♪ ♫ Santiago G. C. ♫
Sombra de Árbol
_____________________
Heart Beats Slow. Angus & Julia Stone.
...
You say I move so fast
That you can hardly see
You say I move so fast
How could you be with me?
But my heart beats slow
But my heart beats slow
...
_____________________
Árbol amigo, tu sombra es una mano de ternura
abierta y derramada. Tan alto y te nace a los pies
a ras de hierba, dándole sin mirar,
isla de la frescura y el beso de paloma,
toda semblante de hoja seca y no obstante
maternal hasta el fondo con la tela de araña,
con el rencor de los trozos de vidrio,
con la hebra sin fin de las hormigas
y mi propia ballesta de deseos
que ha crecido en tus brazos,
y latido en tus savias
y dormido en tus frutos
dulces como los senos del amor y del mar,
Ahora estoy tendido bajo tu sombra
y te oirás mi sangre
como te oyes el viento derramar tus madejas
y un posarse de pájaros en tu raíz de bosque.
Tan alto como estás y no te olvidas
de que tienes un poco del destino del hombre,
de que fluyas en el alma del tiempo,
que es verde por ser tuyo, porque tú te has hecho rama a rama,
hoja por hoja, pecho y espalda de propia vida.
Árbol amigo, ahora que tan juntos no hemos encontrado
¡qué pena que no tengas
el silencio interior de mi alegría!
(Pedro García Cabrera. Rescate del hombre. 1949)
Sombra de Árbol
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Heart Beats Slow. Angus & Julia Stone.
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You say I move so fast
That you can hardly see
You say I move so fast
How could you be with me?
But my heart beats slow
But my heart beats slow
...
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Árbol amigo, tu sombra es una mano de ternura
abierta y derramada. Tan alto y te nace a los pies
a ras de hierba, dándole sin mirar,
isla de la frescura y el beso de paloma,
toda semblante de hoja seca y no obstante
maternal hasta el fondo con la tela de araña,
con el rencor de los trozos de vidrio,
con la hebra sin fin de las hormigas
y mi propia ballesta de deseos
que ha crecido en tus brazos,
y latido en tus savias
y dormido en tus frutos
dulces como los senos del amor y del mar,
Ahora estoy tendido bajo tu sombra
y te oirás mi sangre
como te oyes el viento derramar tus madejas
y un posarse de pájaros en tu raíz de bosque.
Tan alto como estás y no te olvidas
de que tienes un poco del destino del hombre,
de que fluyas en el alma del tiempo,
que es verde por ser tuyo, porque tú te has hecho rama a rama,
hoja por hoja, pecho y espalda de propia vida.
Árbol amigo, ahora que tan juntos no hemos encontrado
¡qué pena que no tengas
el silencio interior de mi alegría!
(Pedro García Cabrera. Rescate del hombre. 1949)