yolandamartosblanco
La puerta que se cerró de un pasado...
Hoy mirando en los archivos quise rescatar estas fotografías y explicar como fue cada captura aquí presentada.
Las monedas son algunas de las que aun conservo de las muchas que rodaban en aquellos años del 1975 que es la época que mejor recuerdo... un año que cambiaría la historia de los españoles y la de un país inmerso en una dictadura de un caudillo durante 40 años.... sí!! se originaria un gran cambio en todos los rincones, costumbres, cultura y avances, pero hoy aun perdidos en la lejanía podemos ver antiguos ranchos donde siguen viviendo personas de toda la vida, personas que aun conservan parte de lo que fue la vida cotidiana de un pasado pero que ya están muchas en desuso.
Fue una mañana de sol cuando decidí agarrar el volante e ir a buscar ese rancho perdido. Metida por una carretera comarcal casi en una curva me encontré con una vieja casona entre parras y tierra calma. Vivían e imagino que aun viven allío dos hermanos y uno de ellos con su anciana mujer... detuve el coche y decidí llamar para pedir permiso cuando vi tanta maravilla que habían sido parte de mi niñez y la de muchas personas...
Ellos con esa simpatía y carácter abierto típico de la forma de ser del andaluz mostraron una sonrisa casi me atrevería a decir un poco burlona por la situación...
-AAAAHHHH aquella muchacha joven se maravillaba por viejas chatarras que ya no servían para nada y que permanecían en el olvido!!!!!!!!!!!!!! el colmo!!!!!!!!!!!!!!!!!
Nada más llegar a la puerta, cubierto de oxido el molinillo de café que tantas veces las manos dieron rienda y vuelta a la manivela mientras las pepitas de ese grano aromático iba cayendo en el cajón ya molido....
-Qué rico olor a ese puchero de café que hervía en unos fogones de carbón!!!
Cuando entre por las puerta me encontré con un platero... platero que prestaba el servicio de unos platos sin importar el color y el dibujo.
El búcaro que lleno de fresca agua se conservaba en la barriga de un barro ya cocido...
El lebrillo que tantas veces sirvió para echar las patatas peladas y poner una comida que calentara los riñones de los trabajadores...
"Candí" (candil) que se encendia al llegar el atardecer de un día de Invierno donde el tiempo parecía detenerse junto a las ascuas o el cisco que abrigaban los bajos de una mesa...
La "taya " que igualmente servia para servir ese vaso de agua dulce y muy fresquita junto a un embudo que aun guardaba los restos de gotas...
Aquel cubo de chapa que tanto servia para sacar agua de un pozo como para ponerlo bajo las ubres de una vaca que cada día se ordeñaba con las manos expertas de quien sabe como extraer la leche en una caricia... y mientras el leve movimiento de la cola y un giro de cabeza hace sonar los cencerros del cuello del animal. Olor a heno y paja que rebozan de un pesebre...
Ayyyy la tinaja... donde cada año dormia en el sueño de aquellas aceitunas que se echaban para el año... o para ese pan recién hecho... o sencillamente para poner los chorizos en manteca de una matanza, la matanza del cerdo tan acostumbrada en este país y en Andalucía...
Y ya olvidada del todo la vieja cubeta de chapa donde la mujer ponía su pila de madera y con sus manos y los purpejos frotaba una ropa que se resitia a quedar blanca y que solo con el esfuerzo y la constancia de ella conseguía que deslumbraran colgadas entre el aroma de una uva que maduraba y donde el viento se encargaría de secarlas con el perfume de un jabón verde casero...
Con esta serie y en el sueño perdido de un ayer os deseo buen Viernes
La puerta que se cerró de un pasado...
Hoy mirando en los archivos quise rescatar estas fotografías y explicar como fue cada captura aquí presentada.
Las monedas son algunas de las que aun conservo de las muchas que rodaban en aquellos años del 1975 que es la época que mejor recuerdo... un año que cambiaría la historia de los españoles y la de un país inmerso en una dictadura de un caudillo durante 40 años.... sí!! se originaria un gran cambio en todos los rincones, costumbres, cultura y avances, pero hoy aun perdidos en la lejanía podemos ver antiguos ranchos donde siguen viviendo personas de toda la vida, personas que aun conservan parte de lo que fue la vida cotidiana de un pasado pero que ya están muchas en desuso.
Fue una mañana de sol cuando decidí agarrar el volante e ir a buscar ese rancho perdido. Metida por una carretera comarcal casi en una curva me encontré con una vieja casona entre parras y tierra calma. Vivían e imagino que aun viven allío dos hermanos y uno de ellos con su anciana mujer... detuve el coche y decidí llamar para pedir permiso cuando vi tanta maravilla que habían sido parte de mi niñez y la de muchas personas...
Ellos con esa simpatía y carácter abierto típico de la forma de ser del andaluz mostraron una sonrisa casi me atrevería a decir un poco burlona por la situación...
-AAAAHHHH aquella muchacha joven se maravillaba por viejas chatarras que ya no servían para nada y que permanecían en el olvido!!!!!!!!!!!!!! el colmo!!!!!!!!!!!!!!!!!
Nada más llegar a la puerta, cubierto de oxido el molinillo de café que tantas veces las manos dieron rienda y vuelta a la manivela mientras las pepitas de ese grano aromático iba cayendo en el cajón ya molido....
-Qué rico olor a ese puchero de café que hervía en unos fogones de carbón!!!
Cuando entre por las puerta me encontré con un platero... platero que prestaba el servicio de unos platos sin importar el color y el dibujo.
El búcaro que lleno de fresca agua se conservaba en la barriga de un barro ya cocido...
El lebrillo que tantas veces sirvió para echar las patatas peladas y poner una comida que calentara los riñones de los trabajadores...
"Candí" (candil) que se encendia al llegar el atardecer de un día de Invierno donde el tiempo parecía detenerse junto a las ascuas o el cisco que abrigaban los bajos de una mesa...
La "taya " que igualmente servia para servir ese vaso de agua dulce y muy fresquita junto a un embudo que aun guardaba los restos de gotas...
Aquel cubo de chapa que tanto servia para sacar agua de un pozo como para ponerlo bajo las ubres de una vaca que cada día se ordeñaba con las manos expertas de quien sabe como extraer la leche en una caricia... y mientras el leve movimiento de la cola y un giro de cabeza hace sonar los cencerros del cuello del animal. Olor a heno y paja que rebozan de un pesebre...
Ayyyy la tinaja... donde cada año dormia en el sueño de aquellas aceitunas que se echaban para el año... o para ese pan recién hecho... o sencillamente para poner los chorizos en manteca de una matanza, la matanza del cerdo tan acostumbrada en este país y en Andalucía...
Y ya olvidada del todo la vieja cubeta de chapa donde la mujer ponía su pila de madera y con sus manos y los purpejos frotaba una ropa que se resitia a quedar blanca y que solo con el esfuerzo y la constancia de ella conseguía que deslumbraran colgadas entre el aroma de una uva que maduraba y donde el viento se encargaría de secarlas con el perfume de un jabón verde casero...
Con esta serie y en el sueño perdido de un ayer os deseo buen Viernes