Educar para vivir: hacia una educacion global y pl
5.- Vivimos bajo el mismo cielo, pero no tenemos el mismo horizonte
6.840.507.000 personas habitamos nuestro planeta. Tantas personas como miradas diferentes en este mundo. Pero dentro de esa diversidad humana existe un sector que históricamente ha sido y sigue siendo marginado a pesar de la vital importancia de sus funciones dentro de la estructura del sistema humano que conforma el mundo. Este sector no es otro que el del género femenino. Las mujeres siempre han sido un pilar fundamental en la sociedad, ejerciendo como el principal motor de la vida familiar: encargada de conseguir el agua potable en los lugares donde ésta no sale del grifo de agua corriente, educación familiar, etc.
Sin embargo, lo aberrante de todo esto es la casi total ausencia de poder de las mujeres en la toma de decisiones de las actuaciones en las que estas están involucradas en el día a día de sus vidas. Las mujeres se ven viviendo en una sociedad donde son parte fundamental de ella, pero la toma de decisiones son impuestas por los hombres, quedando excluida su opinión en la participación de resolución de los problemas existentes en la comunidad a la que pertenecen. Por ello es necesario el emprender un movimiento de empoderamiento de las mujeres, entendiendo empoderamiento como el “proceso por el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza, visión y protagonismo como grupo social para impulsar cambios positivos de las situaciones que viven”. Vivimos bajo el mismo cielo, no tenemos el mismo horizonte, pero debemos respetarlos y facilitar la participación todos.
Como avances y logros de la mujer dentro de la sociedad tenemos el ejemplo actual de tres mujeres: Johnson-Sirleaf, Leymah Gbowee y Tawakkul Karman. Estas mujeres han logrado de forma conjunta el último premio Nobel de la Paz por sus diversas actuaciones para lograr una sociedad más equilibrada y justa. Johnson (presidenta de Liberia) puso fin al conflicto armado que sufría su país a la vez que dotó de protagonismo a las mujeres en el proceso de construcción de la paz; Leymah es una activista defensora de los derechos de las mujeres, y por último, Tawakkul es una política yemení y activista en pro de los Derechos Humanos que lidera el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas. Estas mujeres, desde perspectivas diferentes, han trabajado para lograr el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género a nivel mundial a través del trabajo local.
Javier Collado Ruano y José María Barroso Tristán
5.- Vivimos bajo el mismo cielo, pero no tenemos el mismo horizonte
6.840.507.000 personas habitamos nuestro planeta. Tantas personas como miradas diferentes en este mundo. Pero dentro de esa diversidad humana existe un sector que históricamente ha sido y sigue siendo marginado a pesar de la vital importancia de sus funciones dentro de la estructura del sistema humano que conforma el mundo. Este sector no es otro que el del género femenino. Las mujeres siempre han sido un pilar fundamental en la sociedad, ejerciendo como el principal motor de la vida familiar: encargada de conseguir el agua potable en los lugares donde ésta no sale del grifo de agua corriente, educación familiar, etc.
Sin embargo, lo aberrante de todo esto es la casi total ausencia de poder de las mujeres en la toma de decisiones de las actuaciones en las que estas están involucradas en el día a día de sus vidas. Las mujeres se ven viviendo en una sociedad donde son parte fundamental de ella, pero la toma de decisiones son impuestas por los hombres, quedando excluida su opinión en la participación de resolución de los problemas existentes en la comunidad a la que pertenecen. Por ello es necesario el emprender un movimiento de empoderamiento de las mujeres, entendiendo empoderamiento como el “proceso por el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza, visión y protagonismo como grupo social para impulsar cambios positivos de las situaciones que viven”. Vivimos bajo el mismo cielo, no tenemos el mismo horizonte, pero debemos respetarlos y facilitar la participación todos.
Como avances y logros de la mujer dentro de la sociedad tenemos el ejemplo actual de tres mujeres: Johnson-Sirleaf, Leymah Gbowee y Tawakkul Karman. Estas mujeres han logrado de forma conjunta el último premio Nobel de la Paz por sus diversas actuaciones para lograr una sociedad más equilibrada y justa. Johnson (presidenta de Liberia) puso fin al conflicto armado que sufría su país a la vez que dotó de protagonismo a las mujeres en el proceso de construcción de la paz; Leymah es una activista defensora de los derechos de las mujeres, y por último, Tawakkul es una política yemení y activista en pro de los Derechos Humanos que lidera el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas. Estas mujeres, desde perspectivas diferentes, han trabajado para lograr el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género a nivel mundial a través del trabajo local.
Javier Collado Ruano y José María Barroso Tristán