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El cuerpo humano es fragil. Muchas fuerzas, divinas y naturales, lo ponen en peligro. El azar, el descuido, los excesos y la imprudencia atentan contra la salud. Tambièn los hombres malos, los que gustan de danar y comer las almas, causan dolores, pasmos, sangrados y muerte. La enfermedad, ataque al cuerpo y al anima, es preocupaciòn de los H'men; sus conocimientos de la naturaleza de las cosas sirven para recuperar el equilibrio individual. En todo el mundo maya, el bienestar de los hombres, de sus cuerpos, es una funcion que preocupa a la colectividad: el desorden corporal de uno puede afectar a varios. Una veintena de enfermedades desde el susto y la angustia hasta las reumas, mal de ojo, dolencias estomacales o respiratorias y otros padecimientos, son causadas por la mala alimentaciòn, desarreglos entre el frio y el calor naturales, el contagio o el olvido de los deberes religiosos. Plantas y animales, aplicados con sabiduria, procuran el remedio. La palabra, el rezo, el canto y el conjuro - el poder del hombre - son trabajos del curandero o H'men. De dicado a Don Tono curandero, campesino y amigo, Manì ,Yucatàn