rroel58
UN MARAVILLOSO BOSQUE DE MÁSTILES.
Un piano con vistas al mar.
Vivía frente al puerto deportivo y unas palmeras muy elegantes
dignificaban el impresionante edificio.
Se accedía al vestíbulo desde el portal entre mosaicos que
revestían suelos y paredes, con alegorías de graciosas ninfas
en un bello bosque encantado.
Era evidente que la casa era de cierto postín.
Me salió al encuentro un recepcionista uniformado con una aparatosa chaqueta repleta de botones dorados, que más
bien parecía un soldado salido de alguna guerra prusiana.
Miraba con atención mis movimientos y mi indumentaria,
evidentemente …..sin ninguna satisfacción.
-¿Qué desea el señor?
-Me espera doña Encarna.
-Puede pasar.
Si quiere puede subir por la escalera y admirar su bella factura en caoba maciza. Y por supuesto, las lámparas de cristal de Bohemia que cuelgan del techo. Impresionantes.
Tómese su tiempo, no verá nada parecido.
-Casi mejor subo en el ascensor, con este calor no está uno para muchos trotes.
Y el ascensor estaba completamente acorde con el edificio.
Espléndida marquetería y espejos con marcos de latón.
No tuve ni que tocar el timbre, la puerta se abrió sola como por
arte de magia…..y doña Encarna en persona con un leve gesto,me invitó a pasar al interior.
También doña Encarna encajaba a la perfección en el sofisticado entorno.
Y en el salón un hermoso piano de cola STEINWAY & SONG, me estaba esperando.
-¿Así que es usted técnico afinador de pianos?
-Si doña Encarna, de toda la vida.
-Una pregunta ¿Hay que saber tocar el piano para ser afinador?
-El saberlo tocar es un plus, pero no es fundamental, ni siquiera necesario.
-¿Y cuanto se tarda en afinar un piano?
-Depende, si el piano se afina cada seis meses, y que nunca transcurra más de un año, no se tendría que tardar más de dos horas, quizás con hora y media sea suficiente.
-¿Se quedará a merendar?
-Me encantaría pero tengo muchísimo trabajo, quizás la próxima vez.
-Bueno, pues le dejo con el piano, si necesita alguna cosa solo tiene que tirar de la campanilla que está a su izquierda, y alguien vendrá
de inmediato.
-Si quiere se puede quedar conmigo doña Encarna, y mientras trabajo me puede contar cosas de esta casa y de este piano, seguro que
hay muchas historias entre estas paredes.
Y con cierta satisfacción, doña Encarna se sentó en el sofá y empezó a desgranar como había adquirido la casa su abuelo a principios del siglo XX.
Dos horas después, finalizaba mi trabajo y tenía la cabeza
completamente loca.
Antes de marchar, le pedí amablemente un vaso de agua y dos aspirinas.
-¿Quizás le he aburrido con mis historias?
-Todo lo contrario doña Encarna, me ha proporcionado usted dos horas maravillosas
-No deje de visitarme cuando venga por la ciudad.
-Le prometo doña Encarna, que dentro de seis meses tendrá noticias mías.
Y ahora una canción de YIRUMA “ River flows in you “.
www.youtube.com/watch?v=7maJOI3QMu0
UN MARAVILLOSO BOSQUE DE MÁSTILES.
Un piano con vistas al mar.
Vivía frente al puerto deportivo y unas palmeras muy elegantes
dignificaban el impresionante edificio.
Se accedía al vestíbulo desde el portal entre mosaicos que
revestían suelos y paredes, con alegorías de graciosas ninfas
en un bello bosque encantado.
Era evidente que la casa era de cierto postín.
Me salió al encuentro un recepcionista uniformado con una aparatosa chaqueta repleta de botones dorados, que más
bien parecía un soldado salido de alguna guerra prusiana.
Miraba con atención mis movimientos y mi indumentaria,
evidentemente …..sin ninguna satisfacción.
-¿Qué desea el señor?
-Me espera doña Encarna.
-Puede pasar.
Si quiere puede subir por la escalera y admirar su bella factura en caoba maciza. Y por supuesto, las lámparas de cristal de Bohemia que cuelgan del techo. Impresionantes.
Tómese su tiempo, no verá nada parecido.
-Casi mejor subo en el ascensor, con este calor no está uno para muchos trotes.
Y el ascensor estaba completamente acorde con el edificio.
Espléndida marquetería y espejos con marcos de latón.
No tuve ni que tocar el timbre, la puerta se abrió sola como por
arte de magia…..y doña Encarna en persona con un leve gesto,me invitó a pasar al interior.
También doña Encarna encajaba a la perfección en el sofisticado entorno.
Y en el salón un hermoso piano de cola STEINWAY & SONG, me estaba esperando.
-¿Así que es usted técnico afinador de pianos?
-Si doña Encarna, de toda la vida.
-Una pregunta ¿Hay que saber tocar el piano para ser afinador?
-El saberlo tocar es un plus, pero no es fundamental, ni siquiera necesario.
-¿Y cuanto se tarda en afinar un piano?
-Depende, si el piano se afina cada seis meses, y que nunca transcurra más de un año, no se tendría que tardar más de dos horas, quizás con hora y media sea suficiente.
-¿Se quedará a merendar?
-Me encantaría pero tengo muchísimo trabajo, quizás la próxima vez.
-Bueno, pues le dejo con el piano, si necesita alguna cosa solo tiene que tirar de la campanilla que está a su izquierda, y alguien vendrá
de inmediato.
-Si quiere se puede quedar conmigo doña Encarna, y mientras trabajo me puede contar cosas de esta casa y de este piano, seguro que
hay muchas historias entre estas paredes.
Y con cierta satisfacción, doña Encarna se sentó en el sofá y empezó a desgranar como había adquirido la casa su abuelo a principios del siglo XX.
Dos horas después, finalizaba mi trabajo y tenía la cabeza
completamente loca.
Antes de marchar, le pedí amablemente un vaso de agua y dos aspirinas.
-¿Quizás le he aburrido con mis historias?
-Todo lo contrario doña Encarna, me ha proporcionado usted dos horas maravillosas
-No deje de visitarme cuando venga por la ciudad.
-Le prometo doña Encarna, que dentro de seis meses tendrá noticias mías.
Y ahora una canción de YIRUMA “ River flows in you “.
www.youtube.com/watch?v=7maJOI3QMu0