Julieta Portel
Triple
Cada ciudad tiene un lugar mágico. Aquí, al final del camino, ese lugar mágico se llama Bonaval. La antigua iglesia, el viejo monasterio de Santo Domingo de Bonaval, junto a la Puerta del Camino, el jardín de Álvaro Siza que lo rodea, todo está de lleno de magia. En una esquina del claustro, escondida a la vista, se oculta un pequeña joya: la antigua escalera abacial construida por Domingo de Andrade (1639-1712) a finales del siglo XVII. Es una triple escalera helicoidal, volada, de espíritu palladiano]. Cada peldaño se halla empotrado en el muro sin otra sujeción que un mínimo apoyo en el peldaño inferior a través de una zanca que describe una hélice circular en torno a un vano de amplias dimensiones. La levedad de la construcción parece querer ilustrar las propiedades de la forma matemática que adopta cada caracol: un helicoide recto.
(fernandoalcalde.wordpress.com)
Triple
Cada ciudad tiene un lugar mágico. Aquí, al final del camino, ese lugar mágico se llama Bonaval. La antigua iglesia, el viejo monasterio de Santo Domingo de Bonaval, junto a la Puerta del Camino, el jardín de Álvaro Siza que lo rodea, todo está de lleno de magia. En una esquina del claustro, escondida a la vista, se oculta un pequeña joya: la antigua escalera abacial construida por Domingo de Andrade (1639-1712) a finales del siglo XVII. Es una triple escalera helicoidal, volada, de espíritu palladiano]. Cada peldaño se halla empotrado en el muro sin otra sujeción que un mínimo apoyo en el peldaño inferior a través de una zanca que describe una hélice circular en torno a un vano de amplias dimensiones. La levedad de la construcción parece querer ilustrar las propiedades de la forma matemática que adopta cada caracol: un helicoide recto.
(fernandoalcalde.wordpress.com)