Bajaba el Duero callado.
Bajaba el Duero callado
observando cómo los árboles
se miraban pretenciosos
en sus aguas cristalinas.
Y el Duero sin inmutarse,
silencioso, su camino seguía
buscando siempre avanzar,
aportando su valía.
El silencio nunca pone
las cosas fuera de sí!
Quien quiere, mira y descubre
el valor de lo que encierra,
lo saborea y venera
libre de lucimientos,
que los colores son de otros.
El camina en silencio
dando vida a quien admira
la virtud que da el silencio,
profunda como es el cauce
del Duero en su pasar.
Bajaba el Duero callado.
Bajaba el Duero callado
observando cómo los árboles
se miraban pretenciosos
en sus aguas cristalinas.
Y el Duero sin inmutarse,
silencioso, su camino seguía
buscando siempre avanzar,
aportando su valía.
El silencio nunca pone
las cosas fuera de sí!
Quien quiere, mira y descubre
el valor de lo que encierra,
lo saborea y venera
libre de lucimientos,
que los colores son de otros.
El camina en silencio
dando vida a quien admira
la virtud que da el silencio,
profunda como es el cauce
del Duero en su pasar.