Concierto en Sanssouci
“Concierto de flauta de Federico II el Grande en Sanssouci” de la Alte Nationalgalerie de Berlín (Alemania). Óleo sobre lienzo, 205 x 142 cm (1850-1852) del pintor Adolph Menzel.
Aparte de pintar obras realistas, como La fundición de los cíclopes, a Adolph Menzel también se le daban muy bien los cuadros históricos. Cuando era jovencito, heredó de su padre un taller litográfico y se hizo famoso haciendo grabados e ilustraciones para libros. Uno de los libros que ilustró fue la “Historia de Federico el Grande” de Franz Kugler (1849), que contenía casi cuatrocientos grabados sobre la vida del monarca. Este mismo tema lo explotó de nuevo años más tarde, cuando de forma prácticamente autodidacta se lanzó a pintar al óleo. Eran obras que ensalzaban el pasado glorioso de Prusia y que, en pleno fervor nacionalista, se vendían estupendamente (de hecho, hasta los nazis las aprovecharon como propaganda política).
Federico el Grande fue un gran estratega militar, pero también un monarca ilustrado, amante de las letras y la música. Sabía tocar la flauta travesera y compuso varias obras para este instrumento, e incluso alguna que otra sinfonía. En este cuadro de Menzel, le vemos interpretando un concierto en uno de los salones de su palacio de Sanssouci, en Potsdam. La tenue iluminación de las velas crea un ambiente cálido y recogido. La figura del rey, en el centro, atrae casi todas las miradas.
Berlín 15/7/2018
Concierto en Sanssouci
“Concierto de flauta de Federico II el Grande en Sanssouci” de la Alte Nationalgalerie de Berlín (Alemania). Óleo sobre lienzo, 205 x 142 cm (1850-1852) del pintor Adolph Menzel.
Aparte de pintar obras realistas, como La fundición de los cíclopes, a Adolph Menzel también se le daban muy bien los cuadros históricos. Cuando era jovencito, heredó de su padre un taller litográfico y se hizo famoso haciendo grabados e ilustraciones para libros. Uno de los libros que ilustró fue la “Historia de Federico el Grande” de Franz Kugler (1849), que contenía casi cuatrocientos grabados sobre la vida del monarca. Este mismo tema lo explotó de nuevo años más tarde, cuando de forma prácticamente autodidacta se lanzó a pintar al óleo. Eran obras que ensalzaban el pasado glorioso de Prusia y que, en pleno fervor nacionalista, se vendían estupendamente (de hecho, hasta los nazis las aprovecharon como propaganda política).
Federico el Grande fue un gran estratega militar, pero también un monarca ilustrado, amante de las letras y la música. Sabía tocar la flauta travesera y compuso varias obras para este instrumento, e incluso alguna que otra sinfonía. En este cuadro de Menzel, le vemos interpretando un concierto en uno de los salones de su palacio de Sanssouci, en Potsdam. La tenue iluminación de las velas crea un ambiente cálido y recogido. La figura del rey, en el centro, atrae casi todas las miradas.
Berlín 15/7/2018