegido el resto de los hallazgos arqueológicos, que se extienden por la mayor parte del suelo del templo, con una malla geotextil que lo protege de la calefacción radiante y otros desperfectos.
Por otra parte, la iglesia parroquial de San Andrés ha recibido además un retablo de finales del siglo XIX donado por el Ayuntamiento de Madrid y una nueva pila bautismal en forma de concha Tridacna gigas, donada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Con esta operación, la Comunidad de Madrid da por terminada la restauración del complejo. El Arzobispado de Madrid ha decidido abrir la capilla al culto y ha destinado varios monjes y monjas dominicos para su mantenimiento. Martínez-Almeida indicó que están estudiando crear visitas guiadas para este tesoro artístico y que en unos meses se publicará una monografía. Aparte de la capilla, el Gobierno regional ha concluido esta legislatura la restauración de la Sacristía de los Caballeros.
El cuerpo de San Isidro
La capilla del Obispo fue creada en 1520 bajo el mandato de Francisco de Vargas, privado de los Reyes Católicos. Se edificó junto a la iglesia de San Andrés, donde se decía, estaba enterrado San Isidro. El conjunto artístico era de tal importancia que, rápidamente, el templo se llevó a los fieles de San Andrés. Además, consiguió que el Papa León X aceptase enterrar en la capilla los restos del patrón de Madrid. La situación duró unos 20 años. El párroco de San Andrés exigió la devolución del cuerpo del santo, lo que ocurrió en 1544. Tal fue el enfrentamiento entre los dos templos que se tapió el acceso entre ambos complejos. El obispo de Plasencia, Gutierre de Vargas y Carvajal, decidió entonces dedicar la capilla a fines funerarios, con lo que dejó de llamarse del Cuerpo de San Isidro para pasar a nombrarse de Nuestra Señoray de San Juan de Letrán, aunque su nombre popular fue la del Obispo.
Su importancia fue tal que Vicente Espinel fue su maestro hasta su muerte. A partir de entonces, perdió parte de su patrimonio mueble (cuadros y esculturas). En 1895 fue rescatado del abandono y las humedades por Miguel Olabarría, Ricardo García Guereta y Arturo Mélida. En 1924, la capilla estaba aún cerrada al público, a pesar de su reforma. En 1931 fue declarado monumento histórico artístico. En 1977, la demolición de las casas de los Vargas, situadas en la parte trasera de la capilla, dejó al descubierto el ábside y los contrafuertes. En 1980 se realizó otra reforma, que sirvió para que el templo acogiese conciertos de música sacra y una exposición con una réplica de la Piedad de Miguel Ángel (2000). Cuenta con el mayor grado de protección patrimonial, siendo Bien de Interés Cultural desde 2002.
www.madridiario.es/2010/Junio/madrid/madcultura/188840/la...