emeritense
Los leones de la Cibeles. Madrid
Atalanta e Hipómenes
Abandonada por su padre, que sólo quería hijos varones, Atalanta fue amamantada por una
osa y recogida y criada por unos cazadores. Con semejante educación no es extraño que, al
llegar a la juventud, se convirtiera en una experta cazadora fiel seguidora de Ártemis ignorando
completamente a Afrodita. Decidió permanecer soltera ya fuera por fidelidad a Ártemis ya
por miedo a un oráculo que le había vaticinado que si se casaba acabaría convertida en un
animal. Para disuadir a los múltiples pretendientes que la cortejaban, anunció que sólo se
casaría con aquél que lograra vencerla en una carrera, estableciendo como condición que, en
caso de salir derrotado, el pretendiente perdería también la vida.
Hipómenes, impresionado por la belleza de Atalanta, aceptó el reto pidiendo para esta empresa
ayuda a la diosa Afrodita que le proporcionó tres manzanas de oro traídas del Jardín de
las Hespérides.
Durante la carrera cada vez que el joven se vio adelantado por Atalanta, lanzó una manzana
a sus pies. Atalanta, confiada en sus fuerzas y atraída por la la manzana y quizás también enamorada,
se detuvo a recogerla permitiendo de este modo que Hipómenes ganara la carrera.
Los jóvenes cometieron dos grandes errores: primero, Hipómenes se olvidó de dar las gracias
a Afrodita por la ayuda recibida, y esto enojó tremendamente a la diosa; y en segundo
lugar, tuvieron relaciones en un santuario rupestre consagrado a la diosa Cibeles, y la diosa,
enfurecida por semejante sacrilegio, les convirtió en leones obligados a tirar del su carro,
siempre juntos pero sin poder ni hablarse ni siquiera tocarse. (Ambos leones son machos por
la creecia de que los leones no se reproducían uniéndose entre sí sino con leopardos)
También se dice que pudo ser en el santuario de Zeus y fue este el que los convirtió en leones.
Los leones de la Cibeles. Madrid
Atalanta e Hipómenes
Abandonada por su padre, que sólo quería hijos varones, Atalanta fue amamantada por una
osa y recogida y criada por unos cazadores. Con semejante educación no es extraño que, al
llegar a la juventud, se convirtiera en una experta cazadora fiel seguidora de Ártemis ignorando
completamente a Afrodita. Decidió permanecer soltera ya fuera por fidelidad a Ártemis ya
por miedo a un oráculo que le había vaticinado que si se casaba acabaría convertida en un
animal. Para disuadir a los múltiples pretendientes que la cortejaban, anunció que sólo se
casaría con aquél que lograra vencerla en una carrera, estableciendo como condición que, en
caso de salir derrotado, el pretendiente perdería también la vida.
Hipómenes, impresionado por la belleza de Atalanta, aceptó el reto pidiendo para esta empresa
ayuda a la diosa Afrodita que le proporcionó tres manzanas de oro traídas del Jardín de
las Hespérides.
Durante la carrera cada vez que el joven se vio adelantado por Atalanta, lanzó una manzana
a sus pies. Atalanta, confiada en sus fuerzas y atraída por la la manzana y quizás también enamorada,
se detuvo a recogerla permitiendo de este modo que Hipómenes ganara la carrera.
Los jóvenes cometieron dos grandes errores: primero, Hipómenes se olvidó de dar las gracias
a Afrodita por la ayuda recibida, y esto enojó tremendamente a la diosa; y en segundo
lugar, tuvieron relaciones en un santuario rupestre consagrado a la diosa Cibeles, y la diosa,
enfurecida por semejante sacrilegio, les convirtió en leones obligados a tirar del su carro,
siempre juntos pero sin poder ni hablarse ni siquiera tocarse. (Ambos leones son machos por
la creecia de que los leones no se reproducían uniéndose entre sí sino con leopardos)
También se dice que pudo ser en el santuario de Zeus y fue este el que los convirtió en leones.