Gyps fulvus
El buitre leonado es un planeador nato, que apenas bate sus alas, ganando altura rápidamente con sólo imperceptibles movimientos de la cola. Desde el suelo arranca dándose un impulso.
Se alimenta de carroña, la mayoría de las veces en franca descomposición y otras en fase incipiente.
Todo el día lo pasan colgados a enormes alturas, donde son invisibles al ojo humano, lanzándose hacia abajo con las alas semirrecogidas y las plumas crepitando. Cuando uno desciende, los demás le imitan.
REPRODUCCIÓN: Incuban en acantilados llamados "buitreras", que datan de tiempos inmemoriales. Ambos sexos participan en la construcción del nido, elaborado con palos, paja y pelo. Ponen a finales de enero. La incubación del único huevo dura unos 52 días y está a cargo de ambos progenitores, que se turnan a intervalos de 24 ó 48 horas. El pequeño abandonará el nido en julio o agosto.
Gyps fulvus
El buitre leonado es un planeador nato, que apenas bate sus alas, ganando altura rápidamente con sólo imperceptibles movimientos de la cola. Desde el suelo arranca dándose un impulso.
Se alimenta de carroña, la mayoría de las veces en franca descomposición y otras en fase incipiente.
Todo el día lo pasan colgados a enormes alturas, donde son invisibles al ojo humano, lanzándose hacia abajo con las alas semirrecogidas y las plumas crepitando. Cuando uno desciende, los demás le imitan.
REPRODUCCIÓN: Incuban en acantilados llamados "buitreras", que datan de tiempos inmemoriales. Ambos sexos participan en la construcción del nido, elaborado con palos, paja y pelo. Ponen a finales de enero. La incubación del único huevo dura unos 52 días y está a cargo de ambos progenitores, que se turnan a intervalos de 24 ó 48 horas. El pequeño abandonará el nido en julio o agosto.