♪ ♫ Santiago G. C. ♫
Parque del Castillo. Soria.
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www.turismosoria.es/que-ver/monumentos/castillo-medieval/
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“Mística y guerrera”
En lo alto de la ciudad se sitúa este hermoso parque del Castillo, en una mística y serena colina que mira de frente la Ermita del Mirón, como los vigías rapsodas de la ciudad... la paz y las ruinas de la guerra.
Este es uno de los poemas emblemáticos de Soria. Imagino que Antonio Machado también se inspiró en estas ruinas de la fortaleza defensiva del castillo de Soria, para describirla en sus vestigios de antigüedad como la Soria "mística y guerrera", entre los árboles y el río, la Soria que ahora es poesía y jardín.
¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!...
(VII. Campos de Soria. Antonio Machado).
Parque del Castillo. Soria.
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“Mística y guerrera”
En lo alto de la ciudad se sitúa este hermoso parque del Castillo, en una mística y serena colina que mira de frente la Ermita del Mirón, como los vigías rapsodas de la ciudad... la paz y las ruinas de la guerra.
Este es uno de los poemas emblemáticos de Soria. Imagino que Antonio Machado también se inspiró en estas ruinas de la fortaleza defensiva del castillo de Soria, para describirla en sus vestigios de antigüedad como la Soria "mística y guerrera", entre los árboles y el río, la Soria que ahora es poesía y jardín.
¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!...
(VII. Campos de Soria. Antonio Machado).