♪ ♫ Santiago G. C. ♫
Guatiza.
En el pueblo lanzaroteño de Guatiza (Teguise), al nordeste de la isla, está situado el Jardín de Cactus, última obra espacial diseñada por el artista César Manrique Cabrera, en armonía con su principio artístico fundado en la integración de arquitectura, tradición, arte y naturaleza.
Entre montañas volcánicas y calderas (Tinamala, Guenia...), extensos cultivos de tuneras, agrestes llanuras que miran hacia el azul del mar y el horizonte, César halló un lugar ideal para ubicar este sorprendente y original jardín botánico. Porque Guatiza también es un remanente, un reducto (junto al pueblo de Mala) del cultivo tradicional de la cochinilla (Dactylopius coccus: insecto parásito de las chumberas, -Opuntia ficus-indica-, cuyas hembras producen ácido carmínico como defensa, sustancia de la que procede ese color granate, rojo característico usado como colorante natural en la industria textil y cosmética), de la que Canarias fuera una de las principales exportadoras en el siglo XIX.
El contraste de colores naturales de este pueblo, la policromía del paisaje: el verde de las plantaciones de chumberas, las austeras y prismáticas formas en la pureza del blanco de las casas tradicionales, fusionados con el sombreado fuego de montañas y volcanes a su alrededor, conforman un bello paisaje autóctono e inolvidable de la isla de Lanzarote.
Guatiza.
En el pueblo lanzaroteño de Guatiza (Teguise), al nordeste de la isla, está situado el Jardín de Cactus, última obra espacial diseñada por el artista César Manrique Cabrera, en armonía con su principio artístico fundado en la integración de arquitectura, tradición, arte y naturaleza.
Entre montañas volcánicas y calderas (Tinamala, Guenia...), extensos cultivos de tuneras, agrestes llanuras que miran hacia el azul del mar y el horizonte, César halló un lugar ideal para ubicar este sorprendente y original jardín botánico. Porque Guatiza también es un remanente, un reducto (junto al pueblo de Mala) del cultivo tradicional de la cochinilla (Dactylopius coccus: insecto parásito de las chumberas, -Opuntia ficus-indica-, cuyas hembras producen ácido carmínico como defensa, sustancia de la que procede ese color granate, rojo característico usado como colorante natural en la industria textil y cosmética), de la que Canarias fuera una de las principales exportadoras en el siglo XIX.
El contraste de colores naturales de este pueblo, la policromía del paisaje: el verde de las plantaciones de chumberas, las austeras y prismáticas formas en la pureza del blanco de las casas tradicionales, fusionados con el sombreado fuego de montañas y volcanes a su alrededor, conforman un bello paisaje autóctono e inolvidable de la isla de Lanzarote.