Las torres del poder.
Es curioso y muy común
encontrar siempre dos torres,
compañeras y contrarias,
que no viven sino juntas
y se ofrecen protección.
Una torre, la del castillo,
civil y ajena a los rezos
pero bien busca cobijo
e incluso protección.
Por eso pide a los santos
y les construyen iglesias
para que sean benignos
y no se extravíe su riqueza
en manos que no sean suyas.
La otra torre les bendice
y disfruta del reparto
cual es la justicia y perdón.
Y así todos contentos,
que los que mandan son dos.
Las torres del poder.
Es curioso y muy común
encontrar siempre dos torres,
compañeras y contrarias,
que no viven sino juntas
y se ofrecen protección.
Una torre, la del castillo,
civil y ajena a los rezos
pero bien busca cobijo
e incluso protección.
Por eso pide a los santos
y les construyen iglesias
para que sean benignos
y no se extravíe su riqueza
en manos que no sean suyas.
La otra torre les bendice
y disfruta del reparto
cual es la justicia y perdón.
Y así todos contentos,
que los que mandan son dos.