Manuel Angel Carmona
La Casa de las Hadas (Reto Cascadas)
Existen lugares muy especiales que, para los que creemos en estas cosas, están habitados por seres mágicos.
Son seres que viven en otro plano de la realidad pero que de vez en cuando, en muy raras ocasiones y solo para los que saben mirar, aparecen y se relacionan con nosotros.
Ellos están ahí y lo han estado siempre, velando por la naturaleza, cuidando del planeta. Antes podíamos interactuar con ellos pero hace tiempo que perdimos la facultad de verlos.
El fotógrafo aficionado que sale con su cámara a la naturaleza a veces consigue captarlos. Están siempre cerca del agua, no hay que andar mucho, incluso viven bajo nuestras casas si estas están en el lugar adecuado.
Yo he tenido la suerte de captar, en esta fotografía uno de esos lugares privilegiados, una de esos sitios que podemos denominar como “la casa de las hadas”.
Si miras con atención la imagen podrás ver a alguna de ellas escondida, mirando entre asombrada y asustada al extraño ser que, con un raro aparato en las manos, trastea delante de su jardín.
La Casa de las Hadas (Reto Cascadas)
Existen lugares muy especiales que, para los que creemos en estas cosas, están habitados por seres mágicos.
Son seres que viven en otro plano de la realidad pero que de vez en cuando, en muy raras ocasiones y solo para los que saben mirar, aparecen y se relacionan con nosotros.
Ellos están ahí y lo han estado siempre, velando por la naturaleza, cuidando del planeta. Antes podíamos interactuar con ellos pero hace tiempo que perdimos la facultad de verlos.
El fotógrafo aficionado que sale con su cámara a la naturaleza a veces consigue captarlos. Están siempre cerca del agua, no hay que andar mucho, incluso viven bajo nuestras casas si estas están en el lugar adecuado.
Yo he tenido la suerte de captar, en esta fotografía uno de esos lugares privilegiados, una de esos sitios que podemos denominar como “la casa de las hadas”.
Si miras con atención la imagen podrás ver a alguna de ellas escondida, mirando entre asombrada y asustada al extraño ser que, con un raro aparato en las manos, trastea delante de su jardín.