apa2703
DIENTE DE LEÓN
Descripción y características
El diente de león es una planta herbácea y vivaz. Las hojas dentadas dispuestas en roseta, tradicionalmente identificadas por su forma con los dientes de un león, alcanzan entre 5 y 25 cm. Del centro de la roseta se elevan los tallos huecos en cuyo extremo se encuentran las flores amarillas (una por tallo). Las raíces, de aspecto columnar, se entierran hasta unos 30 cm de profundidad. Toda la planta exuda al partirla un látex blanco.
Es una planta muy familiar por encontrarse habitualmente en cualquier jardín y en las praderas de cualquier campo, sus hojas son dentadas, su flor central amarilla, y al madurar da lugar al famoso molinillo de viento, blanco, que se pasea con los remolinos de aire, elevándose o corriendo por el suelo. Cuando se corta la planta sale una sabia lechosa blanca.
Tienen propiedades curativas tanto las hojas como las raíces.
Las hojas son diuréticas suaves y estimuladoras del hígados y de las digestiones, son utilizadas en los edemas, sobre todo los de origen cardiaco. Tomar 10 gramos de la hoja tres veces al día, en infusión.
Las raíces son tónicas, digestivas, colagogas (favorecen la salida de la bilis desde la vesícula biliar), diuréticas y laxantes, se usan en los problemas del hígado, vesícula, en la ictericia hepática, en los problemas digestivos con estreñimiento, en el exceso de toxinas en la sangre si existen inflamaciones crónicas de las articulaciones y la piel. La savia se aplica además para quitar verrugas a largo plazo. La dosis terapeútica y frecuencia es igual que la de las hojas.
DIENTE DE LEÓN
Descripción y características
El diente de león es una planta herbácea y vivaz. Las hojas dentadas dispuestas en roseta, tradicionalmente identificadas por su forma con los dientes de un león, alcanzan entre 5 y 25 cm. Del centro de la roseta se elevan los tallos huecos en cuyo extremo se encuentran las flores amarillas (una por tallo). Las raíces, de aspecto columnar, se entierran hasta unos 30 cm de profundidad. Toda la planta exuda al partirla un látex blanco.
Es una planta muy familiar por encontrarse habitualmente en cualquier jardín y en las praderas de cualquier campo, sus hojas son dentadas, su flor central amarilla, y al madurar da lugar al famoso molinillo de viento, blanco, que se pasea con los remolinos de aire, elevándose o corriendo por el suelo. Cuando se corta la planta sale una sabia lechosa blanca.
Tienen propiedades curativas tanto las hojas como las raíces.
Las hojas son diuréticas suaves y estimuladoras del hígados y de las digestiones, son utilizadas en los edemas, sobre todo los de origen cardiaco. Tomar 10 gramos de la hoja tres veces al día, en infusión.
Las raíces son tónicas, digestivas, colagogas (favorecen la salida de la bilis desde la vesícula biliar), diuréticas y laxantes, se usan en los problemas del hígado, vesícula, en la ictericia hepática, en los problemas digestivos con estreñimiento, en el exceso de toxinas en la sangre si existen inflamaciones crónicas de las articulaciones y la piel. La savia se aplica además para quitar verrugas a largo plazo. La dosis terapeútica y frecuencia es igual que la de las hojas.