HISTORIA DE UNA ESCALERA Y SU OSCURO PORTAL.

PEQUEÑAS AVENTURAS NOCTURNAS I

 

Hay cosas que no las puedo entender, que una chica invite

a un amigo o a un compañero de clase a entrar de noche a

su portal, parece que ya es toda una declaración de intenciones

y que estás dando pie a malos entendidos y ciertos atrevimientos.

 

Y claro, algunos se vienen arriba y luego pasa lo que pasa,

que les tienes que parar los pies y eso corta, corta muchísimo,

una barbaridad y te pone de muy mala leche.

 

Hay algunos, que es cruzar el umbral de la puerta, y ya te están

tocando el culo y metiendo mano………….inconcebible que aún

queden cromañones de instintos primarios que en vez de pensar

con la cabeza, piensen con las vísceras.

¡Vamos, a esos, ni agua ¡

 

Los portales son para ir con el noviete, buscar ese oscuro rincón

entre el final del portal y el arranque de la escalera y morrearse a

base de bien, descubrirnos a tientas en un cuerpo a cuerpo sin

vencedores ni vencidos y encontrar ese punto donde puedes

pasar de 0 a 100 en 2,7 segundos, vamos, ni un Ferrari, y entrar

en ese estado de ingravidez, de atolondramiento, que se te nubla

la vista y hasta la razón.

Los portales cumplen con creces su cometido si lo que buscas

son emociones fuertes y breves ( y por ese orden ).

 

Aunque los portales siempre son un poco desangelados y con

una luz un tanto tétrica y hostil, me gusta esa penumbra donde

parecen vagar las sombras de nuestros antepasados que

languidecen ya de besos furtivos.

 

Por cierto, mi novio se llama Agustín y es poeta, bueno, lo de

poeta ahora ya no lo digo, pues cuando dices la palabra “poeta”

a la gente le florece una sonrisa tonta que me pone enferma.

El único inconveniente de los poetas es que siempre están en

las nubes, pero yo le bajo rápidamente a la tierra. Cuando estamos

en una cafetería me subo un poco la falda, le enseño una pierna

y me compone un Alejandrino y si le enseño las dos, un cántico

Espiritual de doscientos versos endecasílabos de un tirón.

Un solete.

Guapo, cariñoso y muy simpático.

 

Bueno, pues ya hemos hablado un poco de las cosas buenas

que tienen los portales, otro día hablaremos de las cosas menos

buenas que son: el frío, las corrientes…….y los vecinos.

 

Bueno, va, un pequeño adelanto:

Doña Engracia, la del 2ºA que invariablemente a las doce de la

noche, baja la basura al contenedor por las escaleras en vez de

coger el ascensor, no me digáis que no son ganas de

joder la marrana.

Y claro, entre que baja, tira la basura, vuelve a entrar y sube

las escaleras, pues ya se te han quitado las ganas.

Al pasar por delante de nosotros siempre dice lo mismo:

Venga Silvia, para casa, que ya es muy tarde y tu madre

estará preocupada.

¡No te jode ¡ ¡ Tú sí que tendrías que llevar dos horas en la

cama o como mucho, viendo algún programa en la tele de esos

de marujeo….¡ Cotilla ¡¡ Mala pécora ¡

 

Pero la palma se la lleva don Cristóbal el del 1ºB, Capitán de

Artillería.

Este baja a las doce y media con su perrita “ LULU “ en sus

brazos para dar una vuelta por el barrio.

Hay que reconocer que el tío es elegante hasta decir basta.

Otro que siempre dice lo mismo:

Buenas noches SILVITA, buenas noches……POETA,

( lo de poeta con retintín burlón ) y tengan mucho cuidado con las

corrientes, que son terribles en este portal.

 

 

Lo que yo digo, el próximo año me voy de ERASMUS a la cara

oculta, más oculta…. de la luna.

 

(Continuará)

 

 

Y ahora una canción del cantante italiano ULTIMO :

Piccola stella.

 

 

www.youtube.com/watch?v=lVoeJIakscs

 

Done