milanapau
Tú, ¿me conoces?
Hay quien dice que soy
vagabunda nave a la deriva
hay quien cree que soy
de las penas ajenas, lavativa.
Unos creen, otros piensan
que me conocen sin caer en la cuenta
que nada significa mi piel de tafetán
que mi silencio, grita más que mi garganta.
Si realmente conocerme quieres
deberás mirar en los espejos rotos
empaparte en aromas de junciera
escuchar los destellos del vermut más rojo.
Si en verdad sentirme ambicionas
mirarme deberás con los ojos ciegos
aceptar que el mar es mi único cicerone
preterir todo mundo repleto de egos.
Entonces, sólo entonces, observarás
mi alma cual radiante estrella
mi rojo corazón envuelto en delicada tiara
mi cuerpo ardiente esparciendo grosellas.
Al fin, ante el mundo se obrará la magia
capaz de dar vida a mi sonrisa
y, ofrendándote mi mejor fragancia
te proclamará estandarte de esta poetisa.
Tú, ¿me conoces?
Hay quien dice que soy
vagabunda nave a la deriva
hay quien cree que soy
de las penas ajenas, lavativa.
Unos creen, otros piensan
que me conocen sin caer en la cuenta
que nada significa mi piel de tafetán
que mi silencio, grita más que mi garganta.
Si realmente conocerme quieres
deberás mirar en los espejos rotos
empaparte en aromas de junciera
escuchar los destellos del vermut más rojo.
Si en verdad sentirme ambicionas
mirarme deberás con los ojos ciegos
aceptar que el mar es mi único cicerone
preterir todo mundo repleto de egos.
Entonces, sólo entonces, observarás
mi alma cual radiante estrella
mi rojo corazón envuelto en delicada tiara
mi cuerpo ardiente esparciendo grosellas.
Al fin, ante el mundo se obrará la magia
capaz de dar vida a mi sonrisa
y, ofrendándote mi mejor fragancia
te proclamará estandarte de esta poetisa.