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PALACIO DE NYMPHENBURG MÚNICH (Alemania) Residencia de verano de los gobernantes de Baviera.

AJUSTAR LAS CUENTAS.

Enriqueta, me tienes hasta las mismísimas narices.

Una cosa es tener un detalle contigo por el nacimiento de nuestro primer hijo,

Maximiliano II, y otra cosa muy distinta, es que hemos pasado de hacer una

pequeña casa de campo… en el palacio más grande de Alemania.

Y vengan frescos en los techos, pintores italianos pintando la mona en las

paredes, jardineros franceses recreando 800.000 metros cuadrados de

auténtica lujuria visual, por no hablar de las salas de conciertos,

teatros y ahora me dicen que están haciendo un salón de banquetes para

cuatrocientos comensales.

Y venga estanques, lagos y un canal de un kilómetro y medio de longitud.

Por dios, Enriqueta, modérate.

Y lo último y para mearse de risa, una piscina cubierta climatizada que

será la primera en el mundo.

De esta me veo pidiendo limosna en la plaza del ayuntamiento.

Y otra cosa, Enriqueta, ¿hace falta plantar miles de naranjos?

Me veo desayunando mermelada de naranja los próximos cincuenta años.

Y, acabo, caballerizas para albergar todos los caballos que hay en Alemania.

 

-¿Cómo te pones, cariño, por pequeñas nimiedades?

Ya verás lo bien que nos lo vamos a pasar, Fernando María.

Esta noche te espero en mi alcoba sobre las diez.

Nos tomamos unas copichuelas y fumamos la pipa de la paz.

Y luego te pienso comer, enterito.

-Tienes un lenguaje un tanto arrabalero. ¡Qué lo sepas, Enriqueta

Adelaida de Saboya! Estás como una auténtica cabra.

-¿Y lo bien que te lo vas a pasar esta noche, cascarrabias?

Por cierto, si te cuento una cosa, no te piensas enfadar.

Prométemelo.

-Venga, prometido.

-He comprado cuatro nuevas carrozas, de última tecnología.

-Te recuerdo que entre carruajes y carrozas ya teníamos cuarenta.

-Mira qué bien, ahora, tenemos cuarenta y cuatro.

-Como una chota, estás como una completa chota, Enriqueta.

 

Y ya en la cama, de pronto, contempló Fernando María a la luz de una vela,

la cara de su mujer con un delicado y bello color violeta azulado y se dijo:

en el fondo, estoy casado con la mujer más bella del mundo.

 

Y se quedó frito como un angelito.

 

 

Y ahora una canción de Van Morrison:

 

www.youtube.com/watch?v=nY7Gpoc1c24

 

 

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Uploaded on February 16, 2025
Taken on October 22, 2024