Diablo en el arte ; esperanza aragones
A devil without an image : the meridian devil =Un diablo sin imagen: El diablo meridiano
The meridian demon, from ‘meridie’, midday, is the one who acts in the middle part of the day. His nature and essence, as happens with so many Christian devils, has its origin in ancient classical times, in the sirens in particular and, above all, in roman Diana. The Jews had a similar devil called Merriam, identified as the “Lord of Midday and of the hot summers”, whom Saint Paul mentioned in his letter to the Ephesians 2.2: “the prince of the power of the air”.
These are mythological characters that have their counterpart in other mythologies in existence among other, more ancient, peoples but similarly located in areas with a very hot climate. This favours the dreaming-up of beings of this nature, as we already mentioned with the Sumarians Lamaze and Pazuzu.
The meridian demon’s time of action is in the middle of the day, the hottest part, inducing one to laziness, lethargy, doing nothing. Besides, midday corresponds to those hours of the day when the sun is at its zenith and its rays fall perpendicularly so that it doesn’t cast shadows. These are identified with the soul of the individual, so it is a good moment for the apparition of devils. If you don’t believe it, ask Henry of Falkenstein, a German knight who doubted the existence of demons. He had recourse to a Jewish wizard in order to make a pact with the devil. The meeting was at a crossroads at midday where this demon appeared to them. It was a horrendous vision, made worse by all the things the apparition knew: “I know all the evil in the world and I know, Henry, the place and time in which you lost your virginity.”
In the popular imagination, the meridian devil is the one who possesses man in the midpoint of his life, around the age of 50, and induces him to sexual pleasures and the renewal of his lost youth.
You can continue reading in the following link:
diabloenelarte.blogspot.com.es/
El demonio meridiano, de meridie, mediodía, es el que actúa en las horas centrales del día.
Su naturaleza y esencia como ha ocurrido con tantos diablos cristianos tiene su origen en la antigüedad clásica, concretamente en las sirenas, y sobre todo, en la Diana romana. Los judíos tienen un diablo semejante que se llama Meririm, identificado como "Señor del Mediodía y de los calurosos veranos” al que san Pablo hace mención en su carta a los Efesios 2, 2: “el príncipe de las potestades aéreas”.
Personajes mitológicos que encuentran pareja en otras mitologías existentes en pueblos más antiguos pero ubicados igualmente en áreas de clima muy caluroso, lo que favorece la imaginación de seres de esta naturaleza, como ya citamos con los sumerios Lamatsu y Pazuzu.
El demonio meridiano actúa en las horas centrales del día, las horas de más calor, por lo que mueve a la pereza, desidia y el no hacer nada. Igualmente el mediodía corresponde a las horas del día en que el sol está en su zenit, y los rayos caen perpendiculares por lo que no proyecta sombra, identificada ésta con el alma del individuo, buen momento por tanto para las apariciones diabólicas. Y si no, que se lo digan a Enrique de Falkenstein, caballero alemán, que dudaba de la existencia de los demonios y recurrió a un mago judío para hacer un pacto con el diablo. Acudieron a una encrucijada a mediodía y se les apareció este demonio. La visión fue horrenda y más el conocimiento de todas las cosas que tenía la aparición: "conozco todo el mal que hay en el mundo y se, Enrique, en que lugar y en que momento perdiste la virginidad.."
En la imaginación popular el diablo meridiano es el que posee al hombre al mediodía de su vida, hacia los 50 años y le mueve a placeres sexuales y renovación de su juventud perdida.
A devil without an image : the meridian devil =Un diablo sin imagen: El diablo meridiano
The meridian demon, from ‘meridie’, midday, is the one who acts in the middle part of the day. His nature and essence, as happens with so many Christian devils, has its origin in ancient classical times, in the sirens in particular and, above all, in roman Diana. The Jews had a similar devil called Merriam, identified as the “Lord of Midday and of the hot summers”, whom Saint Paul mentioned in his letter to the Ephesians 2.2: “the prince of the power of the air”.
These are mythological characters that have their counterpart in other mythologies in existence among other, more ancient, peoples but similarly located in areas with a very hot climate. This favours the dreaming-up of beings of this nature, as we already mentioned with the Sumarians Lamaze and Pazuzu.
The meridian demon’s time of action is in the middle of the day, the hottest part, inducing one to laziness, lethargy, doing nothing. Besides, midday corresponds to those hours of the day when the sun is at its zenith and its rays fall perpendicularly so that it doesn’t cast shadows. These are identified with the soul of the individual, so it is a good moment for the apparition of devils. If you don’t believe it, ask Henry of Falkenstein, a German knight who doubted the existence of demons. He had recourse to a Jewish wizard in order to make a pact with the devil. The meeting was at a crossroads at midday where this demon appeared to them. It was a horrendous vision, made worse by all the things the apparition knew: “I know all the evil in the world and I know, Henry, the place and time in which you lost your virginity.”
In the popular imagination, the meridian devil is the one who possesses man in the midpoint of his life, around the age of 50, and induces him to sexual pleasures and the renewal of his lost youth.
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El demonio meridiano, de meridie, mediodía, es el que actúa en las horas centrales del día.
Su naturaleza y esencia como ha ocurrido con tantos diablos cristianos tiene su origen en la antigüedad clásica, concretamente en las sirenas, y sobre todo, en la Diana romana. Los judíos tienen un diablo semejante que se llama Meririm, identificado como "Señor del Mediodía y de los calurosos veranos” al que san Pablo hace mención en su carta a los Efesios 2, 2: “el príncipe de las potestades aéreas”.
Personajes mitológicos que encuentran pareja en otras mitologías existentes en pueblos más antiguos pero ubicados igualmente en áreas de clima muy caluroso, lo que favorece la imaginación de seres de esta naturaleza, como ya citamos con los sumerios Lamatsu y Pazuzu.
El demonio meridiano actúa en las horas centrales del día, las horas de más calor, por lo que mueve a la pereza, desidia y el no hacer nada. Igualmente el mediodía corresponde a las horas del día en que el sol está en su zenit, y los rayos caen perpendiculares por lo que no proyecta sombra, identificada ésta con el alma del individuo, buen momento por tanto para las apariciones diabólicas. Y si no, que se lo digan a Enrique de Falkenstein, caballero alemán, que dudaba de la existencia de los demonios y recurrió a un mago judío para hacer un pacto con el diablo. Acudieron a una encrucijada a mediodía y se les apareció este demonio. La visión fue horrenda y más el conocimiento de todas las cosas que tenía la aparición: "conozco todo el mal que hay en el mundo y se, Enrique, en que lugar y en que momento perdiste la virginidad.."
En la imaginación popular el diablo meridiano es el que posee al hombre al mediodía de su vida, hacia los 50 años y le mueve a placeres sexuales y renovación de su juventud perdida.