aire fuego tierra agua II - Marisa
Sol
Cosa buena es pintar, si sirve para despintarnos de la mala pintura que cubre la realidad enseñada y nos tiene con el alma al duco.
Antes de enternecernos frente a la lamina de la Primavera (quinto grado) habíamos pasado por un tiempo de ver y entender, a esas horas en que amábamos los vidrios facetados, la deformación reveladora de los sifones contra la luz, el espectáculo maravilloso de una cucaracha rabiando en un calidoscopio.
Tenemos muchísimos parpados, y en lo hondo, y perdidos están los ojos. La lista de parpados –que continuo descubriendo y clasificando- incluye la instrucción primaria, el contrato social, la tradición, el culto de los antepasados sin discriminar entre los meritorios y los idiotas, el realismo ingenuo, la viveza, el a mí no me engrupen, la necesidad de hacer juego con el ropero provenzal, el cine y Vasari. Los parpados son muy útiles porque protegen los ojos; tanto que al final no los dejan asomarse a beber su vino de luz. Otano, con grandes pinzas, se ha puesto a arrancar parpados. Ay, duele, vaya que duele. Como que hace ver las estrellas.
Los ojos son para ver las estrellas.
Otano. 1949*. – Julio Cortázar de “Papeles inesperados”.
(*Catalogo de la exposición Otano.1949, Galería Cantú,
Buenos Aires, 05 al 17 de Diciembre de 1949.)
Sol
Cosa buena es pintar, si sirve para despintarnos de la mala pintura que cubre la realidad enseñada y nos tiene con el alma al duco.
Antes de enternecernos frente a la lamina de la Primavera (quinto grado) habíamos pasado por un tiempo de ver y entender, a esas horas en que amábamos los vidrios facetados, la deformación reveladora de los sifones contra la luz, el espectáculo maravilloso de una cucaracha rabiando en un calidoscopio.
Tenemos muchísimos parpados, y en lo hondo, y perdidos están los ojos. La lista de parpados –que continuo descubriendo y clasificando- incluye la instrucción primaria, el contrato social, la tradición, el culto de los antepasados sin discriminar entre los meritorios y los idiotas, el realismo ingenuo, la viveza, el a mí no me engrupen, la necesidad de hacer juego con el ropero provenzal, el cine y Vasari. Los parpados son muy útiles porque protegen los ojos; tanto que al final no los dejan asomarse a beber su vino de luz. Otano, con grandes pinzas, se ha puesto a arrancar parpados. Ay, duele, vaya que duele. Como que hace ver las estrellas.
Los ojos son para ver las estrellas.
Otano. 1949*. – Julio Cortázar de “Papeles inesperados”.
(*Catalogo de la exposición Otano.1949, Galería Cantú,
Buenos Aires, 05 al 17 de Diciembre de 1949.)