El Cid
En Burgos el Cid es omnipresente. Es normal, casi todas las ciudades tienen un personaje que las ha marcado especialmente. Llego ahora de Florencia donde hasta las ópticas se llaman Michelangelo.
Y yo me tomé muy en serio a este señor. Creo que por dos cosas: la primera, porque el primer libro, digamos adulto, que leí fue el Poema del Cid en una edición trasladada al castellano moderno y que creo que regaló alguna caja de ahorros. Y lo segundo, porque a Charlton Heston, mi ídolo del momento, se le ocurrió protagonizar su biografía. Nunca olvidaré cuando en el puente de Santa María, yendo yo al colegio, me encontré frente a mí un coche ocupado por el actor americano.
El Cid
En Burgos el Cid es omnipresente. Es normal, casi todas las ciudades tienen un personaje que las ha marcado especialmente. Llego ahora de Florencia donde hasta las ópticas se llaman Michelangelo.
Y yo me tomé muy en serio a este señor. Creo que por dos cosas: la primera, porque el primer libro, digamos adulto, que leí fue el Poema del Cid en una edición trasladada al castellano moderno y que creo que regaló alguna caja de ahorros. Y lo segundo, porque a Charlton Heston, mi ídolo del momento, se le ocurrió protagonizar su biografía. Nunca olvidaré cuando en el puente de Santa María, yendo yo al colegio, me encontré frente a mí un coche ocupado por el actor americano.