rroel58
PALACIO DE LAS ARTES REINA SOFIA. (Valencia).
CUANDO EL MUNDO SE VUELVE DEL REVÉS.
(Ni un segundo que perder).
Era la última entrevista del día y estaba realmente cansado.
Me presento, me llamo Lucas y trabajo para una importante
multinacional puntera en informática con cinco mil empleados
repartidos por todo el mundo.
Soy el responsable de entrevistar, evaluar y filtrar cuanta verdad y cuanta mentira hay en sus currículums, en todos sus masters, en sus brillantes expedientes académicos.
Me pongo siempre en su pellejo, estudian como locos y luego
tienen que luchar en una muerte casi fratricida por un puesto
de trabajo.
Sostengo que en una entrevista de trabajo, los futuros elegidos no tienen nada que perder y mucho que ganar, un trabajo posiblemente para toda la vida, bien remunerado, una posición privilegiada en estos tiempos que corren.
Se llamaba Gustavo y afirmaba ser bueno y absolutamente
honrado.
Mal comienzo, me dije.
Hay que tener en cuenta que ya vienen muy “resabiados”,
y en cuanto te despistas un poco “ya te la han metido doblada”.
Te pueden contar más de cien mentiras en un par de minutos.
Hay que estar muy “al loro”.
Lo primero que dijo era que odiaba a todo el mundo.
-Me puede explicar Gustavo, eso de que odia a todo el
mundo?
-Ya se lo estoy diciendo, odio sin excepciones.
Odio a los comerciantes de armas, a los que hablan a
la ligera de las mujeres, a los que regentan burdeles,
a los que hablan todo el día del tiempo, a los que infunden
rumores, a los bocazas, a los malos médicos, a los dueños
de los concesionarios de coches y por supuesto, a los
banqueros y a las agencias de viajes.
A senadores y delegados del gobierno, también.
Se emperifollan de palabras cuando no entienden ni torta
de nada, despilfarrar el dinero del contribuyente, eso sí lo
entienden bien y claro, apretujados todos ellos para salir
bien guapos en la foto. Pura escoria.
Impresionante verborrea.
Prosiga, ¿a quién más odia?
-A los farsantes y por supuesto, a los políticos.
-¿A los políticos? ¿Qué le han hecho los políticos, Gustavo?
-Los políticos siempre están extendiendo sus tentáculos,
sospechosos siempre, dude de ellos.
Siempre quieren ir a alguna parte y los ciudadanos ni
idea a donde quieren ir, siempre conjeturas, siempre
descaradamente mentirosos, siempre soltando memeces
y sarta de mentiras por la boca
Aunque tendríamos que estar ya curados de semejantes
tipejos, en el fondo somos todos tontos del culo.
Dejemos Gustavo a los políticos y todo lo que odia.
¡Hábleme de lo que le gusta!
-Me gustan las damas bien vestidas, las mujeres elegantes.
-¿Y eso?
-Las mujeres siempre dan sentido a la vida.
Aunque completamente loco, me gustaba.
-¿Cuál es el mayor problema que tenemos en estos días, Gustavo?
-La malicia.
Un lumbreras, decididamente, un lumbreras.
-¿Piensa Gustavo alguna vez en su futuro?
-Me importa un bledo el futuro.
Hay que reconocer que no se mordía la lengua, me ofendía un poco tanta personalidad.
-Bueno Gustavo, creo que por hoy es suficiente, en unos días tendrá noticias mías.
-Tranquilo jefe, se lo piensa con tiempo y sin ningún compromiso.
Lo dicho, peculiar.
Y ahora les dejo una canción que seguro que todos ustedes
ya conocen.
Por cierto, estaré unos diez días sin estar por FLICKR, así que
intenten ser formales y educados.
Joaquín Sabina: MÁS DE CIEN MENTIRAS.
www.youtube.com/watch?v=yf2WGBTpDxk
PALACIO DE LAS ARTES REINA SOFIA. (Valencia).
CUANDO EL MUNDO SE VUELVE DEL REVÉS.
(Ni un segundo que perder).
Era la última entrevista del día y estaba realmente cansado.
Me presento, me llamo Lucas y trabajo para una importante
multinacional puntera en informática con cinco mil empleados
repartidos por todo el mundo.
Soy el responsable de entrevistar, evaluar y filtrar cuanta verdad y cuanta mentira hay en sus currículums, en todos sus masters, en sus brillantes expedientes académicos.
Me pongo siempre en su pellejo, estudian como locos y luego
tienen que luchar en una muerte casi fratricida por un puesto
de trabajo.
Sostengo que en una entrevista de trabajo, los futuros elegidos no tienen nada que perder y mucho que ganar, un trabajo posiblemente para toda la vida, bien remunerado, una posición privilegiada en estos tiempos que corren.
Se llamaba Gustavo y afirmaba ser bueno y absolutamente
honrado.
Mal comienzo, me dije.
Hay que tener en cuenta que ya vienen muy “resabiados”,
y en cuanto te despistas un poco “ya te la han metido doblada”.
Te pueden contar más de cien mentiras en un par de minutos.
Hay que estar muy “al loro”.
Lo primero que dijo era que odiaba a todo el mundo.
-Me puede explicar Gustavo, eso de que odia a todo el
mundo?
-Ya se lo estoy diciendo, odio sin excepciones.
Odio a los comerciantes de armas, a los que hablan a
la ligera de las mujeres, a los que regentan burdeles,
a los que hablan todo el día del tiempo, a los que infunden
rumores, a los bocazas, a los malos médicos, a los dueños
de los concesionarios de coches y por supuesto, a los
banqueros y a las agencias de viajes.
A senadores y delegados del gobierno, también.
Se emperifollan de palabras cuando no entienden ni torta
de nada, despilfarrar el dinero del contribuyente, eso sí lo
entienden bien y claro, apretujados todos ellos para salir
bien guapos en la foto. Pura escoria.
Impresionante verborrea.
Prosiga, ¿a quién más odia?
-A los farsantes y por supuesto, a los políticos.
-¿A los políticos? ¿Qué le han hecho los políticos, Gustavo?
-Los políticos siempre están extendiendo sus tentáculos,
sospechosos siempre, dude de ellos.
Siempre quieren ir a alguna parte y los ciudadanos ni
idea a donde quieren ir, siempre conjeturas, siempre
descaradamente mentirosos, siempre soltando memeces
y sarta de mentiras por la boca
Aunque tendríamos que estar ya curados de semejantes
tipejos, en el fondo somos todos tontos del culo.
Dejemos Gustavo a los políticos y todo lo que odia.
¡Hábleme de lo que le gusta!
-Me gustan las damas bien vestidas, las mujeres elegantes.
-¿Y eso?
-Las mujeres siempre dan sentido a la vida.
Aunque completamente loco, me gustaba.
-¿Cuál es el mayor problema que tenemos en estos días, Gustavo?
-La malicia.
Un lumbreras, decididamente, un lumbreras.
-¿Piensa Gustavo alguna vez en su futuro?
-Me importa un bledo el futuro.
Hay que reconocer que no se mordía la lengua, me ofendía un poco tanta personalidad.
-Bueno Gustavo, creo que por hoy es suficiente, en unos días tendrá noticias mías.
-Tranquilo jefe, se lo piensa con tiempo y sin ningún compromiso.
Lo dicho, peculiar.
Y ahora les dejo una canción que seguro que todos ustedes
ya conocen.
Por cierto, estaré unos diez días sin estar por FLICKR, así que
intenten ser formales y educados.
Joaquín Sabina: MÁS DE CIEN MENTIRAS.
www.youtube.com/watch?v=yf2WGBTpDxk