Melisa Garcia (princesaxd2010)
Reflexión. “Melisa y las tres botitas” (8ª parte).
Estilo sobrio para la lectura de hoy. Advertencia habitual y ¡empezamos!:
"¡CUIDADO!, absténgase de la lectura de este cuento las personas que carezcan del sentido de la ironía, el sarcasmo y cierto sentido del humor muy particular, podría provocar graves ataques de tontería aguda."
“La brisa que envolvía a Pros se hizo sentir haciendo tintinear las estrellas de su atuendo y provocó en Melisa un sentimiento refrescante, de aire nuevo y puro, que hizo desaparecer en el recuerdo la sensación del bochorno pasado. Contras se incorporó al lado de su hermana copiándola en todo, expresión, movimientos e indumentaria, era un calco de su hermana, pero en negativo, lo blanco, negro, y lo negro, pasó a ser blanco. Su aura también imitaba a la de su hermana, tomando la forma de una brisa cálida y juguetona. El mimetismo era casi completo, aunque varios detalles rompían la simetría, el cabello conservaba su habitual color rojizo, las uñas también adoptaban dicho color a juego, sus ojos se tornaron ámbar, sus complementos, de plata y su tiara no estaba compuesta por diamantes, sino por múltiples joyas preciosas de variado colorido, rubíes, zafiros, esmeraldas, topacios… y naturalmente, daban forma a su propio nombre. Los ojos penetrantes de Pros se posaron en Melisa y con su seriedad y tono habitual se dirigió a ella erigiéndose en el centro del universo que importaba…
(Pros) – ‘Es normal que tengas miedo al rechazo de los demás, a que te consideren un bicho raro…’
(Contras) – ‘La gente es cruel, por instinto se discrimina al diferente…’
(Melisa) – ‘No quiero llamar la atención, no quiero que se rían de mi…’
(Pros) – ‘… pero no hay mayor bicho raro que quien vive la vida de otro y no la suya propia…’
(Melisa) – ‘… quiero vivir mi vida, no tiene sentido vivir la de otra persona…’
(Contras) – ‘… las malas personas aprovechan cualquier excusa para hacer daño gratuito…’
(Melisa) – ‘…sí, he de protegerme…’
(Pros) – ‘… las malas personas, no necesitan motivos para hacer daño, solo son excusas para que los demás no se metan y se sientan tranquilos por ello. Simplemente hacen daño al débil cuando pueden hacerlo. El que vaya a hacer daño lo va a hacer de todas maneras…’
(Contras) – ‘…eso no significa que haya que provocarlos…’
(Pros) – ‘… ni dejar de hacer lo que quieres por miedo a las reacciones. No digo que no tengas cuidado, pero no debes dejar que tus miedos dirijan tu vida… o la perderás de antemano…’
(Contras) – ‘… no es miedo, sino cautela para evitar precisamente eso, perder calidad de vida. Recuerda que si alguien te reconoce extenderá el rumor y pasaras la misma vergüenza que sentiste antes. El problema es que ni tu misma lo tienes claro, estas perdida, por eso te afectan estas cosas. Si te comprendieras a ti misma, estarías en disposición de defender tu forma de vida, nada te afectaría, porque tendrías tus metas claras y harías el camino con paso firme, venciendo obstáculos, con la determinación que, por ahora, no posees… Es como cuando hay un apagón e intentas encontrar la linterna a oscuras, vas avanzando con mucha cautela, y lo que es sencillo y natural a la luz, se convierte a ciegas en toda una aventura en la que hay que tener cuidado de no lastimarse… y de no romper nada…. ’
(Pros) – ‘… pero hay rayitos de luz rompiendo esas tinieblas, hay cosas que tienes muy claras, ¿no es cierto? Si te quedas quieta hasta que la luz vuelva por si sola, puede que se te pase el tiempo, aburrida y tontamente, y eso después no tiene remedio. Además, sabes perfectamente lo que te gusta, lo que te hace feliz, y también tienes muy claro que a diferencia de mucha otra gentuza que se las da de respetable y normal, tu no haces daño a nadie, al fin y al cabo, eso es lo que distingue lo que es bueno y beneficioso de lo malo y perjudicial, ¿no?...’
(Melisa) – ‘… chicas… ¡es la hora de comprar botitas!’ – y una sonrisa de determinación se dibujó en su boquita.”
Continuara dentro de cuatro fotos…
Pues si, es la hora de comprar botitas porque ya llevamos unos cuantos capítulos en el puesto sin hacer lo que se supone que hay que hacer, comprar. ¿Os habéis fijado en el cambio de estilo en el cuento?, dentro del estilo general que lo caracteriza, claro. Añoro el tono infantil con el que empecé, con sus pinceladitas sarcásticas (que están presentes en todo el cuento y espero que sigan), de eso pasé a un estilo mas descriptivo, a veces con gotitas de erotismo muy liviano y litros de fantasía, y últimamente el cuento ha entrado en una cierta profundidad que es demasiado evidente para mi gusto, me gusta mas solapada, como al principio… y en el próximo capítulo, ¿cambio de estilo?, ¿vuelvo al tono infantiloide?, ¿sigo con este?, bueno, lo sabre cuando empiece a escribir :) ¡Besitos resolutivos! (¡ya era hora!)
PS: Los capítulos anteriores podéis encontrarlos en el álbum dedicado al cuento, la dirección es: www.flickr.com/photos/47932076@N05/sets/72157625978352555...
Reflexión. “Melisa y las tres botitas” (8ª parte).
Estilo sobrio para la lectura de hoy. Advertencia habitual y ¡empezamos!:
"¡CUIDADO!, absténgase de la lectura de este cuento las personas que carezcan del sentido de la ironía, el sarcasmo y cierto sentido del humor muy particular, podría provocar graves ataques de tontería aguda."
“La brisa que envolvía a Pros se hizo sentir haciendo tintinear las estrellas de su atuendo y provocó en Melisa un sentimiento refrescante, de aire nuevo y puro, que hizo desaparecer en el recuerdo la sensación del bochorno pasado. Contras se incorporó al lado de su hermana copiándola en todo, expresión, movimientos e indumentaria, era un calco de su hermana, pero en negativo, lo blanco, negro, y lo negro, pasó a ser blanco. Su aura también imitaba a la de su hermana, tomando la forma de una brisa cálida y juguetona. El mimetismo era casi completo, aunque varios detalles rompían la simetría, el cabello conservaba su habitual color rojizo, las uñas también adoptaban dicho color a juego, sus ojos se tornaron ámbar, sus complementos, de plata y su tiara no estaba compuesta por diamantes, sino por múltiples joyas preciosas de variado colorido, rubíes, zafiros, esmeraldas, topacios… y naturalmente, daban forma a su propio nombre. Los ojos penetrantes de Pros se posaron en Melisa y con su seriedad y tono habitual se dirigió a ella erigiéndose en el centro del universo que importaba…
(Pros) – ‘Es normal que tengas miedo al rechazo de los demás, a que te consideren un bicho raro…’
(Contras) – ‘La gente es cruel, por instinto se discrimina al diferente…’
(Melisa) – ‘No quiero llamar la atención, no quiero que se rían de mi…’
(Pros) – ‘… pero no hay mayor bicho raro que quien vive la vida de otro y no la suya propia…’
(Melisa) – ‘… quiero vivir mi vida, no tiene sentido vivir la de otra persona…’
(Contras) – ‘… las malas personas aprovechan cualquier excusa para hacer daño gratuito…’
(Melisa) – ‘…sí, he de protegerme…’
(Pros) – ‘… las malas personas, no necesitan motivos para hacer daño, solo son excusas para que los demás no se metan y se sientan tranquilos por ello. Simplemente hacen daño al débil cuando pueden hacerlo. El que vaya a hacer daño lo va a hacer de todas maneras…’
(Contras) – ‘…eso no significa que haya que provocarlos…’
(Pros) – ‘… ni dejar de hacer lo que quieres por miedo a las reacciones. No digo que no tengas cuidado, pero no debes dejar que tus miedos dirijan tu vida… o la perderás de antemano…’
(Contras) – ‘… no es miedo, sino cautela para evitar precisamente eso, perder calidad de vida. Recuerda que si alguien te reconoce extenderá el rumor y pasaras la misma vergüenza que sentiste antes. El problema es que ni tu misma lo tienes claro, estas perdida, por eso te afectan estas cosas. Si te comprendieras a ti misma, estarías en disposición de defender tu forma de vida, nada te afectaría, porque tendrías tus metas claras y harías el camino con paso firme, venciendo obstáculos, con la determinación que, por ahora, no posees… Es como cuando hay un apagón e intentas encontrar la linterna a oscuras, vas avanzando con mucha cautela, y lo que es sencillo y natural a la luz, se convierte a ciegas en toda una aventura en la que hay que tener cuidado de no lastimarse… y de no romper nada…. ’
(Pros) – ‘… pero hay rayitos de luz rompiendo esas tinieblas, hay cosas que tienes muy claras, ¿no es cierto? Si te quedas quieta hasta que la luz vuelva por si sola, puede que se te pase el tiempo, aburrida y tontamente, y eso después no tiene remedio. Además, sabes perfectamente lo que te gusta, lo que te hace feliz, y también tienes muy claro que a diferencia de mucha otra gentuza que se las da de respetable y normal, tu no haces daño a nadie, al fin y al cabo, eso es lo que distingue lo que es bueno y beneficioso de lo malo y perjudicial, ¿no?...’
(Melisa) – ‘… chicas… ¡es la hora de comprar botitas!’ – y una sonrisa de determinación se dibujó en su boquita.”
Continuara dentro de cuatro fotos…
Pues si, es la hora de comprar botitas porque ya llevamos unos cuantos capítulos en el puesto sin hacer lo que se supone que hay que hacer, comprar. ¿Os habéis fijado en el cambio de estilo en el cuento?, dentro del estilo general que lo caracteriza, claro. Añoro el tono infantil con el que empecé, con sus pinceladitas sarcásticas (que están presentes en todo el cuento y espero que sigan), de eso pasé a un estilo mas descriptivo, a veces con gotitas de erotismo muy liviano y litros de fantasía, y últimamente el cuento ha entrado en una cierta profundidad que es demasiado evidente para mi gusto, me gusta mas solapada, como al principio… y en el próximo capítulo, ¿cambio de estilo?, ¿vuelvo al tono infantiloide?, ¿sigo con este?, bueno, lo sabre cuando empiece a escribir :) ¡Besitos resolutivos! (¡ya era hora!)
PS: Los capítulos anteriores podéis encontrarlos en el álbum dedicado al cuento, la dirección es: www.flickr.com/photos/47932076@N05/sets/72157625978352555...