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Budas en Portugal.
BACALHOA BUDDHA EDEN.
Quinta dos Loridos.
(BOMBARRAL).
A menos de una hora en coche de Lisboa, se encuentra este curioso, aconsejable y sorprendente jardín único en toda Europa, que bien se merece una visita.
JOSÉ MANUEL RODRIGUES BERARDO, posiblemente uno de mis ídolos, coleccionista de arte moderno y contemporáneo más importantes del mundo.
Empedernido amasador de arte, polémico, enigmático y sobre todo, controvertido personaje.
Adoro a los mecenas y filántropos. Adoro a los que protegen a los artistas y adquieren y promueven sus obras, los dan a conocer y todo por amor a la comunidad.
Un sinfín de coleccionistas: Juan Abelló, Botín, Thyssen, Esther y Alicia Koplowitz, por no decir el más grande de todos: Gulbenkian.
Independientemente que unos me gusten más que otros.
BUDAS EN PORTUGAL
-Don José Manuel, está aquí su secretario personal y trae mal
semblante, con cara de malas pulgas, se lo advierto.
-Me tiene hasta los mismísimos, un tocahuevos de muchísimo
cuidado.
Hágale pasar a mi despacho y vaya sirviéndole una tila, y diga
a mis guardaespaldas que no le quiten ojo.
¡Hoy puede haber tiros!
……………..
-Buenos días, secretario. Hablando del rey de Roma…
¿Qué le trae por aquí? ¿Hoy no era su día libre?
-Vengo a presentarle mi dimisión irrenunciable de todos mis cargos.
-Bah, bah, bah, siempre me está amenazando, secretario.
¿Qué tripa se la ha roto ahora?
Y mire que me cae usted la mar de bien, pero si ese es su deseo por mí, sin ningún problema.
¿Necesito firmar el recibí? ¿Necesita alguna carta de
recomendación? Pida, pida.
-¡Váyase a la mierda, Berardo!
A partir de ahora me importa todo un rábano, no quiero saber
absolutamente nada de usted.
Calavera, eso es lo que es usted, un auténtico calavera, un suicida, un derrochador, un caprichoso, un empedernido narcisista. No era suficiente con ser el hombre más rico del país, de tener minas de diamantes y oro en Suráfrica, bancos, hoteles, viñedos, el jardín tropical más grande del mundo en las Azores, de tener el Museo BERARDO, para su puro disfrute, con más de dos mil obras de arte en BELÉM.
Ególatra, eso es lo que es usted, y por si fuera poco, se monta
en 35 hectáreas un parque temático repleto de lagos, pagodas, de dragones, de cientos de budas, algunos de hasta veintiún metros de altura, que han costado un riñón y parte del otro y encima, me entero por la prensa que se acaba de comprar una escultura de Fernando Botero de no sé cuántas toneladas y de no sé cuántos millones.
-Un chollo, secretario, una auténtica ganga.
-¡Qué sepa usted, que la fiscalía le está pisando los talones,
cualquier día acaba en el trullo o en la trena, que tanto
me da y no estaré ahí para sacarle las castañas del fuego!
-Corte el rollo, secretario, por cierto, le había prometido hace años que el día que se jubilara o me dejara, le regalaría un Picasso y nunca he faltado a mi palabra.
-Se puede meter el Picasso por donde le quepa.
-¡Pues usted mismo, secretario! Diga a su santa esposa que
tendré un regalo para ella acorde con su gran personalidad.
-¡Qué le zurzan!
-Lo mismo le digo, secretario.
Y ahora una canción del grupo leonés CAFÉ QUIJANO:
“La taberna de buda “.
www.youtube.com/watch?v=hntVGdP0554
Budas en Portugal.
BACALHOA BUDDHA EDEN.
Quinta dos Loridos.
(BOMBARRAL).
A menos de una hora en coche de Lisboa, se encuentra este curioso, aconsejable y sorprendente jardín único en toda Europa, que bien se merece una visita.
JOSÉ MANUEL RODRIGUES BERARDO, posiblemente uno de mis ídolos, coleccionista de arte moderno y contemporáneo más importantes del mundo.
Empedernido amasador de arte, polémico, enigmático y sobre todo, controvertido personaje.
Adoro a los mecenas y filántropos. Adoro a los que protegen a los artistas y adquieren y promueven sus obras, los dan a conocer y todo por amor a la comunidad.
Un sinfín de coleccionistas: Juan Abelló, Botín, Thyssen, Esther y Alicia Koplowitz, por no decir el más grande de todos: Gulbenkian.
Independientemente que unos me gusten más que otros.
BUDAS EN PORTUGAL
-Don José Manuel, está aquí su secretario personal y trae mal
semblante, con cara de malas pulgas, se lo advierto.
-Me tiene hasta los mismísimos, un tocahuevos de muchísimo
cuidado.
Hágale pasar a mi despacho y vaya sirviéndole una tila, y diga
a mis guardaespaldas que no le quiten ojo.
¡Hoy puede haber tiros!
……………..
-Buenos días, secretario. Hablando del rey de Roma…
¿Qué le trae por aquí? ¿Hoy no era su día libre?
-Vengo a presentarle mi dimisión irrenunciable de todos mis cargos.
-Bah, bah, bah, siempre me está amenazando, secretario.
¿Qué tripa se la ha roto ahora?
Y mire que me cae usted la mar de bien, pero si ese es su deseo por mí, sin ningún problema.
¿Necesito firmar el recibí? ¿Necesita alguna carta de
recomendación? Pida, pida.
-¡Váyase a la mierda, Berardo!
A partir de ahora me importa todo un rábano, no quiero saber
absolutamente nada de usted.
Calavera, eso es lo que es usted, un auténtico calavera, un suicida, un derrochador, un caprichoso, un empedernido narcisista. No era suficiente con ser el hombre más rico del país, de tener minas de diamantes y oro en Suráfrica, bancos, hoteles, viñedos, el jardín tropical más grande del mundo en las Azores, de tener el Museo BERARDO, para su puro disfrute, con más de dos mil obras de arte en BELÉM.
Ególatra, eso es lo que es usted, y por si fuera poco, se monta
en 35 hectáreas un parque temático repleto de lagos, pagodas, de dragones, de cientos de budas, algunos de hasta veintiún metros de altura, que han costado un riñón y parte del otro y encima, me entero por la prensa que se acaba de comprar una escultura de Fernando Botero de no sé cuántas toneladas y de no sé cuántos millones.
-Un chollo, secretario, una auténtica ganga.
-¡Qué sepa usted, que la fiscalía le está pisando los talones,
cualquier día acaba en el trullo o en la trena, que tanto
me da y no estaré ahí para sacarle las castañas del fuego!
-Corte el rollo, secretario, por cierto, le había prometido hace años que el día que se jubilara o me dejara, le regalaría un Picasso y nunca he faltado a mi palabra.
-Se puede meter el Picasso por donde le quepa.
-¡Pues usted mismo, secretario! Diga a su santa esposa que
tendré un regalo para ella acorde con su gran personalidad.
-¡Qué le zurzan!
-Lo mismo le digo, secretario.
Y ahora una canción del grupo leonés CAFÉ QUIJANO:
“La taberna de buda “.
www.youtube.com/watch?v=hntVGdP0554