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Viejo Molino (1 de 1)

Las Aceñas de Olivares son un grupo de este tipo de molinos ubicado sobre el cauce del río Duero, en la ciudad española de Zamora. Constituyen uno de los cinco conjuntos de aceñas que todavía subsisten en la ciudad, si bien todos ya fuera de uso productivo desde comienzos del siglo XX, junto con las de Pinilla, Cabañales, Gijón y Los Pisones.1 Han sido rehabilitadas y consolidadas para instalar en ellas el Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales del Agua

Durante la Edad Media era muy habitual la existencia de numerosas aceñas ubicadas en las riberas de los ríos zamoranos, aprovechando la fuerza motriz de las corrientes. Su edificación era un problema arquitectónico poco evidente con la tecnología constructiva de la época. En aquel tiempo su posesión suponía una relación de poder de una comunidad dada.3 4 La documentación antigua existente sobre la descripción de estos ingenios mecánicos asigna la denominación "aceña" a los mecanismos que funcionan en ríos con gran caudal, mientras que se reserva la denominación "molino" a aquellos ubicados en cauces de menor caudal.4 Es por esta razón que la denominación aceña es correcta al mencionar los de Zamora a orillas del Duero.

 

Las Aceñas de Olivares toman su nombre del lugar de su construcción, el antiguo Arrabal de Olivares. La primera referencia escrita que se tiene de ellas es del año 986,5 y alcanzaron su máximo apogeo en el siglo XIII.3 Las aceñas no eran propiedad de una sola persona. Su construcción, mantenimiento y su producción de harina de trigo eran responsabilidad de una comunidad. Por regla general se trataba de comunidades religiosas, que se encargaban de proporcionar las denominadas divisas o veces a los arrendatarios. En este caso concreto el propietario era el Cabildo Catedralicio, que poseía asimismo las de Pinilla (éstas últimas también conocidas precisamente como Aceñas del Cabildo). Las propiedades de las aceñas son concedidas a las órdenes religiosas por el rey. Esta situación va cambiando a medida que evolucionan los siglos.

 

The Watermills of Olivares are a group of such mills located on the banks of the Duero River in the Spanish city of Zamora. They are one of the five sets of water mills that still exist in the city, while all already out of productive use since the early twentieth century, along with those of Pinilla, Cabañales, Gijón and Los Pisones.1 have been rehabilitated and consolidated to install in them the Interpretation Centre of Traditional Water Industry

During the Middle Ages it was very common the existence of numerous watermills located on the banks of rivers Zamora, using the driving force of the currents. Its construction was a bit obvious architectural problem with the construction technology of the time. At that time his possession meant a power relationship of four community dada.3 Existing early documentation on the description of these mechanical devices assigned the name "watermill" mechanisms operating in rivers with high flow, while reserving the name "mill" to those located in smaller channels caudal.4 is for this reason that the name is correct aceña to mention Zamora along the Douro.

 

The Watermills of Olivares named after the place was built, the old Arrabal de Olivares. The first written reference we have of them is from the year 986.5 and reached its peak in the century XIII.3 The watermills were not owned by a single person. Its construction, maintenance and production of wheat flour were the responsibility of a community. Generally it was religious communities, who were responsible for providing currency or sometimes called tenants. In this case the owner was the Cathedral Chapter, which also owned the Pinilla (the latter also known as Aceñas precisely the Cabildo). The properties of the mills are granted to religious orders by the king. This situation is changing as the evolving centuries.

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Uploaded on September 24, 2014
Taken on September 20, 2014