Estaba mirando la mar.
Estaba mirando la mar
y tanta barquita había
que un sueño creí tenía
invitándome a navegar.
Decidido me subí
para ver si conocía
aquello que la mar ofrece
cuando en sueños te convence
del placer que allí se siente
mecido entre las olas
y jugando con los peces
corriendo de aquí para allá.
Mas el sueño se truncó
y tal cual vino, se deshilvanó.
¡Son las cosas de la mar!
A veces los sueños van,
y otras allí se pierden
y no los vuelves a hallar.
Estaba mirando la mar.
Estaba mirando la mar
y tanta barquita había
que un sueño creí tenía
invitándome a navegar.
Decidido me subí
para ver si conocía
aquello que la mar ofrece
cuando en sueños te convence
del placer que allí se siente
mecido entre las olas
y jugando con los peces
corriendo de aquí para allá.
Mas el sueño se truncó
y tal cual vino, se deshilvanó.
¡Son las cosas de la mar!
A veces los sueños van,
y otras allí se pierden
y no los vuelves a hallar.